Image: Pulso entre Europa y América

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Cine

Pulso entre Europa y América

20 septiembre, 2013 02:00

Atom Egoyan compite en la sección oficial del Festival de San Sebastián.

Atom Egoyan, Duyperon, Tavernier, Villenueve y otros nombres de prestigio compiten en un certámen con grandes perlas repartidas por sus secciones

Bajo la alargada sombra de Toronto y asediado por las múltiples restricciones que impone la crisis económica (implacable en España con todas las manifestaciones culturales), el festival de San Sebastián abre sus puertas este año con un gesto novedoso para su historial: ofrecer en la gala inaugural una película de animación en 3D (Futbolín), realizada por el argentino Juan José Campanella a partir de un cuento de Jorge Fontanarrosa (Memorias de un wing derecho): un filme que llega precedido de tanto éxito popular (ha arrasado en la taquilla argentina, donde se estrenó con el título de Metegol) como controversia y diversidad de pareceres entre la crítica.

Ese será el punto de partida para un certamen cuyo palmarés tendrá que firmar un jurado de campanillas y un tanto ecléctico, presidido por el cineasta norteamericano Todd Haynes e integrado por las actrices Valeria Bruni-Tedeschi y Paulina García (ganadora del Oso de Plata en Berlín por su gran interpretación de Gloria, filme que podrá verse en la sección de las Perlas), el músico David Byrne, el actor mexicano Diego Luna, la productora uruguaya, pero asentada en España Mariela Besuiesvky y el director español Cesc Gay. Un sanedrín que deberá enfrentarse a las trece películas que aspiran a la Concha de Oro (un número algo más reducido que en ediciones anteriores), entre las que se encuentran las españolas Caníbal (Manuel Martín Cuenca), La herida (Fernando Franco) y Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba).


Futbolín de Juan José Campanella inaugura el festival.


Contingente hispano

El contingente hispano será, por tanto, el más numeroso de la competición oficial, de la que ha desaparecido todo rastro de cine asiático (otra llamativa novedad) y en la que están representados solo dos continentes (Europa, con cinco filmes, y América con cuatro), más la parcial excepción australiana -en coproducción con Reino Unido- que supone The Railway Man, con la que Jonathan Teplitzky adapta al cine la autobiografía de Eric Lomax (Colin Firth en la pantalla), un oficial inglés capturado por los japoneses durante la segunda guerra mundial y confinado en un campo de trabajo.

No faltan en este escaparate principal del festival, por otra parte, algunos nombres de prestigio, como el canadiense Atom Egoyan (The Devil's Knott) y los franceses François Dupeyron (ganador en 1999 con C'est quoi la vie?, que presenta este año Mon âme par toi guérie) y el ya veterano, pero siempre cargado de energía Bertrand Tavernier (viejo conocido de Donosti), que llega con Quai d'Orsay, retrato de un brillante ministro de Asuntos Exteriores -trasunto de Dominique de Villepin- y del encargado de escribirle los discursos, realizado a partir de un cómic (autores: Christophe Blain y Abel Lanzac), igual que proviene de una novela gráfica (autora: Julie Maroh) La vida de Adèle, sin duda el título más esperado, Palma de Oro en Cannes y ganador del FIPRESCI a la mejor película del año, pese a lo cual este vibrante filme de Abdellatif Kechiche solo podrá verse, ¡ay!, en una única sesión especial -fuera de concurso- el mismo día de la inauguración.

Otro cineasta canadiense, Denis Villeneuve, acude a Donosti con dos películas, una dentro de la competición oficial (Enemy) y otra fuera (Prisoners), protagonizada esta última por Hugh Jackman (un destello australiano más), a quien se ha otorgado un discutible Premio Donostia que también se entregará -sin duda con mucho más merecimiento- a Carmen Maura, presencia estelar en la nueva película de Álex de la Iglesia, Las brujas de Zugarramurdi, que se proyectará igualmente fuera de concurso.

Otras dos aportaciones esperanzadoras llegan de la mano del joven mexicano Fernando Eimbcke (recuérdese su estimulante ópera prima: Temporada de patos, 2004), que viene con Club sandwich, y del austríaco Götz Spielman, que presentará October/Novembre dentro de una sección oficial que se completa con las realizaciones del británico Roger Michell (Le Week-End), la bosnia Jazmila Zbanic (que se ocupa del traumático pasado de la guerra de los balcanes en For Those Who Can Tell No Tales) y la venezolana Mariana Rondón (Pelo Malo), y que se cerrará -en la clausura, fuera de concurso- con el nuevo filme de Jean-Pierre Jeunet: The Young and Prodigious T. S. Spivet.


