Image: Lukas Dhont: “No me da miedo la homofobia, se puede combatir”

Image: Lukas Dhont: “No me da miedo la homofobia, se puede combatir”

Cine

Lukas Dhont: “No me da miedo la homofobia, se puede combatir”

28 septiembre, 2018 02:00

Lukas Dhont. Foto: Kris Dewitte

El director belga estrena Girl, una de las sensaciones del último Festival de Cannes. La película, basada en una historia real, se acerca a la vida de una chica que lucha por convertirse en bailarina de ballet con el obstáculo de haber nacido varón. El joven actor Victor Polster brilla como protagonista.

Girl fue una de las grandes sorpresas del último Festival de Cannes. La película del jovencísimo Lukas Dhont (Gante, 1991), que compitió en la sección Un certain regard, consiguió la Cámara de Oro -premio que reconoce a la mejor ópera prima del certamen-, el galardón a la mejor interpretación para la impresionante actuación de Victor Polster y el Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional. Y lo hizo con una película que aborda un tema tan complejo como la transexualidad con rigor y sensibilidad. El director nos cuenta en Girl la historia de Lara, una adolescente que lucha por convertirse en bailarina de ballet con el obstáculo de haber nacido en el cuerpo de un hombre. Contando con el apoyo familiar, Lara también se encuentra inmersa en un tratamiento hormonal con vistas a someterse a una cirugía transgénero y, por si fuera poco, se enfrenta a las convulsiones propias de la pubertad. Un filme sobre la danza, la transformación y la identidad que evita el sensacionalismo y los lugares comunes.

Pregunta.- ¿Cómo entró en contacto con la historia real en la que se inspira Girl?
Respuesta.- Me encontré con ella en un artículo de un periódico. Era la época en la que estaba comenzando en la escuela de cine. Me había matriculado con 18 años porque desde que tenía 7 u 8 estaba decidido a hacer películas. El artículo hablaba de una chica de 15 años llamada Nora que tenía el sueño de convertirse en bailarina de ballet. El problema de Nora estribaba en que había nacido en el cuerpo de un hombre y en la escuela no le permitían que cambiara a la clase de las chicas. Con 18 años, a pesar de que a nivel profesional yo tenía muy claras las cosas, a nivel personal no estaba cómodo con todos los aspectos de mi identidad y me conmovió que una chica fuera capaz de tomar una decisión tan valiente sin importarle la reacción de su entorno.

P.- ¿Cuál era el conflicto básico que intentaba trasladar a la pantalla?
R.- Me parecía muy interesante que una persona con un trastorno de identidad de género, que se somete a un complejo proceso médico con el objetivo de cambiar su sexo, busque alcanzar la sublimación de la elegancia femenina que representa una bailarina de ballet. Esto implica que Lara tenga una relación extremadamente conflictiva con su físico ya que, al tiempo que lo rechaza, es su herramienta de trabajo.

P.- ¿Qué posibilidades se le abrían con esta historia desde un punto de vista estrictamente cinematográfico?

Como bailarina, Lara tiene una relación conflictiva con su físico: lo rechaza al tiempo que es su herramienta de trabajo"

R.- Las coreografías me permitían mostrar de una manera indirecta todo el conflicto interno y todas las contradicciones de Lara: una chica que nació varón, que busca materializar un ansiado cambio de género y que además se encuentra lidiando con los problemas típicos de la adolescencia. Le pasé el guion a Sidi Larbi Cherkaoui, director del Ballet de Flandes, para que montara las coreografías e inmediatamente se prestó a colaborar con nosotros. Durante seis meses nos vimos varias veces para hablar sobre el tema y finalmente diseñó unos números fantásticos. Sin embargo, llegamos a la conclusión de que lo importante era mostrar el efecto que producía el baile en Lara a nivel físico y por eso la cámara siempre se centra en ella.

Victor Polster brilla en su papel protagonista encarnando a Lara en Girl

P.- ¿Cómo dieron con Victor Polster, el joven que interpreta a Lara?
R.- Mientras escribía el guion no tenía nada claro a quién íbamos a elegir para el papel protagonista. Un año y medio antes de rodar el filme comenzamos con el casting y probamos tanto a chicos y chicas no transexuales como a chicas transexuales. Vimos a unos 500 jóvenes, pero ninguno de ellos tenía todas las capacidades que requería el personaje. Necesitábamos a alguien con aptitudes para la actuación, un amplio control del baile, una elegancia innata y la capacidad de representar la identidad de alguien vulnerable. Victor apareció cuando comenzábamos a hacer pruebas para los papeles secundarios. Entró en la sala y enseguida nos dimos cuenta de que tenía algo especial, una cualidad casi angelical. Y cuando empezó a bailar nos convencimos de que era la persona adecuada para interpretar a Lara.

P.- ¿De qué manera prepararon el papel?
R.- Trabajar con Victor fue un auténtico regalo. Es un chico muy disciplinado, que quería que su actuación fuera la mejor posible. El mayor reto al que se enfrentó fue el baile en puntas de pie, que es algo que solo aprenden las chicas. Estuvo practicando diez horas a la semana durante diez meses y prácticamente vivió el mismo calvario que sufre Lara en la pantalla. Sin embargo, la identidad del personaje nunca fue un problema para él.

La versión del siglo XXI

P.- El entorno de Lara acepta completamente su identidad como mujer…
R.- No quería rodar una película en la que el personaje transexual se enfrentara al mundo exterior. No quería que fuera ni un héroe ni una víctima. Me daba la sensación de que era algo que ya había visto demasiadas veces y que distraía la atención de Lara al resto de personajes. El relato gana complejidad cuando el entorno acepta su identidad porque el conflicto se limita a su cuerpo y a ella misma. Lara es simplemente un ser humano, y también comete errores. Creo que hemos hecho la versión del siglo XXI de esta historia.

P.- ¿Cree realmente que la sociedad está preparada para aceptar con naturalidad esta situación?
R.- Cada país es un mundo, pero soy optimista por naturaleza y, aunque no me gusta generalizar, creo que vamos hacia una sociedad más comprensiva y más empática. Es imprescindible que sigamos visibilizando este tipo de situaciones. Y no hay ningún medio que pueda hacerlo mejor que el cine.

P.- ¿Le preocupa que en Europa adquieran protagonismo partidos homófobos?
R.- Sí, estoy preocupado. Es cierto que hay partidos políticos que no quieren aceptar el extenso rango de identidades sexuales que hay en el mundo, pero no me da miedo la homofobia porque se puede luchar contra ella. Como artista gay me interesa presentar películas protagonizadas por personajes que retan a la etiqueta de normal y que obligan al público a enfrentarse a otras realidades.

P.- Scarlett Johansson renunció a un papel transgénero por la presión de las redes sociales, que se quejaban de que el trabajo no fuera para un transexual. ¿Qué opina al respecto?
R.- Me gustaría vivir en un mundo en el que la gente represente a los demás con respeto, empatía y amor y en el que los actores puedan interpretar cualquier tipo de personaje independientemente de su indentidad sexual.

@JavierYusteTosi