Cristina Lucas. 'Chain Reaction Belt' (video still), 2025. Foto: Albarrán Bourdais

Cristina Lucas. 'Chain Reaction Belt' (video still), 2025. Foto: Albarrán Bourdais

Arte

El viaje imparable de la artista Cristina Lucas del espacio privado al escenario global

La galería Albarrán Bourdais inaugura en Madrid una brillante exposición que destaca como una de las propuestas de la temporada.

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Es “la” exposición de esta Apertura de temporada en Madrid. Si cualquier novedad que provenga de la muy internacional Cristina Lucas (Úbeda, 1973) suscita interés, este proyecto presentado en galería, pero que bien podría haberse mostrado en un museo, supone un compendio de casi todo lo que ha producido a lo largo de su trayectoria. Lo que es mucho decir.

Cristina Lucas. E-conmotion

Galería Albarrán Bourdais. Madrid. Hasta el 25 de octubre. De 18.000 a 80.000 €

Porque la artista no solo desarrolla su trabajo con eficacia en diversos medios como escultura, vídeo, pintura, fotografía, y performance. También por la amplitud de las investigaciones que ha abarcado, desde la crítica al patriarcado y al capitalismo.

También trata sus mecanismos de poder hasta la reflexión ecológica y, ahora, la escena presente del big data y la IA. Siempre con una curiosidad voraz, incluida su indagación en la historia de las ideas desde una perspectiva materialista.

Este proyecto compacto y cuidado al mínimo detalle, e-conmotion. Recuerdos colectivos y futuros conscientes, aborda la historia de la modernidad desde mediados del siglo XVIII a través de las cuatro revoluciones tecnológicas y sus consecuencias sociales, sirviéndose de los materiales imprescindibles en cada etapa.

En cierto modo, trasladando a la producción artística la vieja concepción de la Historia social de la literatura y del arte, 1951, de Arnold Hauser, un manual clásico marxista que no ha dejado de reeditarse desde entonces.

Cristina Lucas: 'D.A.N.C.E. (Dynamic Algorithm, Neural Creative Evolution)', 2025. Foto: Albarrán Bourdais

Cristina Lucas: 'D.A.N.C.E. (Dynamic Algorithm, Neural Creative Evolution)', 2025. Foto: Albarrán Bourdais

En la exposición, al comienzo, cuatro piezas ejemplifican revoluciones, cambios decisivos para el planeta: El anciano de los días (W. Blake), una escultura de carbón, hierro, arcilla y vapor representa la mecanización industrial del vapor.

Junto a tres ensamblajes de pinturas, a su vez trípticos: Ancestros. Destellos oscuros del cuerpo sin órganos, realizado con combustibles fósiles sobre tabla para aludir a la evolución de la industria petroquímica; Silicon Apples of the Moon (adaptación de Morton Subotnick) –en homenaje al músico y compositor pionero– donde cobre, silicio y aluminio remiten a la Tercera Revolución Industrial con la digitalización, la electrónica y la informática; y D.A.N.C.E. (Dynamic Algorithm, Neural Creative Evolution), a partir de componentes electrónicos de última generación –cobalto, litio, níquel, manganeso, silicio, cobre y resina sobre acrílico transparente–.

Cristina Lucas, 'Silicon Apples of the Moon (adaptación de Morton Subotnick) 1, 2 y 3', 2025. Foto: Albarrán Bourdais

Cristina Lucas, 'Silicon Apples of the Moon (adaptación de Morton Subotnick) 1, 2 y 3', 2025. Foto: Albarrán Bourdais

Trípticos muy importantes (que sería una pena desmembrarlos para la venta) con los que Cristina Lucas concluye su serie Composiciones, humildes pinturas realizadas durante la pandemia con elementos del cuerpo humano que compartimos con el resto de la naturaleza y que demuestran que la artista no ha huido hacia delante, a diferencia de la mayoría que se prometió entonces cambios profundos en su vida.

Luego, otras cuatro pinturas con pigmentos semejantes sobre planos de papel de patentes de cada revolución tecnológica evidencian la distancia abismal entre los proyectos ideales y su materialidad en la realidad, sujeta a intereses económicos y políticos que conllevan desigualdades, guerras, sufrimientos y muertes.

Cristina Lucas: 'El anciano de los días (W. Blake)', 2025. Foto: Albarrán Bourdais

Cristina Lucas: 'El anciano de los días (W. Blake)', 2025. Foto: Albarrán Bourdais

Todo esto, como antesala a la proyección monumental del audiovisual Chain Reaction Belt. Atención: dura 52 densos minutos que pasan como un respiro. Maravilla el enorme trabajo de archivo y de selección de imágenes. Más aún, las composiciones en collage, con toda suerte de efectos en movimiento que transcurren en la cinta, a modo de trávelin de un timeline protagonizado por máquinas, productos, masas e individuos, y voces en off, sonidos y fragmentos musicales evocadores. Para desembocar en un final inspirador: Our Future Is in Your Hands.