Imagen de la sala 4 con las  'Vistas de Roma' de Piranesi al fondo. Foto: Fundación Telefónica

Imagen de la sala 4 con las 'Vistas de Roma' de Piranesi al fondo. Foto: Fundación Telefónica

El Cultural para

Arte

'El sueño de la razón' pone a dialogar las 'Vistas de Roma' de Piranesi con el algoritmo en una formidable exposición

La Fundación Telefónica, en colaboración con el Museo Universidad de Navarra, reúne en su espacio madrileño 300 piezas para representar un viaje visual, desde el grabado a la inteligencia artificial.

Belén Mateos
Publicada

El diálogo entre grabados, fotografías e instalaciones contemporáneas de arte digital es la base de El sueño de la razón. Del Siglo de las Luces a la inteligencia artificial, la exposición que invita a reflexionar sobre cómo las imágenes han sido, y continúan siendo, herramientas activas en la construcción del saber y de la percepción de la realidad.

Con este objetivo se han reunido en el Espacio Fundación Telefónica 300 piezas procedentes en su mayoría de la colección del Museo Universidad de Navarra y la colección Fernández Holmann.

Entre ellas, destacan una importante selección de grabados del siglo XVIII —con piezas procedentes de la Enciclopedia de Diderot y d’Alembert y de la famosa serie Vistas de Roma de Piranesi— junto a notables ejemplos del siglo XIX dedicados a la botánica, la zoología y la arqueología, que alcanzaron su máxima expresión en la edición imperial de la Descripción de Egipto.

A lo largo del recorrido, los grabados y las fotografías se entrecruzan con instalaciones contemporáneas de Anna Ridler, Quayola, Beauty of Science y ScanLAB Projects, que sumergen al visitante en una nueva forma de ver y conocer el mundo gracias a tecnologías como el big data, los láseres LiDAR o la inteligencia artificial.

Estas herramientas, entrenadas con grandes volúmenes de datos y combinadas con altísimas resoluciones, difuminan los límites entre lo real, lo simulado y lo imaginado.

Así, la exposición, comisariada por Valentín Vallhonrat e Ignacio Miguéliz, se convierte en una conversación entre pasado y presente, un diálogo entre grabados, fotografías e instalaciones contemporáneas de arte digital que se sucede en trece salas del Espacio Fundación Telefónica.

Capturar el conocimiento

El recorrido de la muestra comienza en el siglo XVIII, cuando este impulso por plasmar la realidad llevó a artistas y científicos a capturarla en incontables dibujos y grabados; imágenes con vocación enciclopédica, surgidas principalmente a raíz de las múltiples expediciones emprendidas en los cinco continentes.

Estamos en el Siglo de las Luces y una renovada curiosidad cultural y científica marca en Europa un intenso afán por comprender y catalogar el mundo, lo que trae consigo la promesa de una expansión del conocimiento sin precedentes.

Ejemplo paradigmático de este espíritu ilustrado es la Enciclopedia de Diderot y d’Alembert, publicada entre 1751 y 1772, que reunió en 28 volúmenes el saber de su tiempo desde una perspectiva crítica y laica.

Con más de 72 000 artículos escritos por figuras como Rousseau, Voltaire y Montesquieu, la Enciclopedia abordó temas tan diversos como la anatomía y la astronomía, reflejando la ambición de explicar todos los ámbitos de la realidad desde el conocimiento científico. Y la primera sala de la muestra da cuenta de ello.

Álbumes del siglo XVIII en la sala 2. Foto: Fundación Telefónica

Álbumes del siglo XVIII en la sala 2. Foto: Fundación Telefónica

Fascinación natural

En paralelo, el siglo XVIII vio surgir numerosas expediciones científicas que incorporaban artistas para ilustrar los hallazgos naturales.

Linneo sentó las bases de la taxonomía moderna y sus ideas fueron seguidas por botánicos como Esenbeck, Trew, Ehret, Rylar y Bateman, quienes difundieron valiosos álbumes de grabados de plantas y flores que combinaban rigor y belleza. Otros autores ofrecieron enfoques distintos, como Le Vaillant, que defendía la observación directa de la naturaleza, o Bertuch, que orientó su trabajo hacia la divulgación pedagógica.

Estos grabados conviven, en la sala 3, con la instalación Myriad (Tulips) (2018) de Anna Ridler, que pone de relieve la dimensión humana del aprendizaje automático al mostrar cómo los sistemas de inteligencia artificial dependen del trabajo manual, la subjetividad y las decisiones humanas.

