Cine

Una terapia peligrosa

Robert de Niro en DVD

5 octubre, 2006 02:00

Robert de Niro en Una terapia peligrosa

El Cultural entrega el jueves 12 de octubre, por sólo 7,50 euros, el DVD Una terapia peligrosa (1995), donde Robert de Niro hace gala de su talento para la comedia.

Lo interesante de juntar a dos actores en principio tan distantes como Robert de Niro y Billy Crystal es que ambos acaban ofreciendo facetas de sí mismos hasta entonces desconocidas. De Niro se parodia a sí mismo cuando está en manos de Scorsese para dibujar un personaje propicio para Harold Ramis (que antes de Una terapia peligrosa había dirigida una comedia tan especial como Atrapado en el pasado), mientras que Billy Crystal pone todo lo que tiene en el asador consciente de que participa en un duelo en toda regla. Ellos dos son la película. Es cierto que no todo son gags en Una terapia peligrosa, como podría esperarse de esta clase de juego, y que finalmente uno puede hasta sentir cierta preocupación y afecto por los personajes, pero esto es algo más atribuible a los actores que los encarnan que al guión (ciertos chistes muy celebrados no tienen ninguna gracia simplemente leídos).

En todo caso, la idea de tumbar a un jefe de la mafia en el diván de un psiquiatra procede de Los Soprano. Lo que Chase, un creador muy psicologista, desarrolla con mano realista y dramática en la serie de la HBO, Harris lo explota con solvencia por el camino de la comedia. Mientras que Tony Soprano sufre ataques de ansiedad, el mafioso Paul Vitti es víctima de lo que él considera un exceso de sentimientalismo -hasta los anuncios de la tele le arrancan las lágrimas- que le causa una enorma inseguridad. El Padrino es en todo caso la gran película parodiada aquí, sin cuyo recuerdo su mejor gag no se comprende, y es que, como dijo Woody, la fórmula tragedia más tiempo casi siempre da como resultado una comedia.

Curiosidades

· Martin Scorsese fue la primera elección para dirigir el film, pero obviamente rechazó la oferta.

· Robert de Niro sugirió que el papel de Primo Sidone recayera en Chazz Palminteri, con quien había trabajado en su película Una historia del Bronx.