Image: Eva Hesse

Image: Eva Hesse

Arte internacional

Eva Hesse

Arte en el mundo

23 enero, 2003 01:00

Tate Modern. Londres. Hasta el 9 de marzo www.tate.org

Eva Hesse murió muy joven. Tras graves problemas de salud, su vida se truncó en 1970 cuando contaba tan solo con treinta y cuatro años. Sin embargo, Hesse tuvo tiempo de entrar en las grandes páginas de la historia del arte con una obra silenciosa y tremendamente sutil. La producción artística de Hesse tiene su punto de partida en los presupuestos minimalistas que afloraron en Norteamérica durante los años sesenta pero surge como una respuesta. Hesse asimila el minimal pero le da una vuelta de tuerca para acercarse a lo que se llamaría "abstracción excéntrica".

Hesse estudió pintura pero es conocida por su creación escultórica. La exposición da buena fe de su trabajo pictórico y, sobre todo, de su faceta dibujística. Nada más terminar su carrera, en 1959, Hesse realizaba dibujos que se insertaban en una estética orgánica con figuras de carácter biomorfo. Los años siguientes muestran una evolución hacia formas más diluidas tendentes a la abstracción y, por lo general, compartimentadas. Estas obras las realiza hasta aproximadamente hasta 1965 fecha en la que viaja a Alemania con su marido. Y es a partir de este momento cuando empieza a realizar las grandes obras que ahora se pueden ver en las once salas en las que la Tate ha dispuesto la exposición.

Apartir de 1965, de vuelta en Nueva York, Hesse trabaja con formas tridimensionales. En su taller alemán, situado en una antigua fábrica de textiles, encontró multitud de materiales deleznables, cuerdas, alambres, cintas, tejidos, que le servirían para llevar a cabo un tipo de creación que camina entre parámetros minimalistas y surrealistas. De esta forma, Hesse
realiza piezas que en un principio podríamos asociar inmediatamente con el minimal pero que tras una segunda mirada relacionamos con una voluntad transgresora, una respuesta radical a estos planteamientos. La utilización de la fibra de vidrio para la realización de formas en principio idénticas que se disponen en gran número en el espacio, o el látex y la cinta, como en
"Hang up", una de las piezas más conocidas de la artista, hacen que su obra se inserte en una dialéctica interesada en el material y sus propiedades. Mientras dispone las formas siguiendo premisas minimalistas, los objetos han de entenderse, en su maleabilidad y su condición efímera, como relatos autobiográficos de una existencia dramática.