Una imagen de 'La noche que no acaba', de Isaki Lacuesta

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Cine

Ava Gardner en Madrid: la juerga infinita

La actriz experimentó en la capital esa libertad y esa alegría a la que no podía aspirar en Hollywood

24 diciembre, 2022 02:37

Escribe Manuel Vicent en Ava en la noche (Alfaguara, 2018) que el Madrid nocturno de los 50 y 60 “olía a Ava Gardner”. La actriz había pisado por primera vez España en 1949, cuando rodó Pandora y el holandés errante (1951) en la Costa Brava, la primera producción de Hollywood que autorizó Franco.

Gardner tuvo un romance, pregonado por la prensa rosa, con el torero y poeta Mario Cabré, que interpretaba precisamente a un matador en el filme de Albert Lewin. Aunque Cabré reconoció haberse enamorado como “un ceporro”, para la actriz no fue más que una noche de pasión. Pero, como reconocía en sus memorias, supuso el principio del fin de su relación con Sinatra, con el que estuvo hasta 1956.

Aunque no sea un filme demasiado memorable, Pandora y el holandés errante disparó el estatus de diva de Gardner, que encadenó Magnolia (George Sidney, 1951), Las nieves del Kilimanjaro (Henry King, 1952) y Mogambo (John Ford, 1953). Durante el rodaje en Italia de La condesa descalza (Joseph L. Mankiewicz, 1954) decidió instalarse de manera definitiva en Madrid, donde ya había experimentado esa libertad, esa juerga y esa alegría a la que no podía aspirar en Hollywood.

La estancia de la actriz en la capital se prolongó hasta finales de los 60 y tuvo tres escenarios principales: un apartamente en la calle Oquendo, un chalet en La Moraleja y un piso en Doctor Arce –donde se desarrolla la serie Arde Madrid (Paco León y Anna R. Costa)–, de donde era vecino un Juan Domingo Perón que tenía que aguantar escandalosas fiestas.

Tampoco hay que olvidar la Suite 716 del Hotel Ritz, en donde arrancó su relación con el torero Luis Miguel Dominguín. Según cuenta la leyenda, la actriz le preguntó que a dónde iba al verle salir de la cama a la mañana siguiente y él respondió: “A contarlo”.

Debi Mazar como Ava Gardner en 'Arde Madrid'

Debi Mazar como Ava Gardner en 'Arde Madrid'

Gardner, que rodó en Las Rozas a principos de los 60 la superproducción de Samuel Bronston 55 días en Pekín (Nicholas Ray), frecuentaba, en estado entre etílico y muy etílico, tropezando detrás de unos hombres u otros, locales como el Chicote y tablaos flamencos como Villa Rosa o Torres Bermejas, o acababa en casas con licencia para reuniones.

A su alrededor se congregaba toda la camarilla de privilegiados que en aquella época podían darse a la vida disoluta, desde estrellas de cine patrias como Carlos Larrañaga o Lucía Bosé, damas de alta alcurnia como la Duquesa de Alba, extranjeros como Orson Welles o Ernest Hemingway y cantaores y bailaores como Lola Flores.

Todo ello ha sido registrado en obras de toda clase. Además de la novela de Vicent y la serie de Costa y León, merecen especial atención el documental La noche que no acaba (Isaki Lacuesta, 2010), el ensayo de Marcos Ordóñez Beberse la vida. Ava Gardner en España (Debolsillo, 2005) y el monográfico de la editorial Notorious El universo de Ava Gardner.