Patrizia Sandretto  en la exposición 'Si las palabras hablaran', en Montoya 8 (Madrid). Foto: FSRR ©Benedetta Mascalchi

Patrizia Sandretto en la exposición 'Si las palabras hablaran', en Montoya 8 (Madrid). Foto: FSRR ©Benedetta Mascalchi

Arte

Patrizia Sandretto: "El arte transforma el mundo en un lugar más tolerante"

Hablamos con la reconocida coleccionista italiana, que presenta en España un proyecto para comisarios jóvenes y dos exposiciones de su colección en Sevilla y Valladolid

8 junio, 2022 02:23

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Patrizia Sandretto (Turín, 1969) parece hacer posible lo imposible. Tiene los recursos pero también la inteligencia y la sensibilidad para gestionarlos. Ahora trabaja en transformar una pequeña isla de Venecia, San Giacomo, en la tercera sede de su fundación, la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo que creó en 1995. Mecenas, miembro del consejo internacional de la Tate Gallery y del MoMA, entre otros, presidenta del comité internacional de ARCO, profesora universitaria o madre de dos hijos, son solo algunos datos de su apabullante currículo.

Hablamos con ella con motivo de la presentación en Madrid de su programa de comisarios, así como de la doble inauguración de una selección de su colección en el Patio Herreriano de Valladolid y en el CAAC de Sevilla. Transmite cercanía, elegancia y un entusiasmo contagioso que refleja la pasión con la que trabaja.

Pregunta. ¿Cuántas piezas tiene?

Respuesta. Unas 1.500.

P. ¿Es el coleccionismo una forma de amor?

R. ¡Si, claro! De amor, de pasión, de curiosidad… yo empecé a coleccionar hace treinta años, en 1992, este año es mi aniversario. Entonces no sabía nada de arte contemporáneo, yo estudié economía de empresa, ¡otro mundo! Y después, gracias a una amiga, fuimos a visitar los talleres de artistas en Londres y fue increíble, me abrió la mente y me cambió el mundo. Coleccionar es algo especial, una pasión y una emoción, pero coleccionar arte contemporáneo todavía lo es más porque es el único arte en que puedes conocer a los artistas vivos.

“Visitar por primera vez en Londres los talleres de artistas me abrió la mente y me cambió el mundo”

P. Cuenta que su primer flechazo artístico fue con Anish Kapoor ¿fue la primera pieza que compró?

R. Realmente empecé comprando a artistas italianos, también coleccionando fotografía histórica. Ahora tengo más de 3.000 fotografías a partir de 1839, pura historia de la fotografía.

Maurizio Elia: 'Novitskova Approximaton Mars I', 2014, en la exposición del Museo Patio Herreriano

Maurizio Elia: 'Novitskova Approximaton Mars I', 2014, en la exposición del Museo Patio Herreriano

P. ¿Qué le hace decidirse a comprar una obra?

R. Me gusta tener una relación con el artista y que este tenga un mensaje.

P. ¿Cuál es su relación con las galerías?

R. Son los primeros que empiezan a trabajar con los artistas, los descubren, trabajan codo a codo con ellos, producen sus primeros catálogos… la galería para mí siempre ha sido, es y será muy importante. También podríamos hablar de galería online porque ahora se diversifican las plataformas. Del mismo modo opino del papel de las ferias.

P. ¿Qué consejos daría a quien quiera empezar una colección?

R. Lo importante es tener los ojos abiertos. Estudiando, leyendo, informándose. Ejercitando tus ojos para comprender el arte, uno tiene que escuchar y educar la mirada. Cuando miras mucho empiezas a detectar lo interesante.

“El arte contemporáneo no es decoración. Tiene un mensaje muy fuerte, habla del momento en el que vivimos”

P. Dice que no le interesa el arte decorativo, sino que entiende el arte como reflejo de un zeitgeist generacional: ¿qué es el arte contemporáneo para usted?

