Cine

El increíble hombre menguante (1957)

Director: Jack Arnold

2 febrero, 2006 01:00

Intérpretes: Grant Williams, Randy Stuart. April Kent, Paul Langton. Guión: Richard Matheson (a partir de su propia novela). Fotografía: Ellis W. Carter. Sello: Universal Pictures Video . Duración: 87 minutos

Nada como la era post-nuclear para abrir la imaginación a grandes premisas narrativas, principalmente nacidas de fantasías radioactivas. De esta cierta paranoia que se instaló en la sociedad estadounidense surgió una novela y su consecuente película de culto, El increíble hombre menguante, obra maestra de la ciencia-ficción artesanal que hoy sigue siendo igual de asombrosa y terrorífica, aunque algunas de las escenas que en su momento fueron muy impactantes pueden despertar la sonrisa entrañable del espectador moderno. En todo caso, la fascinación que ejerce la historia de Scott Carey (Grant Williams), contada por el propio protagonista a la manera de El crepúsculo de los dioses, un hombre que tras atravesar una extraña niebla va menguando día a día hasta quedar reducido al tamaño de una aguja (que emplea como espada frente a sus enemigos los insectos), permanece intacta. A partir de un guión escrito por el propio autor de la novela, Richard Matheson, el soliloquio final del protagonista, convertido en un ser infinitesimal, ha entrado por derecho propio en los cánones de la digresión filosófica del cine. En unos segundos, lo que hasta entonces era una película de aventuras en el sótano de casa, se convierte en un ensayo existencialista. "Para Dios, no existe el cero...".

La edición de Universal Pictures no ofrece ningún material adicional al largometraje en sí. La copia está en buenas condiciones, tanto de sonido como de imagen, si bien la inclusión de los subtítulos crea un efecto de neblina en la imagen que acaso responda a cierta ósmosis con el argumento del film, pero lo cierto es que perturba el disfrute pleno de la película. Sirva como consuelo que las mejores escenas son mudas.