Jean Pierre Jeunet clausura el festival con The Young and Prodigious T. S. Spivet.


De Cuarón a Gilliam

Otros platos fuertes del certamen donostiarra podrán encontrarse en la sección Perlas, ese útil y variopinto "recogedor" que recupera algunos destacados títulos procedentes de festivales anteriores. Allí podrán verse obras tan interesantes como Gloria (Sebastián Lelio), Gravity (Alfonso Cuarón), Like Father Like Son (Hirokazu Kore-eda), La postura del hijo (Calin Peter Netzer) o The Zero Theorem (Terry Gilliam), junto a un par de minucias: Jeune et Jolie, de François Ozon (ganador de la Concha de Oro el año pasado con En la casa) y, sobre todo, Fruitvale Station (Ryan Coogler), premiada en Sundance, pero de escasísimo interés.

Claro que también estarán presentes aquí tres de las más importantes películas del año (asiáticas, por cierto): una procedente de Venecia (el último Hayao Miyazaki: The Wind Rises) y dos de Cannes: la reflexiva, hermosa y aterradora radiografía de la China contemporánea que traza Jia Zhang-ke en A Touch of Sin y la estremecedora y original reflexión sobre la memoria del genocidio camboyano que propone Rithy Panh en L'Image manquante. Este apartado registra, sin embargo, una ausencia bien sonora: el brillante y complejo Wong Kar-wai de The Grandmaster, que inauguró Berlín y que finalmente se presentará en Sitges, a la vez que podría haber acogido, con pleno sentido, el gran monumento que supone Norte. The End of History, del filipino Lav Diaz (por fortuna, incluido en Zabaltegi), que constituye -con sus absorbentes cuatro horas y diez minutos de duración- la "perla" más valiosa que ha surgido este año en el circuito festivalero. Pero la gran noticia complementaria es que, junto a Norte, Donosti acogerá el estreno mundial de la nueva realización de Lav Díaz: Prologue to The Great Desaparecido (31 min.), prólogo del que será su siguiente largometraje.


Bertrand Tavernier, un viejo conocido de Donosti, presenta Quai d´Orsay en sección oficial.


De vuelta al otro lado del Atlántico, en el programa de la sección Horizontes Latinos aparecen, al menos, dos obras de indudable envergadura: la ópera prima del español afincado en México Diego Quemada-Díez (La jaula de oro, quizás el debut más sorprendente del año) y Heli, de Amat Escalante, que a su vez presidirá el jurado del Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine. Y aún cabe añadir la estimable El médico alemán (antes llamada Wakolda), de Lucía Puenzo.

Dentro de la sección Zabaltegi llama la atención, a su vez, la doble presencia del norteamericano Oliver Stone (otro asiduo en el festival donostiarra) del que se ofrecerá Alexander: The Ultimate Cut, un nuevo montaje, con 206 minutos, de su filme Alejandro Magno (2004) y la serie de televisión documental The Untold History of the United States (2012), que se ofrecerá completa, con sus doce episodios de una hora cada uno.

La retrospectiva clásica de este año está dedicada al japonés Nagisa Oshima, que falleció el pasado mes de enero, cuando ya estaba anunciada la organización del ciclo. Un total de 23 películas (la totalidad de los largometrajes que realizó) y un libro colectivo coordinado por Quim Casas darán cuerpo a este oportuno repaso a la obra del director de obras tan significativas como El muchacho, La ceremonia, El imperio de los sentidos o Feliz Navidad, Mr. Lawrence. Y el cine japonés aporta también algún brillante destello en la retrospectiva temática que, bajo el título de "Animatopia", ofrecerá una amplia radiografía de los caminos que recorre actualmente el cine de animación a través de nada menos que veinticinco títulos, entre los que se dan cita obras tan importantes como Waking Life (Richard Linklater), Paprika (Satoshi Kon), Vals con Bashir (Ari Folman) o Fantástico, Sr. Fox (Wes Anderson). Un sabroso festín para todos los aficionados.