Cine

La ‘festa’ romana

Nicole Kidman bautiza el Festival de Roma, dispuesto a competir por el mejor cine mundial

12 octubre, 2006 02:00

Nicole Kidman

Ha nacido el Festival de Cine Internacional de Roma. Con altos presupuestos y ambiciones, el certamen demostrará a lo largo de los próximos diez días si es capaz de rivalizar con Cannes, Berlín, Venecia o San Sebastián. Figuras como Nicole Kidman, Martin Scorsese o Monica Belluci apoyan esta "fiesta" con el propósito de crear un nuevo concepto de festival más cercano a los gustos del espectador medio.

Por unos días, Roma volverá a ser la ciudad del cine. Su primacía mundial a la sombra de rossellinis, pasolinis y fellinis dio paso hace varias décadas a un cine en declive, casi borrado del mapa si no fuera por las aportaciones puntuales de cineastas como Benigni, Moretti o Amelio (y ni siquiera). Aunque Cinecittá ya no es más que un lugar fantasma y la ‘dolce vita’ pereció en la fauces del recuerdo, la capital italiana quiere recuperar el título de capital del cine. El Festival de Cine de Roma que hoy nace para el resto del mundo, con la ambición de convertirse en una cita tan imprescinidble como Cannes (y acaso suplantar a su compatriota Venecia) es la gran esperanza. Todas las grandes instituciones de la ciudad, incluida su Cámara de Comercio, han volcado sus esfuerzos y capital para hacer del recién nacido certamen un vector del cine internacional.

Desde luego no se han tomado a la ligera el propósito. El presidente del Festival, el senador Goffredo Bettini, habla de la necesidad de "crear una nueva audiencia de amantes del cine" y de "descubrir a nuevos talentos". Algunas novedades, como la creación de un jurado popular compuesto por cincuenta espectadores (ver apoyo), van encaminadas a crear ese nuevo prototipo de festival en sintonía con la era pretendidamente interactiva. No en vano, los organizadores hablan del nacimiento de una "fiesta" más que de un festival, porque contemplan la cita como una festividad para la población, un modelo cultural en el que el cine sea devuelto al pueblo en calidad de "derecho colectivo" (sic).

Pero dejando a un lado las buenas intenciones, todo el mundo sabe que la relevancia de un festival cinematográfico, al menos de momento y por injusto que parezca, pasa por la altura de las celebridades que lo apoyen. En este capítulo Roma ha jugado sobre seguro. Con sus nueve millones de euros de presupuesto (más que Venecia), para empezar, ha podido cubrir las demandas de Nicole Kidman para que bautice esta nueva cita con su presencia dentro y fuera de pantalla. La premiere de Fur, donde la actriz australiana encarna a la fotógrafa Diane Arbus en un biopic imaginado por Steven Shainberg (Secretary), será el plato fuerte inaugural de un desfile de personalidades que contará también con la belleza patria de Monica Belluci (presentando el film N. Io e Napoleone, de Paolo Virzio, donde Danuel Auteil encarna a Napoleón), la nostalgia de Sean Connery (recibirá un tributo-retrospectiva a su carrera), o el prestigio de Martin Scorsese (quien presenta su nueva crónica del hampa, Infiltrados, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Jack Nicholson).

Gatos al agua
Los festivales "clase-A" -Berlín, Cannes, Venecia y San Sebastián- son aquellos que necesariamente traen a competición películas de estreno mundial o que sólo se hayan estrenado en su país de origen. En el mercado al que concurren estos festivales, ya suficientemente competitivo, quizá lo último que faltaba era la llegada de un nuevo comprador. Aunque las fechas en que se celebra no le ayudan (es el último del año, al que en teoría le llegarán las migajas), lo cierto es que Roma ha sabido pujar para llevarse algunos gatos al agua. Estos gatos los mostrará en la sección especial "Première", verdadero anzuelo mediático del festival, donde proyectará entre otras Alatriste y los nuevos trabajos de Lasse Hallstrüm (The Hoax), Christopher Nolan (The Prestige), Mira Nair (The Namesake) o Giussepe Tornatore (La sconosciuta). La sección sección oficial competitiva, integrada por 16 películas, al menos sobre el papel se defiende en pluraldidad y trascendencia cinematográfica, con preferencia por la distinción autoral, si bien, de forma muy significativa, no contempla ningún film norteamericano.

