Image: Lasse Hallström

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Cine

Lasse Hallström

"Me tomo con calma haber desbancado a Avatar"

24 marzo, 2010 01:00

Lasse Hallström.

Juan Sardá
Cuando aún vivía en Suecia, Mi vida como un perro (1985) le dio la gloria internacional. Entonces, Lasse Hallström (Estocolmo, 1946) se trasladó a Estados Unidos donde realizó películas tan interesantes, y exitosas, como ¿A quién ama Gilbert Grape? (1993) o Las normas de la casa de la sidra (1999). Tras la reciente Hachiko, una fábula con perro protagonizada por Richard Gere, el nórdico vuelve a asomarse a las pantallas con Querido John precedido de un gran éxito de taquilla en Estados Unidos. Inspirada en una novela de Nicholas Sparks, se trata de una nueva vuelta de tuerca a los conflictos bélicos de Estados Unidos a partir de la historia de amor entre un entregado marine (Channing Tatum) y una joven (Amanda Seyfried) cuyo romance se ve abruptamente interrumpido por el 11S y la consecuente invasión de Afganistán. Romántica hasta el tuétano, el director explica a El Cultural por qué no es lo mismo "sentimientos fuertes" que "sentimentalismo".

Pregunta.- ¿Cómo se siente uno cuando logra que su película arrebate el primer puesto de la taquilla estadounidense a Avatar?
Respuesta.- ¡Llevaba diez semanas en lo alto! Después, además, resultó que era un pequeño descanso y volvió a ese sitio. A estas alturas, estas cuestiones me las tomo con toda la calma del mundo.

P.- ¿Cómo llegó a dirigir esta película?
R.- Mi agente me envió el guión. Yo no conocía la novela original y al leerla me convencí aun más. Hace tiempo que estoy buscando historias románticas protagonizadas por personas reales con vidas reales. Desde el principio, lo que me enamoró fueron los personajes.

P.- Después de Siempre a tu lado. Hachiko, de la que salía todo el mundo del cine llorando, reincide en un cine muy emotivo.
R.- Me interesa explicar historias con sentimientos fuertes, centradas en las emociones de los personajes. Estoy haciendo un esfuerzo por trazar la línea entre la sentimentalidad y los sentimientos fuertes. Creo que todo el mundo puede identificarse con lo que le sucede a esa chica que ya no puede esperar más por muy enamorada que esté. Ella necesita encontrar un nuevo motivo para vivir. Estas cosas pasan.

P.- La película oscila entre lo trágico y lo superromántico.
R.- Y eso que cambiamos el final para hacerlo un poco más optimista. Creo que los espectadores podrán ponerse en la piel sobre cómo eran las cosas después del 11S, el clima muy emocional que tuvimos en todo el país. Después del atentado, muchos chicos corrieron a alistarse y una ola de patriotismo recorrió todo el país.

P.- La importancia del tiempo, de no perderlo y valorarlo es una idea central del filme.
R.- Creo que eso es lo que tenía Nicholas Sparks en mente cuando escribió esta historia y he procurado ser fiel a su visión. Lo más difícil ha sido ser honesto con ese original evitando ese sentimentalismo que mencionaba. En una novela uno puede permitirse determinados lujos que en cine son más difíciles, ha sido un reto emocionar sin sen sensiblero.

P.- Es notorio el papel central que juegan las cartas que se envían los amantes, en plena era del e mail.
R.- Eso me gustó mucho siempre. Hay un elemento muy romántico y maravillosamente desfasado en las cartas, la propia protagonista hay un momento en que dice que llevaba años sin escribir a mano. Fue el elemento que me metió en la historia y a partir de allí desarrollé la estructura. Desde un punto de vista visual, me encantaba esa idea de dos personas que se aman separadas por un Océano. Creo que lo vive el protagonista, estar solo en distintas partes del mundo, es algo muy contemporáneo.

P.- ¿Piensa regresar a Suecia algún día?
R.- Por supuesto, tengo un par de proyectos allí y espero que salgan pronto. Mi idea es mudarme a Europa de nuevo. Cuando llegué a Hollywood éramos pocos los extranjeros que estábamos por aquí y nos quedamos todos. Ahora son más listos y se las apañan para trabajar para Hollywood sin abandonar su país.