Compuesta por más de mil fotografías de tulipanes tomadas y etiquetadas a mano por la artista, la obra revela la complejidad de clasificar incluso elementos aparentemente simples como una flor, al tiempo que plantea interrogantes sobre los sesgos en los algoritmos. De este modo, reivindica la creatividad y el esfuerzo humano frente a la percepción de los datos como elementos neutros o automáticos.

Detalle de la obra 'Myriad (Tulips)' (2018) de Anna Ridler. Foto: Fundación Telefónica

Detalle de la obra 'Myriad (Tulips)' (2018) de Anna Ridler. Foto: Fundación Telefónica

Piranesi la retrató magistralmente en sus Vistas de Roma (1748–1774), una serie de estampas que combinan precisión arqueológica e imaginación, anticipando la fotografía de viaje. Ese interés por el pasado se extendió también a otras culturas, como muestran Humboldt y Dupaix, que documentaron las civilizaciones prehispánicas desde una mirada científica, o Laborde y Linant, quienes difundieron visualmente Petra.

Los grabados de Piranesi, en la sala 4, dialogan con la obra de ScanLAB Projects, un recorrido inédito por Ecos en la luz. Fragmentos del Foro Romano (2025), utilizando tecnología avanzada de escaneo láser (LiDAR) para reconstruirlo en tres dimensiones. Al igual que el grabado, este proceso ejemplifica el dominio técnico y la comprensión profunda de la realidad.

Otro de los hitos más relevantes de este espíritu ilustrado, en el contexto de la campaña napoleónica de Egipto en 1798, es la Descripción de Egipto (1809–1823), cuya edición imperial puede verse en la sala 6 de la exposición. Se trata de una ambiciosa obra compuesta por 23 volúmenes que reúne el conocimiento del país desde la Antigüedad hasta la Edad Moderna.

Uno de los volúmenes de la 'Descripción de Egipto' (1809–1823), en la sala 6. Foto: Fundación Telefónica

Uno de los volúmenes de la 'Descripción de Egipto' (1809–1823), en la sala 6. Foto: Fundación Telefónica

Científicos y artistas documentaron con rigor científico la arquitectura faraónica, las momias, los jeroglíficos, la zoología y la botánica, sentando las bases de la egiptología. Las imágenes, acompañadas de descripciones literarias de los territorios, ofrecían una visión precisa y monumental del país que influyó enormemente en la cultura y las artes de la época.

La obra se convirtió también en una referencia para el desarrollo de la fotografía, que surgiría apenas una década después de la publicación del último volumen.

Los grabados de historia natural procedentes de la Descripción de Egipto —dedicados a la fauna, la flora y los minerales— conversan en la muestra con el proyecto Beauty of Science, un audiovisual que difumina los límites entre arte y ciencia, mostrando la belleza oculta de los procesos químicos mediante tecnologías como la fotografía macro, micro, de alta velocidad y time-lapse, así como imagen térmica infrarroja.

En la pieza Electrodeposition (2017) se observa la formación de cristales metálicos durante la electrodeposición, que nos permite ver lo que sucede a escalas que escapan al ojo humano.

Llega la fotografía

En 1839, la aparición de la fotografía revolucionó la representación visual. François Arago destacó su veracidad y utilidad científica, y pronto, fotógrafos como Talbot, Atkins y Lerebours comenzaron a explorar sus posibilidades. El daguerrotipo dio paso al calotipo, permitiendo la reproducción masiva de imágenes y consolidando la fotografía como medio de documentación científica y artística.

La fotografía llegó a Egipto con autores como Du Camp y Teynard, quienes capturaron jeroglíficos y paisajes con precisión inédita. Posteriormente, Frith, Salzmann y Hammersmith exploraron el Mediterráneo oriental, estableciendo estudios en ciudades como El Cairo y Constantinopla. Sus imágenes, vendidas a viajeros europeos, consolidaron iconografías estereotipadas del Oriente.

'Storms' (2021), de Quayola, en la última sala de la exposición. Foto: Fundación Telefónica

'Storms' (2021), de Quayola, en la última sala de la exposición. Foto: Fundación Telefónica

Las fotografías de estos pioneros dialogan con Storms (2021), una instalación audiovisual en la que el artista italiano Quayola investiga sobre la tradición de la pintura paisajística, reinterpretada mediante tecnologías avanzadas. A partir de imágenes en ultra alta definición del mar embravecido de Cornualles, el artista genera composiciones digitales que no imitan la naturaleza, sino que la traducen en vectores, intensidades y flujos de color, y muestran otra manera —más abstracta y analítica— de representar la realidad.