Image: Michel Majerus

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Arte internacional

Michel Majerus

Arte en el mundo

31 marzo, 2005 02:00

Kunsthaus Graz. Austria. Hasta el 16 de mayowww.kunsthausgraz.at

Fallecido en 2002, Michel Majerus fue uno de los agitadores del arte de los noventa. En Graz se pueden ver sus obras realizadas en el campo de la instalación.

Podríamos decir que Michel Majerus encarnó a la perfección el espíritu del arte de los noventa. Así, fue uno de los grandes representantes de esa estética del "todo vale" que alcanzó su cenit en la pasada década, en aquellos años en los que los lenguajes comienzan a fundirse, los elementos pertenecientes a la alta y la baja cultura constituyen un ente absolutamente homogéneo, casi sin fisuras, y la digitalización de la cultura se impone sobre los lenguajes ya entonces considerados "tradicionales". Majerus utilizó fundamentalmente la pintura como escenario donde convergerían todas estas nociones y estableció un diálogo entre ésta y el vídeo y las nuevas tecnologías. Su horizonte creativo se prolongó hacia el territorio de los videojuegos, el cine de animación, la televisión, la música pop y los motivos publicitarios. Para Majerus, todo lenguaje tiene su valor y todos pueden formar la amalgama que, de hecho, forman. Pero su obra es muy consciente, y muy deudora, a la vez, de los hitos de la historia de la pintura del siglo XX. SU trabajo muestra referencias múltiples a creadores como Twombly, de Kooning, Richter, Stella o Warhol. Nacido en la ciudad luxemburguesa de Esch en 1967, Majerus pronto se convirtió en una de las figuras centrales de su generación y su obra comenzó a verse incluida en exposiciones de gran relevancia, entre las que destacan sus individuales de la Kunsthalle de Basel en 1996 o la Kunstverein de Colonia y su participación en la Manifesta de 1998 o la Bienal de Venecia de 1999, donde realizó una gran pieza para la fachada del pabellón de su país. Cuando se encontraba ultimando los detalles de su exposición en el Project Space de la Tate Liverpool en 2002, murió en un desgraciado accidente.

En esta exposición austriaca, que muestra sus grandes instalaciones realizadas entre 1992 y 2002, Majerus muestra su poder de adaptación a los grandes espacios de arte. En la primera Bienal de Sevilla, el recuerdo de Majerus se condensó en su pieza "If we are dead, so it is", una gran rampa de patinaje en la que se inscribían sus habituales referencias a la historia del arte y al mundo visual contemporáneo. Esta exposición de la Kunsthaus de Graz muestra esta misma actitud. Michel Majerus nunca quiso competir con la pintura sino que a través de ella quiso, como se demuestra en esta exposición, ampliar su percepción del espacio. Su visión de la pintura que nace, muchas veces, de su interpretación de los "clásicos", le lleva a repensar la pintura como escenario, como "arena" siguiendo las premisas de Pollock, o a desvirtuar los paisajes rothkianos, con su habitual carácter irreverente, girándolos noventa grados. En los juegos de ordenador y en las videoconsolas, Majerus encontró el camino para extender y ampliar el campo de la producción artística y el de su recepción por parte del público. Pero también le sirvieron para revitalizar y actualizar el repertorio manido de la historia del arte, el Minimal y el Pop. En Majerus podemos encontrar la traducción visual del Techno, el lenguaje musical por excelencia de los noventa. Con su técnica del "sampling", el techno fue el primer movimiento netamente digital, con diferentes lenguajes superpuestos y solapados. De este modo, el artista hermanaba nociones tan diversas como los de Rubens o Disney, Motherwell o Supermario.