Un detalle de la exposición. Foto: Patrimonio Nacional

Un detalle de la exposición. Foto: Patrimonio Nacional

Arte

Por primera vez en la historia el Pabellón español de la Bienal de Venecia, al completo en nuestro país

Pinacoteca migrante de la artista hispano-peruana Sandra Gamarra aterriza en la Biblioteca Nacional con las mismas obras -y casi misma escala- que el pabellón veneciano.

Más información: Maurizio Cattelan, un genio del arte nadando en la colección del Pompidou

Publicada
Actualizada

"Es la primera vez que un proyecto que representó a España en la Bienal de Venecia se presenta íntegro en nuestro país", recordó el comisario Agustín Pérez Rubio esta mañana en la rueda de prensa de presentación, subrayando la “oportunidad de que el público que no haya viajado a Venecia pueda entender lo qué propuso España”.

Pinacoteca Migrante, el proyecto con el que la hispano-peruana Sandra Gamarra ocupó el Pabellón español en la 60ª Bienal de Arte de Venecia (abril-noviembre 2024) consiste, según su comisario, en -un museo “portátil” que desmonta el relato colonial de las colecciones públicas españolas a través de una institución nómada que se adecua al espacio y que cuestiona la idea misma de patrimonio-.

La propuesta nos invita a mirar desde otra perspectiva la historia del arte, una historia escrita por los vencedores. Un ejemplo interesante se encuentra en la última sala. Presidida por un gran mural pintado en pan de oro, en su centro hay una recreación de un detalle del cuadro de Las Meninas de Velázquez. En él se observa cómo una sirvienta le ofrece a la Infanta una bandeja de plata, probablemente venida del Potosí, con un búcaro, un recipiente arcilloso pequeño, en apariencia, inofensivo.

Resulta que las damas nobles e incluso las monjas de clausura de gran altura practicaban la bucarofagia, que consistía en beber su agua perfumada para, posteriormente, roer la cerámica del recipiente, proveniente del estado de Jalisco (Guadalajara), exactamente de Tonalá, para, sin saberlo, intoxicarse con el plomo que contenían y así palidecer de modo enfermizo, un indicador de belleza de la época.

La representación pictórica de esta sorprendente práctica es utilizada por la artista como una metáfora, un modo de representar cómo la hija del rey consume la tierra conquistada. También está representada una figura del famoso Tesoro Quimbaya, que en varias ocasiones y, oficialmente, por vía diplomática, el gobierno colombiano ha pedido su restitución a nuestro gobierno, ya que es el único vestigio de una cultura de la que la propia Colombia carece de elementos para su estudio.

Inauguración Pinacoteca Migrante con Sandra Gamarra, Agustín Fernández Rubio y Jordi Martí Grau. Foto: Patrimonio Nacional

Inauguración Pinacoteca Migrante con Sandra Gamarra, Agustín Fernández Rubio y Jordi Martí Grau. Foto: Patrimonio Nacional

Pinacoteca migrante se estructura en seis salas que se han adaptado al nuevo espacio debido a sus intrínsecas diferencias arquitectónicas. Se han mantenido sus seis capítulos, aunque hay dos cambios: el primero es el orden narrativo, que ha sido ligeramente alterado y el segundo es la variación del número de los monumentos del capítulo del "Jardín migrante", que en Italia estaba compuesto por once figuras ahora se han montado, por motivos espaciales, ocho.

Las seis salas del pabellón están repletas de pinturas “falsamente” viejas, citas ecofeministas bordadas en hilo de plata y vitrinas que revisaban los sistemas de castas, el comercio y el extractivismo. El proyecto recorre varios episodios de la historia del arte reinterpretados por Gamarra incidiendo en nuestro pasado colonial y en su representación, dignificando sus personajes olvidados mediante pinturas, muchas de ellas esbozadas y a medio terminar, lo que evoca que el tiempo de dichos sucesos racistas no solo no ha terminado sino que continúa sucediendo.

Un momento de la visita guiada a medios. Foto: Patrimonio Nacional

Un momento de la visita guiada a medios. Foto: Patrimonio Nacional

A la cuestión de por qué se programa esta exposición en la Biblioteca Nacional y no en otro espacio artístico de la ciudad, responden que la BNE tenía las dimensiones adecuadas para albergar todas las piezas del pabellón, aunque se barajaron otros espacios de la capital. Añaden que muchos de los dibujos de Gamarra están inspirados en facsímiles que guarda la propia biblioteca, por lo que se establece cierta conexión.

"Pinacoteca Migrante es una institución nómada que se adecua al espacio y cuestiona la idea misma de patrimonio, queríamos reproducir lo que fue el pabellón, no traer una una muestra", afirmó el comisario.

En la rueda de prensa también se encontraba el Secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí Grau, que evitó responder a la prensa cuando se le preguntó por el futuro programa de descolonización de nuestros museos y, en concreto, por la revisión museográfica del Museo América y el antropológico, respondiendo que desconoce el contenido de dichos programas, así como la fecha en que se harán públicos.

Ya se han dado pasos en este sentido como la Carta de Compromiso sobre Restos Humanos - firmada en abril 2025 por los 16 museos estatales, que prohíbe exhibir osamentas salvo justificación científica o comunitaria En febrero de este mismo año se retiró la momia guanche del Museo Arqueológico Nacional, emblema de esta nueva norma.

Vista de la exposición. Foto: Patrimonio Nacional

Vista de la exposición. Foto: Patrimonio Nacional

El recorrido, atravesado por lienzos reescritos, vitrinas con huchas del Domund y planchas de cobre que registran la España vaciada, rehúye la nostalgia: “La historia no está fija; se barniza, se restaura o se descascarilla según las urgencias del presente”, afirma la artista.

Gamarra celebró la resonancia simbólica del edificio: "Aquí se guardan los títulos y los relatos que han cimentado nuestra forma de mirar; exponer dentro de un archivo viviente permite escribir y tachar al mismo tiempo". La biblioteca —añadió— "no es sólo contenedor, sino capítulo".