Henri Matisse: 'Lujo, calma y voluptuosidad, vol. 1' (fragmento), 1904. Foto: Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. GrandPalaisRmn

Henri Matisse: 'Lujo, calma y voluptuosidad, vol. 1' (fragmento), 1904. Foto: Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. GrandPalaisRmn

Arte

Matisse 'and friends': una gran exposición muestra la influencia que tuvo el pintor en varias generaciones

CaixaForum Madrid presenta obras de todas las épocas del pintor en diálogo con grandes figuras del arte del siglo XX y con una selección de artistas contemporáneos que le rinden homenaje.

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Similitudes, coincidencias, paralelismos, contrastes, en torno al protagonismo del color, al bodegón, a los interiores, al cuerpo de mujer –vestido o desnudo–, a lo decorativo, a la emancipación de la pintura, sirven para articular esta metafórica casa de Henri Matisse (Le Cateau-Cambrésis, 1869 - Niza, 1954) en la que la hospitalidad, entendida como confluencia, lleva a emparejamientos muy atractivos.

Chez Matisse. El legado de una nueva pintura

CaixaForum. Madrid. Comisaria: Aurélie Verdier. Hasta el 22 de febrero

Muestra inédita, fruto de un acuerdo entre el Centre Pompidou y la Fundación ”la Caixa” y presentada como “uno de los platos fuertes” de la temporada, Chez Matisse podrá verse también del 27 de marzo al 16 de agosto en Barcelona.

Monográfica –en torno a Matisse y su legado– y a la vez plural, con más de una treintena de artistas ‘invitados’ en diálogo con su obra, la exposición brinda más allá de los cruces de miradas –que el visitante no encontrará con la misma solidez en todos los casos– una senda muy sugestiva de concordancias interesantes y, desde luego, piezas de primer nivel de Matisse y de sus huéspedes.

La remodelación del Beaubourg, que este verano ha cerrado sus puertas hasta 2030, ha brindado la oportunidad de traer obras importantes de su colección, que en otras circunstancias quizá hubieran encontrado más reticencias para viajar. Sonia Delaunay, Françoise Gilot, Natalia Goncharova, Baya (Fatma Haddad), Anna-Eva Bergman y Zoulikha Bouabdellah añaden además una presencia femenina y pluricultural mayor que en otras muestras similares.

Telas como Le Luxe I, Interior con pecera, Puerta-ventana en Colliure, Naturaleza muerta con aparador verde o Naturaleza muerta con magnolia enriquecen aún más la visita, sin olvidar el singular Luxe, calme et volupté –que llega por primera vez a España–, aunque se echa en falta que no haya viajado alguno de los gouaches decoupées de los envidiables fondos de la institución.

Vista de la exposición. Foto: Caixafórum

Vista de la exposición. Foto: Caixafórum

“Un metro cuadrado de azul es más azul que un centímetro cuadrado del mismo azul”, se lee en uno de los párrafos de introducción a la muestra. Una frase temprana de Matisse, de 1907, anterior incluso a sus esclarecedoras “Notas de un pintor” (La Grande Revue, dic. 1908).

Para el que supiera indagar ya casi no haría falta decir ni leer más: el color y la superficie que ocupa están tan íntimamente relacionados que cualquier variación de uno afecta al otro. Si Picasso dejaba claro el carácter subjetivo y transformador de su pintura con su célebre “yo no pinto las cosas como son sino como las veo”, Matisse nos desvela el valor abstracto de su empeño al decir “no pinto las cosas, pinto las relaciones entre ellas”.

La exposición brinda más allá de los cruces de miradas, una senda muy sugestiva de concordancias interesantes

El recorrido se abre con su interrogativo Autorretrato de 1900. Es el comienzo de una trayectoria que en poco tiempo lo iba a convertir en el artista más acreditado del grupo de fieras que escandalizarían a unos y otros en el Salón de Otoño de 1905, y en centro de las críticas y comentarios. Paradójicamente, sólo Maurice Denis, con sus prejuicios clasicistas, mostró una intuición mucho más aguda que el resto al advertir las características específicamente retinianas de su pintura.

Lienzos de Derain y Vlaminck, compañeros de aquel escándalo, junto a los de Braque y de los Delaunay, entre otros, muestran las primeras semejanzas y paralelismos con Matisse, que se multiplicarán con ejemplos de todo tipo conforme la muestra avanza y prosigue la evolución de nuestro protagonista.

Cabeza blanca y rosa y Puerta-ventana en Colliure se colocan frente a dos muestras de Planos verticales de Kupka. A veces es la semejanza y otras el contraste lo que sirve de enlace, como en las simétricas La argelina de Matisse e Ivette de Chabaud, o en el baile de bodegones saltando en el tiempo de Picasso, Françoise Gilot y su sobria y expresiva Naturaleza muerta con aparador verde o, más adelante, Predominio amarillo de Hans Hofmann junto al potente Gran interior rojo.

No falta la escultura, con la interesante inclusión de El rapto de Europa de Lipchitz entre cuatro bronces matissianos de formato similar, y, en ocasiones, es al propio Matisse a quien se pone en diálogo consigo mismo para resaltar matices o diferenciasEl sueño, por ejemplo, junto a su coetáneo Desnudo rosa sentado– que enriquecen las miradas.

Le Corbusier: 'Métamorphose du violon', 1920-1951. Foto: Centre Pompidou, MNAM-CCI/Hélène Mauri/Dist. GrandPalaisRmn

Le Corbusier: 'Métamorphose du violon', 1920-1951. Foto: Centre Pompidou, MNAM-CCI/Hélène Mauri/Dist. GrandPalaisRmn

En los últimos compases, la inclusión de sendas piezas de Daniel Buren y Michel Parmentier como herederos o sucesores del legado de Matisse parece un poco cogida por los pelos; sorprende que se les dé ese protagonismo. Poco antes habremos sido conquistados por los jardines interiores de Baya en coherente diálogo con bodegones e interiores de Matisse de los años cuarenta, y por el fascinante Not There-Here de Barnett Newman –todo un acierto traerlo– con un cálido amarillo con veladuras más propias del mismo Matisse o Rothko (a quien se echa de menos en esta coda) que de su habitual utilización de los colores.

Paralelamente a la exposición, han programado un ciclo de conferencias y coloquios, Redescubriendo Matisse, con nombres importantes como Marie-Thérèse Pulvenis de Séligny, Francisco Jarauta o Susanne Kudielka, y actividades divulgativas como su habitual Pequeños cinéfilos.

Matisse: 'Figura decorativa sobre fondo ornamental', 1910. Foto: Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. GrandPalaisRmn

Matisse: 'Figura decorativa sobre fondo ornamental', 1910. Foto: Centre Pompidou, MNAM-CCI/Philippe Migeat/Dist. GrandPalaisRmn

Hubo una gran retrospectiva Matisse en 2020 en el Centre Pompidou: Matisse comme un roman, un completo recorrido cronológico en nueve ‘capítulos’ con casi tres centenares de obras pictóricas y documentos en torno a sus escritos y sus incursiones en el mundo editorial.

Años antes, en 2012, Matisse. Paires et séries, de menor tamaño pero no menos ambiciosa, nos iluminaba sobre la exploración de un mismo tema en ocasiones diversas al largo de su vida. Con Chez Matisse…, el centro, de la mano de la Fundación ”la Caixa”, vuelve a proponernos, esta vez con notables invitados, otra forma específica de recorrer su mundo luminoso.