Con una mayoría de participación europea, no podía faltar la cuota nacional a concurso, por lo que por parte italiana participarán tres películas: A cosa nostra, de Francesca Comencini; La’aria salata, ópera prima de Alessandro Angelini, y La strada di Levi, en la que Davide Ferrario relata el viaje homérico de Primo Levi tras ser liberado en Auschwitz. La nueva pieza de Otar Iosseliani (Jardins en automne), uno de los grandes autores seleccionados, también cuenta con participación italiana, así como francesa y rusa. Precisamente de la tierra natal de Iosseliani, Georgia, proviene el fim L’Heritage, un conflicto entre clanes dirigido por Temur y Gela Babluani (padre e hijo).

Autores a concurso
Más autores en sección oficial: el francés Robert Guédiguian presentará en Roma Le Voyage en Armenia, el argentino Pablo Trapero compite con Nacido y criado, una tragedia familiar en el gélido sur argentino; Shane Meadows, una de los voces más significativas de Gran Bretaña, compite con This is England; fuera de competición participará la danesa Susanne Bier con Efter Brylluppet, mientras que el autor de El ladrón de caballos, Tuan Zhuangzhuang, representa a China con Wu Qingyuan. La obligada cuota oriental se completa con Japón -Akumu, de Tsukamoto Shinya- y Hong Kong -Fu Zi, de Patrick Tam-. El turco Reda Erdem (Bes Vakit) y la iraní Nikj Karmi (Chand rooz ba’d...) son dos de las apuestas particulares del certamen por un cine joven y desconocido, al que se suman las óperas prima Mon Colonel, del francés Laurent Herbiet, y Cages, del belga Olivier Masset Depasse.

Reservadas a otras secciones hay programadas interesantes propuestas como el mockumentary de Larry Charles Borat: Cultural Learnings of America For Make Benefit Glorious Nation of Kazahstan, una nutrida retrospectiva sobre el Actors Studio en los cincuenta (Baby Doll, Rebelde sin causa, Un lugar en el sol, etc. ), o el trabajo experimental de Zhang Yimou Riding Alone For Thousands of Miles. Los únicos españoles invitados a la fiesta, aparte de Alatriste, son Carlos Molinero y Lola Salvador, que presentarán La niebla en las palmeras.

Un jurado popular

Si en Cannes es la Palma y en Berlín el Oso, en Roma será el Marco Aurelio, una miniatura de la estatua ecuestre romana. Así han bautizado al trofeo del certamen, que se concederá a la mejor película, al mejor actor y a la mejor actriz. La diferencia con el resto de los festivales es que el sanedrín encargado del fallo no estará formado por personalidades y figuras de la industria, sino por espectadores. Un comité dirigido por el cineasta italiano Ettore Scola ha entrevistado personalmente a 300 candidatos. De ellos, fueron seleccionados cuarenta. El resto, hasta completar los cincuenta miembros de este peculiar jurado, proviene de gente enviada por los socios cofinanciadores del festival. Según ha informado la organización, en el momento de la decisión no intervendrá sólo el conocimiento cinematográfico de los miembros del jurado, también y sobre todo su habilidad para trabajar en equipo y de definir un criterio claramente. Ettore Scola, ejerciendo de árbitro, será el presidente del jurado.

Los reclamos del festival

"infiltrados"

La última crónica del hampa dirigida por Martin Scorsese.

"n (Io e Napoleone)"

Mónica Belluci y Daniel Autiel protagonizan un filme sobre Napoleón.

"Borat: cultural learnings..."

Un mockumentary de Larry Charles sobre la política norteamericana.

"The prestige"

Christopher Nolan narra la rivalidad entre dos famosos magos.