Image: Almodóvar, el deseo universal

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Cine

Almodóvar, el deseo universal

21 julio, 2015 02:00

Pedro Almodovar. Foto: Carlos García Pozo

Críticos, historiadores, cineastas y escritores se reúnen en El Escorial para abordar desde una perspectiva académica a una de las figuras de mayor impacto de nuestro cine, Pedro Almodóvar.

Primero fue la Generación del 98. Después vino Luis Buñuel y a él le siguió Carlos Saura. En esta génesis de los maestros de la cinematográfica española, que está desarrollando año a año la Universidad Complutense en sus Cursos de Verano de El Escorial, el cuarto día es para nuestro director más internacional, Pedro Almódovar. Estas jornadas dedicadas al manchego, que tienen por título Cine del Deseo, Deseo del Cine y que se desarrollan desde hoy y hasta el próximo viernes, tienen por objetivo analizar y discutir el cine del autor de Hable con ella (2002) desde una perspectiva académica y muy pormenorizada, con especialistas afrontando temas muy concretos. Para ello el curso cuenta con cineastas como Fernando Méndez-Leite, críticos como Nuria Vidal, Carlos Reviriego y Vicente Molina Foix, escritores como José Tono Martínez...

El programa llega en un momento ideal desde un punto de vista cabalístico. Este año se está rodando la película número 20 del director, Silencio, con Emma Suárez debutando como chica Almodóvar. Y además se cumplen 35 años del estreno de su primera película, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980), una producción casi amateur, rompedora y polémica. "Pepi... fue absolutamente desconcertante y no cosechó aplausos de todo el mundo ni muchísimo menos", explica el escritor y crítico de cine Manuel Hidalgo, director del curso. "Hubo gente que sí intuyó que ahí había algo nuevo con posibilidad de continuar y de ser el principio de una renovación y otras personas solo vieron una película zarrapastrosa, de aficionado".

Difícil olvidar la escena en la que una jovencísima Alaska en el papel de Bom orinaba sobre Eva Sisa, una muestra del espíritu underground y libertino que recorría la cinta. "Pepi... es una película muy fuerte hoy en día, más incluso que en su época", explica Hidalgo. "Vivimos en una sociedad hoy más conservadora. El propio Almodóvar se ha hecho más conservador en formas, tonos, temáticas... Se ha instaurado en la actualidad, para bien o para mal, un pensamiento de lo correcto que la película vulnera constantemente".

De esta pulsión underground primigenia, el manchego ha pasado a ser el director más laureado de nuestro país con dos Oscar, dos Globos de Oro, premios en Cannes al mejor director y mejor guion, 6 Goyas... Sin embargo, a Almodóvar le costó tiempo obtener un consenso unánime de la crítica en cuanto a su trabajo. "El arranque con Pepi..., Laberinto de pasiones (1982), Entre tinieblas (1983) y ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), sin embargo, es un fuerte empujón hacia el prestigio pero el punto de inflexión definitivo es Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), que no solo supone el reconocimiento general sino la llegada a un público mayoritario tanto nacional como internacional".

El cine de Almodóvar es perfectamente reconocible. Con tan solo visionar unos segundos de cualquiera de sus películas podemos reconocer la firma del director manchego. Su cine, por tanto, presenta unas constantes que, aunque han sido aplaudidas por todo el mundo, también es cierto que a algunos críticos y espectadores se les atraganta. "Almodóvar pone constantemente en juego personajes y situaciones que representan nuevas formas de comportamiento a la hora de vivir el amor y el sexo en la sociedad española", comenta el director del curso. "También está en su cine la constante fusión desde un punto de vista de lenguajes cinematográficos de modernidad y tradición". Con el cine de Almodóvar aparece visualmente una especie de nuevo pop o post pop que hace de la fusión de elementos opuestos su bandera, como ocurre con el drama y la comedia. "También recorren sus obras otros elementos como la consideración de lo religioso, la importancia de la música, que funde la canción popular con el sinfonismo de compositores como Alberto Iglesias, y, por supuesto, los personajes femeninos de todas las edades y condiciones que culmina en la elección y la dirección de actrices a un alto nivel", puntualiza Hidalgo.

Sin embargo, pese a que el cine de Almodóvar tiene un carácter único, no es difícil rastrear referencias cinematográficas. "El propio director ha manifestado en más de una ocasión su aprecio por Buñuel, Berlanga y un determinado Fernán Gómez como director", explica el director del curso. "En cuanto a influencias extranjeras el nombre clave es Douglas Sirk". El cineasta alemán no solo es una referencia para Almodóvar en términos melodramáticos sino que su línea sucia se fue aclarando a la luz de la utilización del color del autor de Imitación a la vida, mientras iba depurando sus conocimientos técnicos y de producción. "También directores como John Waters o Fassbinder han influido en el director manchego", explica Hidalgo.

Pedro Almodóvar se encuentra en estos momentos ultimando el rodaje de su próxima película, Silencio, regreso al melodrama tras la fallida comedia Los amantes pasajeros. "Pese a la irregularidad de su carrera creo que Almodóvar es un genio o al menos un gran creador", opina Hidalgo. "Su principal genialidad sin duda consiste en que, desde la tradición española y desde una mirada sobre lo español, consigue una representación universal del mundo con una nitidez y una rotundidad que nadie antes ha logrado".