El doctor Charles N. Serhan, descubridor de las resolvinas.

El doctor Charles N. Serhan, descubridor de las resolvinas.

Ciencia

Charles N. Serhan, el experto en inflamación que descubrió las resolvinas: "Mitigan el crecimiento de tumores"

El investigador de la Harvard Medical School participa este martes en una jornada organizada por la Fundación Ramón Areces y la Cátedra Solutex de la Universidad de Zaragoza. 

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Ángel Mora
Publicada

Miren a su alrededor. Si ahora mismo se encuentran junto a otras personas, lo más probable es que alguna de ellas —si no todas— sufran de alguna afección que curse con una inflamación. Quizá una molesta artritis. Un síndrome del colon irritable, tal vez, de esos que mandan al enfermo con frecuencia al baño.

Puede incluso —y esto lo diremos en voz baja— que aquel que está revolviéndose en su silla cerca de usted padezca de hemorroides, también un proceso inflamatorio. Usted, con su dolor de cadera, no se libra de este mal. Síntoma protagonista de varias enfermedades, actor de reparto en muchas más, la inflamación es una respuesta natural de nuestro sistema inmune que cuando se desboca puede tener consecuencias devastadoras.

El doctor neoyorquino Charles N. Serhan, profesor en la Harvard Medical School, ha dedicado su carrera a la investigación de este fenómeno y las vías de nuestro cuerpo para controlarlo.

Como resultado de sus investigaciones, en el año 2000 identificó las resolvinas, una familia de mediadores lipídicos bioactivos pertenecientes al grupo de moléculas bautizadas como mediadores pro-resolutivos especializados (SPM, por sus siglas en inglés) que se encargan de atenuar y concluir la respuesta inmunitaria. Se trata de un descubrimiento que ha revolucionado la manera de comprender la respuesta inmune de nuestro organismo.

Este martes, 18 de febrero, la Fundación Ramón Areces y la Cátedra Solutex de la Universidad de Zaragoza celebran una jornada bajo el título Nuevas terapias para el tratamiento de la inflamación. Dentro del programa, se contará con la participación de Serhan, que abordará el papel de las resolvinas a la hora de comprender las inflamaciones y las infecciones.

Pregunta. ¿Qué le llevó a centrar sus investigaciones en el proceso inflamatorio?

Respuesta. Me interesó desde mis días de estudiante. Antes de poder demostrarlo, tenía la sospecha de que existían mecanismos por los que el cuerpo regulaba la inflamación.

P. ¿Qué es lo que se pensaba anteriormente?

R. Lo que se creía, lo que decían los libros de texto de medicina, era que la inflamación era un proceso agresivo que terminaba de manera pasiva, sin mediación de ningún tipo, los glóbulos blancos se marchaban y asunto resuelto. Lo que pudimos comprobar con las resolvinas y el resto de SPMs es que existe una etapa de resolución en la que una serie de mediadores cumplen un papel activo para dar fin al proceso inflamatorio.

P. ¿Cómo actúan las resolvinas durante la inflamación?

R. Tienen múltiples funciones. Reaccionan con los receptores de los glóbulos blancos para estimular la limpieza de los macrófagos y detener su infiltración, promueven la recogida de los cuerpos apoptóticos (restos de las células que han pasado por un proceso de eliminación programada), la eliminación de células senescentes... Los dos últimos casos son especialmente importantes en el campo de la oncología. Precisamente en la jornada en la que participo se celebrará un simposio acerca de la inflamación en relación con el cáncer y el papel de las SPM dentro de todo esto.

Quimioterapia y resolvinas

P. ¿Nos puede adelantar algo de la relación entre la inflamación y el cáncer?

R. Todos los tipos de cáncer llevan consigo inflamaciones de algún tipo. Hemos descubierto y demostrado que si se estimula la limpieza de los desperdicios y las células apoptóticas, el tamaño del tumor se reduce enormemente. Las resolvinas, entre otras tareas, se encargan de mitigar los efectos de los factores de crecimiento responsables del desarrollo del tumor. Además, pudimos demostrar que, si se combina el tratamiento con resolvinas, se puede utilizar una cantidad mucho menor de medicamentos anticancerosos durante la quimioterapia.

P. ¿En qué se diferencian las resolvinas de antiinflamatorios como el ibuprofeno?

R. Los AINE —familia de antiinflamatorios a la que pertenecen medicamentos como el ibuprofeno o el naproxeno— bloquean las señales de activación al principio de la inflamación. Es decir, reducen la inflamación en sus primeras etapas y, por tanto, tienen un efecto inmunosupresor. El caso de las resolvinas y el resto de SPM es distinto, son “inmunoresolutivas”: estimulan el sistema inmune para que se concluya correctamente la respuesta inflamatoria, sin por eso provocar un bloqueo del proceso, que es natural.

P. ¿Hay comercializado hoy algún medicamento que contenga resolvinas?

R. En EE. UU. ahora mismo no hay ninguno comercializado, pero hay varios que están bastante avanzados en sus ensayos clínicos. En Finlandia sí que hay uno que contiene resolvina E1 y está indicado para la periodontitis.

P. ¿Se está encontrando con escollos de algún tipo durante sus investigaciones?

R. La principal barrera ahora mismo es la económica. Somos muy afortunados de haber tenido un muy buen apoyo a lo largo de los años del NIH (National Institute of Health). Pero han paralizado la financiación recientemente porque nuestro nuevo presidente [Donald Trump] quiere controlar el gasto del país, así que estamos a la espera de lo que se decida. Pero tenemos la suerte de que mucha gente ha hecho donaciones, algo que espero que siga ocurriendo.

P. ¿Qué opina del nombramiento de Robert F. Kennedy, un declarado antivacunas, como secretario del Departamento de Salud de su país?

R. No sé mucho de la opinión de Kennedy sobre las vacunas, pero, si tuviera que hacer una proyección en el tiempo, diría que todo desembocará en un compromiso basado fundamentalmente en la ciencia. Las vacunas son evidentemente muy importantes y el proceso de vacunación ha sido empleado durante cientos de años. Ha servido para que la humanidad avance, eso desde luego. El problema es que se están descubriendo nuevas formas de hacer vacunas que hasta ahora eran desconocidas. Esas nuevas vías de producción de vacunas tienen que ser más estudiadas y tenemos que estar completamente seguros de que no se corre ningún riesgo con ellas.