Mjasnoe, 26 de septiembre de 1981

JUAN SARDÁ
Es inevitable que la figura de Tarkovski regrese una y otra vez a la actualidad. El director ruso hace 23 años que murió, pero su obra sigue siendo hoy tan misteriosa, bella y necesaria como entonces. Ahora, es la Fundación Luis Seoane, radicada en La Coruña, la que recupera su legado con una impactante exposión de algunas de sus fotografías realizadas con Polaroid, algunos dibujos y maquetas trazados con su propio puño además de una instalación realizada por el comisario de la muestra, José Manuel Mouriño. La muestra se llama Luz instantánea y puede visitarse hasta el próximo 31 de mayo.

El núcleo duro de la muestra es la colección de 80 fotografías. En las mismas, Tarvkovski se aparta del realismo tal y como lo conocemos para captar la verdad "poética" de lo retratado. Surgen así imágenes con resonancias telúricas, que parecen flotar en un universo propio que transita de la melancolía a un cierto espiritualismo asociado de forma natural al conjunto de su obra. El gran director realizó el grueso de esas fotografías en los años 80 cuando, ya exiliado de su Rusia natal, estaba instalado en Italia produciendo su penúltima película, Nostalgia. Algunas otras fueron tomadas mucho antes, en los alrededores de su dacha cuando aún no había sido expulsado por las autoridades soviéticas.

La muestra fue presentada por el propio hijo de Tarkovski, también llamado Andrei, quien destacó que «el impacto directo es muy fuerte y aunque no lo conocieran llegan a conocerlo a través de estas fotos». Se trata de una ocasión única ya que es la primera vez que este trabajo se expone en España y según el propio Tarkovski Jr. después permanecerán para siempre en la sede de la fundación del director en Moscú. De gran interés también es la instalación de Moruiño, que incluye entrevistas con Tonino Guerra, guionista de Nostalgia y mítico colaborador de Fellini, además de declaraciones de familiares del cineasta.