Imagen promocional de 'Ninja Gaiden 4'

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Homo Ludens

'Ninja Gaiden 4', desafiante acción de la vieja escuela con una narrativa bochornosa

El nuevo juego de Platinum Games hará las delicias de los fans incondicionales del género en su versión más técnica y desatada, pero poco más.

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Después de permanecer una década en el frigorífico, los japoneses de Koei Tecmo han elegido el año 2025 para dar un espaldarazo contundente a una franquicia cuyos orígenes se remontan al ya lejano 1988.

En enero lanzaron Ninja Gaiden 2 Black, el remaster del original de Xbox 360 del año 2008 en el que trabajó el recientemente fallecido Tomonobu Itagaki. En julio, el turno fue para los españoles de The Game Kitchen, que lanzaron el maravilloso Ninja Gaiden Ragebound, un portento retro en dos dimensiones con ideas fantásticas y una ejecución sobresaliente.

Y ahora toca el plato fuerte, una continuación de la trilogía a cargo de Platinum Games, el estudio detrás de títulos icónicos como Nier: Automata (2017), los tres Bayonetta (2009-2022) o Metal Gear Rising: Revengeance (2013).

El juego ha sido financiado y publicado por Xbox, en un intento por despejar las dudas sobre sus propias credenciales en el espacio del gaming.

No hay que perder de vista que el primer Ninja Gaiden (2004) fue uno de los juegos más celebrados de la Xbox original y, junto a Halo: Combat Evolved (2001), convenció a todo el mundo de que Microsoft estaba determinada a dejar su impronta en la industria. ¿Supone esta cuarta entrega el ejercicio de asertividad que la marca requiere en estos donde las dudas sobre su continuidad están arreciando?

Después de los eventos de Ninja Gaiden 3, el cadáver del Dragón Oscuro ha infectado la metrópolis de Tokio con una lluvia de sangre que la solapa con el inframundo, obligando a la evacuación de la población y a ponerla en cuarentena bajo el control paramilitar de una organización del Dragón Divino.

Yakumo es un joven ninja del Clan del Cuervo que se infiltra en la urbe para liquidar a una sacerdotisa del Dragón Oscuro que permanece encarcelada en su interior, Seori. Cuando por fin llega hasta ella, Seori le convence de que la única forma de deshacerse del cuerpo corruptor del dragón es resucitarlo, purificarlo y entonces volverlo a matar, esta vez correctamente.

Yakumo accede con cautela al nuevo plan y emprende la misión de destruir los sellos desperdigados por la geografía tokiota para llevar a cabo el ritual.

Si el argumento parece la premisa de un videojuego simplón de hace 30 años es porque, en buena medida, lo es. Ninja Gaiden nunca se ha caracterizado por una atención especial a sus aspectos narrativos, pero en el año 2025, esta dejación de funciones resulta más bochornosa que nunca.

Un momento del videojuego 'Ninja Gaiden 4'

Un momento del videojuego 'Ninja Gaiden 4'

Lo peor de todo es que el juego sí busca contar una historia. Es decir, no es una colección de niveles sin mucho contexto o explicaciones como el ya vetusto Ninja Gaiden 2, donde los personajes apenas proferían un puñado de frases circunspectas en cada cinemática antes de pasar a la acción, sino que aquí acusan una verborrea casi constante.

Yakumo, a diferencia de Ryu Hayabusha en los viejos tiempos, cuenta con un equipo que le asesora por radio, tres individuos con la personalidad de ardillas sobreexcitadas que no paran de comentar la jugada, enfrascarse en discusiones prosaicas y darle indicaciones sobre cómo progresar.

Es evidente que el juego demuestra una cierta resistencia a trascender el corsé de sus orígenes, pero este tratamiento de anime de garrafón no es que no aporte nada, es que directamente sustrae de la ecuación.

Por suerte, donde el juego sí está bien armado es en su concepción vertiginosa de la acción. Fiel al ADN de Platinum Games, Yakumo se mueve con una presteza sobrehumana, danzando entre las hordas de enemigos con letalidad manifiesta.

Una escena de 'Ninja Gaiden 4'

Una escena de 'Ninja Gaiden 4'

Ninja Gaiden 4 es un juego muy desafiante, donde los errores se pagan caros y la concentración exigida es máxima. A diferencia de otros títulos más considerados, los enemigos aquí no esperan su turno con paciencia, sino que se abalanzan sobre nuestro protagonista con denuedo, aprovechando cada ocasión para castigarlo ferozmente.

Por suerte, Yakumo cuenta con un arsenal a la altura, no solo por sus diferentes armas y una pléyade de movimientos que va desbloqueando conforme avanza la aventura, sino por su magia de sangre, unos ataques devastadores que rompen la guardia de cualquier contrincante y pueden hacer lidiar con grupos de enemigos de una sola tacada.

Conforme pasan las horas, la sensación de repetición se va asentando. Buena parte de la culpa la tienen los propios escenarios, unas masas amorfas con muy poco nivel de detalle y que podrían haber sido diseñadas de manera procedural con una inteligencia artificial. Se echa en falta una mano más firme en el diseño de niveles.

Más allá de unas breves y muy sencillas secciones de plataformas, el juego es una concatenación de habitaciones donde nos someten a emboscadas. La dirección de arte apuesta por colores apagados, lluvia torrencial y una iluminación artificial pálida y sin contraste.

Una escena del videojuego de Platinum Games 'Ninja Gaiden 4'

Una escena del videojuego de Platinum Games 'Ninja Gaiden 4'

Sorprende que la propia interfaz de usuario parece mirar más al estilo de Cyberpunk 2077 (2020) que a juegos de la propia franquicia, optando por referencias electrónicas que casan bien con los cyborgs que patrullan las calles de Tokio, pero que ahuyentan los aspectos más orgánicos y mitológicos del pasado.

Si a todo esto le sumamos un diseño de personajes que exagera de manera descarada los atributos sexuales, la sensación que termina imponiéndose es la de un juego de otra época que ha sido rebozado con estilismos impropios. Hará las delicias de los fans incondicionales de la acción más técnica y desatada, pero poco más.

Ninja Gaiden 4

Estudio: Platinum Games
Editora: Xbox Game Studios
Director creativo: Masakazu Hirayama
País: Japón
Plataformas: PC, Xbox Series, PlayStation 5