Anna Weyant: 'Slumber' ('Duermevela'), 2020. Bonam Ventures © Anna Weyant

Anna Weyant: 'Slumber' ('Duermevela'), 2020. Bonam Ventures © Anna Weyant

Arte

El polémico ascenso de Anna Weyant, la 'Rembrandt' de la 'Generación Z' que ha conquistado el mundo del arte

El Thyssen acoge la primera exposición en un museo de la artista que se inspira en los maestros holandeses del Barroco para retratar la feminidad adolescente del siglo XXI.

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A los 30 años, Anna Weyant (Calgary, Canadá, 1995) se ha convertido en uno de los fenómenos más comentados del panorama artístico internacional. Su primera exposición monográfica en un museo, que acoge actualmente el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid hasta el 12 de octubre, confirma el ascenso meteórico de esta pintora canadiense. 

Weyant ha conseguido llamar la atención gracias a su lenguaje visual único, que fusiona la técnica de los maestros holandeses del Siglo de Oro con una perspectiva contemporánea sobre la feminidad adolescente. Sus pinturas evocan tanto a Vermeer y Rembrandt como a artistas modernos como John Currin y Balthus.

Él subidón de Weyant en el mercado del arte ha sido vertiginoso y polémico. En apenas tres años, pasó de vender dibujos por 400 dólares en una toalla de playa a alcanzar un precio de subasta de 1,6 millones de dólares en Sotheby’s Nueva York. Fue en mayo de 2022, con su obra Falling Woman (2020), que superó en más de ocho veces su estimación inicial. Ese mismo año, Summertime (2020) alcanzó los 1,5 millones en Christie's.

También en 2022, con solo 27 años, la artista fichó por Gagosian, convirtiéndose en la artista más joven en ser representada internacionalmente por la reputada galería. Su fichaje se produjo, según informaron varios medios especializados, mientras salía con el fundador de la galería, Larry Gagosian, 50 años mayor que ella. Una relación que generó debates sobre la meritocracia en el mundo del arte.

Weyant firmó un contrato de exclusividad con Gagosian, por lo que dejó de ser representada por las galerías que la habían impulsado desde Instagram al mundo del arte: 56 Henry y Blum & Poe. Aunque la pareja se separó a principios de 2025, Weyant mantiene su representación con la galería.

Vista de la exposición de Anna Weyant en el Museo Thyssen de Madrid, con las obras 'Feted' ('Festejada') y 'Falling Woman' ('Mujer cayendo') al fondo. Foto: © Francis Tsang

Vista de la exposición de Anna Weyant en el Museo Thyssen de Madrid, con las obras 'Feted' ('Festejada') y 'Falling Woman' ('Mujer cayendo') al fondo. Foto: © Francis Tsang

Más allá del mercado, Weyant ha conquistado el reconocimiento cultural mainstream. En 2024, Marc Jacobs la eligió para pintar el retrato de Kaia Gerber para la portada de diciembre de Vogue, convirtiéndola en la primera artista en crear una portada pintada para la revista estadounidense. La colaboración refleja su influencia creciente en la cultura pop, habiendo trabajado también con marcas como Chanel y Dior.

Su obra ha atraído a coleccionistas de élite como el citado Jacobs, quien posee varias de sus piezas, y figuras del espectáculo como Venus Williams y Serena Williams, que han posado para sus retratos. La fascinación por su trabajo trasciende generaciones, conectando especialmente con mujeres jóvenes que se reconocen en sus representaciones de la feminidad adolescente.

Anna Weyant: 'Wit of the staircase' ('Ingenio de la escalera'), 2020. Colección privada. © Anna Weyant

Anna Weyant: 'Wit of the staircase' ('Ingenio de la escalera'), 2020. Colección privada. © Anna Weyant

La artista ha perfeccionado el sfumato, la técnica de sombreado fino que produce transiciones imperceptibles entre colores y tonos, otorgando a sus figuras una delicadeza porcelánica que resulta inquietante y seductora a la vez. Sus protagonistas, principalmente mujeres jóvenes, habitan un mundo suspendido entre lo onírico y lo cotidiano, reflejando lo que la propia artista denomina "traumas de bajo riesgo" de la adolescencia femenina.

La muestra madrileña, comisariada por Guillermo Solana, representa un momento crucial en la carrera de Weyant. Los 26 lienzos y obras sobre papel seleccionados dialogan en la exposición con cinco obras de la colección permanente del museo, incluyendo piezas de Mattia Preti, Magritte y Balthus.

Esta disposición curatorial subraya las conexiones históricas de su trabajo, desde el Barroco hasta el arte de entreguerras, periodos bien representados en el Thyssen. La instalación evidencia cómo Weyant mira al pasado pero reflexiona sobre el presente, fusionando su técnica pictórica con humor negro y una perspectiva feminista muy actual.

La artista trabaja meticulosamente desde su estudio-comedor en un apartamento de la Quinta Avenida, donde cada obra requiere al menos un mes de trabajo. Su proceso creativo, que combina referencias desde cuentos infantiles hasta memes de Tumblr, refleja una generación que creció entre lo analógico y lo digital.

Anna Weyant: 'That's All, Folks' ('Eso es todo, amigos'), 2024. Cortesía de Gagosian © Anna Weyant

Anna Weyant: 'That's All, Folks' ('Eso es todo, amigos'), 2024. Cortesía de Gagosian © Anna Weyant

A pesar de las controversias sobre su ascenso meteórico, la originalidad y la calidad pictórica de la obra de Weyant son innegables. Sus pinturas reflejan los dilemas de la juventud contemporánea, desde la presión de las redes sociales hasta las complejidades de la identidad femenina en el siglo XXI.