Image: Zulueta en Súper-8 y sin Arrebatos

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Cine

Zulueta en Súper-8 y sin Arrebatos

El CCCB de Barcelona recupera este martes la cara oscura de la filmografía del cineasta fallecido a finales de 2009

13 abril, 2010 02:00

Iván Zulueta.

ELCULTURAL.es
Zulueta, de segundo y tercer apellido maldito y experimental, abandonó el mundo de los vivos el pasado mes de diciembre. Él mismo se cansaba ya de su cruz, de dar explicaciones de su vida de adicciones y de su obra maestra pasados ya los sesenta años. Pero hay otro hombre y otro legado más allá del hito que fue Arrebato, y a recuperarlo se dedicará mañana el CCCB con un intenso homenaje.

El centro barcelonés, que desde hace años ha mantenido una vinculación con la obra del donostiarra a través de exposiciones y ciclos, regresa hoy al director para descubrir algunas de sus facetas menos conocidas. Lo hará con el programa audiovisual Los súper 8 de Iván Zulueta, que presentado por Andrés Duque y David Domingom recoge la cara oscura de su filmografía. También se proyectará el documental de Andrés Duque Iván Z, en el que Zulueta rompe el silencio que hasta ahora había mantenido ante los medios y nos habla abiertamente de sus pasiones y obsesiones.

Se proyectarán títulos como Tea for Two, la historia de Virginia y Vicente, una pareja extraordinaria en todos los sentidos, incluso para cocinar los huevos fritos del almuerzo. En La taquillera, el director sitúa a la misma Virginia haciendo de empleada y atendiendo con ensañamiento el público que se acerca a la taquilla a comprar una entrada. Complementos hace las veces de programa cinematográfico al estilo antiguo, es decir, un NO-DON, un cortometraje, los anuncios del descanso y el tráiler de un próximo estreno. La fortuna de los Irureta, la película más antigua conservada de Zulueta, explica la vida de Andoni, un labrador que emigra a los Estados Unidos para hacerse rico y después vuelve al pueblo para casarse. Para cerrar el programa, el filme Mi ego está en Babia, que narra las peripecias de Will More (actor fetiche del cineasta) un verano en Ibiza.

Por último, el documental de Andrés Duque es un retrato detallado de la figura de este cineasta que siempre se mantuvo al margen de las estructuras oficiales y del universo mediático. Con la cámara en el hombro, Duque se traslada a la casa de Zulueta y como si de una visita a un amigo es tratara, le acompaña por las distintas estancias de esta casa en la que el cineasta se refugió durante sus últimas décadas. Con este recorrido se va creando una atmósfera íntima que permite al espectador entrever el conjunto de pasiones y obsesiones que marcan el modo de Zulueta de hacer y entender el cine y a la vez crean la complicidad necesaria para que el hermético cineasta nos hable de sus recuerdos de infancia e incluso nos permita ser espectadores de un encuentro fortuito con su madre.