Image: GTC el universo habla español

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Ciencia

GTC el universo habla español

Hoy se inaugura la joya de nuestra astronomía

24 julio, 2009 02:00

El Gran Telescopio Canarias en la Isla de la Palma.

El Gran Telescopio Canarias abre oficialmente sus puertas. Sus Majestades los Reyes inauguran este viernes uno de los proyectos más importantes de la ciencia española. Incluido en el Instituto Astrofísico de Canarias y situado a 2.400 metros en el Observatorio del Roque de los Muchachos de La Palma, la puesta de largo del GTC, cuya actividad está integrada en el programa Septenio, culmina el Año Internacional de la Astronomía.

La isla canaria de La Palma es hoy el centro de atracción de la astronomía mundial. Es el día elegido por el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) para inaugurar el Gran Telescopio Canarias (GTC), el mayor telescopio óptico construido hasta ahora. Se trata de un proyecto concebido, diseñado, liderado y gestionado a iniciativa española, con tecnología fundamentalmente nacional, por lo que los astrónomos españoles explotarán mayoritariamente este ingenio. Suyo será el 90% de las observaciones. Su presentación oficial se realizará en el Observatorio del Roque de los Muchachos (ORM), donde está ubicado, a 2.400 metros de altitud. Gracias a su tecnología de vanguardia, la aguda mirada del GTC es capaz de viajar por el espacio para capturar nítidamente luces que transitan a través del tiempo desde el pasado más lejano a miles de millones de años luz de la Tierra. Su enorme espejo primario y sus punteros instrumentos científicos nos desvelarán todo tipo de fenómenos y cuerpos celestes que esperan ser descubiertos en los lugares más distantes del espacio. Pedro álvarez, director general del GTC, señala que, por su tamaño, "es ideal para observar objetos muy débiles que no pueden observarse con telescopios de menor diámetro".

Un embudo cósmico
Los expertos del IAC comparan el GTC con un "embudo cósmico". Cuanto mayor es el diámetro del espejo primario, mayor la cantidad de luz que recibe y más lejana y aguda es su visión. En este sentido, el flamante telescopio canario es el rey. El más grande del mundo. Su espejo posee una superficie equivalente a la de un único espejo circular de 10,4 metros de diámetro. Sus 81,9 m2 de área colectora, superan por más de 6 m2 el de cualquier gran telescopio óptico existente a día de hoy. Al GTC le siguen en diámetro de espejo, con diez metros, los dos telescopios Keck estadounidenses en Hawai. Los de los cuatro Very Large Telescope (VLT) europeos, en Chile; los dos Gemini angloamericanos en Chile y Hawai y el Subaru japonés, también en Hawai, son de ocho metros. De 8,4 metros de diámetro son los dos espejos del Large Binocular Telescope (LBT), en Arizona. De 9 y 11 metros son el Hoby Eberly Telescope (HET), en Texas, y el Southern African Large Telescope (SALT), en Suráfrica. La superficie colectora útil de ambos es menor que la del GTC y sus movimientos son más limitados. Y es que el poder de visión del telescopio español equivale nada menos que al de cuatro millones de pupilas humanas, capaz de captar los focos por separado de un coche en Australia o detectar un plato de lentejas en la Luna nueva.

Espejo segmentado
Otra característica fundamental del GTC es que su espejo es segmentado. "En lugar de formar por un único bloque de vidrio, está compuesto por 36 segmentos que se mantienen alineados mediante un sistema de actuadores y sensores, de forma que trabajan como una superficie única. Esto ha sido necesario, ya que no puede construirse un espejo de este tamaño de una sola pieza con la precisión requerida. Los mayores tienen ocho metros de diámetro", explica Lluis Cavaller, ingeniero del Gran Telescopio Canarias.

De hecho, el GTC es el segundo telescopio con espejo segmentado después de los Keck. Cada segmento mide casi dos metros entre sus vértices, tiene forma hexagonal, ocho centímetros de grosor y pesa 470 kilogramos. Al encajar unos con otros adquieren la forma de un cuenco muy abierto, hiperboloide. El conjunto pesa cerca de 17 toneladas. Para manifestar el orgullo canario del proyecto, cada uno de los 36 segmentos (y de los seis de repuesto) lleva el nombre de las islas del archipiélago, de parques, árboles y plantas autóctonos, así como de aves endémicas y bailes típicos. La estructura del GTC es de acero, pesa 400 toneladas y "debe moverse con extrema precisión para no degradar la gran sensibilidad de su espejo primario", apunta Cavaller, al tiempo que afirma que "es similar a la estructura de otros grandes telescopios. Para su movimiento flota sobre unos patines de aceite que evitan cualquier tipo de fricción, de forma que una persona es capaz de moverla empujando".

Pero el gran valor del GTC no procede sólo de su gran espejo primario. Para lvarez, "la principal repercusión para la astronomía vendrá de los instrumentos científicos que le instalemos, una vez combinados con la capacidad colectora del telescopio. Son siempre los instrumentos científicos los que marcan la ciencia que hace un telescopio", asevera. "OSIRIS -continúa álvarez-, con sus filtros sintonizables y modos rápidos de lectura del detector, o CanariCam -que se instalará próximamente-, con sus modos de trabajo en polarimetría y coronografía, conectados a un telescopio de diez metros como el GTC, son los que marcan la diferencia. Esa combinación no existe en otros telescopios, y las observaciones que se quieren hacer con estos modos sólo serán posibles en el GTC", asegura. Pero a estos instrumentos se irán añadiendo otros nuevos que potenciarán las prestaciones del telescopio. "CIRCE, EMIR, FRIDA y los que se desarrollen en el futuro permitirán realizar observaciones con el GTC que actualmente no son posibles. Por ejemplo, no se podrá observar el infrarrojo próximo hasta que CIRCE y EMIR sean instalados. O hacer espectroscopia multiobjeto en el infrarrojo próximo requiere disponer de EMIR. O mejorar la resolución espacial, eliminando la turbulencia atmosférica, sólo será posible cuando instalemos FRIDA", expone álvarez. Se espera que se vayan instalando entre 2010 y 2012, mientras ya está en mente dotar al GTC de nuevos instrumentos, como espectrógrafos especiales, hacia 2015.

Astrofísica de altura
Para el director del GTC, el nuevo telescopio va a repercutir en la astronomía española de forma "extraordinaria", y sitúa a España entre los escasos países capaces de construir una máquina de tal envergadura y entre los diez primeros en producción en astrofísica. "Los astrónomos españoles cuentan con el 90% del tiempo de un telescopio de diez metros. ¡Muy pocas comunidades tienen tal privilegio!", exclama álvarez. Y concluye en que "hasta hace poco, nuestra comunidad no disponía de acceso garantizado a telescopios por encima de los 4 metros".

En la cumbre de la ciencia

Fue en 1987 cuando el IAC empezó a promover la instalación de un gran telescopio de clase 8-10 metros. Desde mediados de los noventa más de mil personas y un centenar de empresas participaban ya en el diseño, construcción y montaje del GTC. Su coste total ha rondado los 104 millones de euros y ha sido financiado en un 90 % por el gobierno de España y la Comunidad canaria con algunas aportaciones de la UE. El 10% restante procede de EEUU y México.