Image: Diario sentimental de Argentina

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Cine

Diario sentimental de Argentina

Juan José Campanella estrena El mismo amor, la misma lluvia

17 julio, 2002 02:00

Ricardo Darín y Soledad Villamil en El mismo amor, la misma lluvia

Antes de alcanzar el reconocimiento mundial con El hijo de la novia, el argentino Juan José Campanella escribió y dirigió El mismo amor, la misma lluvia (1999), película que llega el viernes 19 de julio a las salas españolas. Protagonizada también por Ricardo Darín, acompañado en esta ocasión por Soledad Villamil, el filme desarrolla con sarcasmo y dramatismo un relato de desamor con el telón de fondo de los últimos veinte años de la historia argentina

No se estrenó en su momento, hace ahora tres años, pero el éxito de El hijo de la novia ha rescatado del almacén la primera película escrita por el tándem Campanella-Castets, El mismo amor, la misma lluvia, que tuvo un éxito moderado en Argentina y que se estrena el viernes en salas españolas para demostrar que el cineasta argentino Juan José Campanella ya templaba las cuerdas de su cine -sarcástico y naturalista- antes de que le sobreviniera el inesperado reconocimiento mundial, con candidatura al Oscar incluida.

En El mismo amor, la misma lluvia asistimos a los vaivenes y bifurcaciones de un amor y un país, Argentina por supuesto, a lo largo de dos décadas, las de los ochenta y los noventa, con sus encuentros y desencuentros, purezas y corrupciones, heroísmos y vilezas. De vuelta de Nueva York, donde estudió las complejas artes del audiovisual y se forjó una sólida carrera como realizador, Campanella escribió y dirigió esta comedia romántico-social con el deseo de filmar el alma argentina durante los convulsos años de la represión del gobierno militar, la Guerra de las Malvinas, el retorno de la democracia, la crisis económica y el menemismo.

Personalidades opuestas
Veinte años de dilatada historia retratados en las vidas de un escritor, Jorge (Ricardo Darín), y de un corazón incorruptible, Laura (Soledad Villamil), personajes en cuyas biografías sentimentales y profesionales se muestran las arquetípicas conductas de dos personalidades opuestas en un juego de amor tan convulso como el telón de fondo en el que se desarrolla. "Jorge es un personaje lleno de contradicciones -afirma Campanella-, una persona confundida que representa a una gran parte de los argentinos que hemos tenido que reestructurar nuestros principios según se ha ido presentando la realidad". En su transición del idealismo a la corrupción -representada en un prodigiosa escena en la que, convertido en crítico teatral, pone precio a una reseña complaciente-, se apuntan las claves de decadencia que conducirían al país a la profunda crisis que vive ahora, de ahí la actualidad del filme.

Punto de fricción
Escritor en ciernes y promesa literaria de las letras argentinas, Jorge Pellegrini vive al comienzo de la historia vendiendo relatos en un semanario amarillista. En la redacción de "Cosas" debe lidiar con la censura y con su jefe Roberto, un secundario de lujo interpretado por Eduardo Blanco. Conoce a Laura bajo la lluvia, donde se inicia la relación de pareja. Será la fe inquebrantable de Laura, quien trata de convencer a Jorge para que "escriba literatura de verdad", el primer punto de fricción entre los amantes. "Quise seguir durante dos décadas a estos personajes -explica el director argentino- , que nunca llegan a separarse del todo, porque les une un amor muy profundo. Sus alegrías y desesperanzas están sujetos a un entorno y unas circunstancias que siempre se interponen".

Con un elenco de actores a los que Campanella logra sacar lo mejor de sí mismos -se suman a los mencionados Ulises Dumont y Graciela Tenenbaum-, El mismo amor, la misma lluvia parte de un guión que juega inteligentemente a provocar risa y llanto en la misma escena, con unas líneas de diálogo siempre a la altura de los actores y viceversa. El talentoso Ricardo Darín, para quien Campanella escribió el papel expresamente, demuestra una vez más por qué es el actor más solicitado del momento.