R. El arte contemporáneo no es decoración. El arte tiene un mensaje muy fuerte, habla del momento en el que vivimos. Gracias a él leo el mundo de modo diferente. El arte transforma el mundo en un lugar más tolerante. Te obliga a escuchar más y a hablar menos. El arte es un instrumento para la escucha. Veo en primera persona cómo interacciona con la vida, cómo transforma a los niños, los hace más abiertos, más democráticos. El arte nos ayuda a comprender el mundo. Es emocionante.

Pae White: 'Still Untitled', 2010, en la exposición del CAAC de Sevilla

Pae White: 'Still Untitled', 2010, en la exposición del CAAC de Sevilla

P. Su fundación tiene un departamento pedagógico muy interesante en el que destaca la figura del mediador…

R. Mi fundación es sin ánimo de lucro y a través de ella quiero devolver a la sociedad todo lo que el arte me ha dado. Antes de la pandemia teníamos 30.000 niños que venían cada año. Nuestro departamento pedagógico es mucho más grande que el curatorial porque tenemos las actividades, workshops, etc. segmentados por edades, discapacidades, minorías, enfermedades… Trabajamos con personas sordas, ciegas, enfermos de Parkinson o Alzheimer, afasias, demencias.

Queremos llegar a todo el mundo. Nuestros mediadores están especializados en cada grupo, son jóvenes graduados, sobre todo mujeres. Antes de cada exposición conocen a los artistas, participan en la instalación de las obras y de todo el proceso, y después están en la sala, hablan muchos idiomas, si quieres te explican, si no quieres no. Así se crea una experiencia más íntima entre el espectador y la obra.

“No hay diálogo ni con el Ayuntamiento ni con la Comunidad de Madrid. Hace un año que se suspendieron las conversaciones”

P. ¿Cómo van las conversaciones con el Ayuntamiento para establecer su sede de Madrid después de que la propuesta de la Nave 9 de Matadero se desechara por motivos estructurales?

R. La verdad es que en este momento no hay diálogo ni con el Ayuntamiento ni con la Comunidad de Madrid. Hace un año que se suspendieron las conversaciones. Yo lo intenté, pero ya no contestan. Estaba interesada en el espacio de La Ingobernable, pero van a hacer allí un centro de salud. Yo no dejo de trabajar en España. La fundación trabaja de un modo nómada y esto es muy enriquecedor también: primero pienso en el artista y luego en el contexto perfecto para acogerlo. Sin duda me gustaría tener un espacio, pero hasta que no lo encuentre no podrá ser.

P. De hecho, este mes de junio presenta su colección en España con dos exposiciones, una en el museo Patio Herreriano de Valladolid y otra en el CAAC de Sevilla.

R. Estoy feliz de presentar mi colección en Sevilla y Valladolid. A partir de la colección se pensaron las exposiciones y no al revés. Me han gustado mucho sus propuestas ya que es importante dar una correcta lectura de la colección. Han salido más de 100 obras en camiones desde Turín. Para mí es muy importante mostrar mi colección ya que en las sedes de Turín y Guarene no está expuesta de modo permanente.

Vista de 'Si las palabras hablaran' en Montoya 8 (Madrid). Foto: Benedetta Mascalchi

Vista de 'Si las palabras hablaran' en Montoya 8 (Madrid). Foto: Benedetta Mascalchi

P. ¿Qué objetivos tiene su programa de comisariado Young Curators Residence Program cuyo resultado acaba de inaugurar en Madrid?

R. Es uno de los proyectos más importantes porque crea una red de trabajo, una sinergia entre comisarios y artistas. Este proyecto da la posibilidad a tres jóvenes comisarios, elegidos internacionalmente, de trabajar en conjunto, visitar un país y a sus artistas. Más tarde, cuando empiezan a trabajar en instituciones invitan a exponer a muchos artistas que han conocido durante la residencia, así que el programa sigue activo.

Yo creo en la colaboración. Colaborar, colaborar, colaborar. También a nivel institucional. Es lo más importante red, red, red, este mundo es muy endogámico. Nunca yo, yo, yo. Nosotros. Todos juntos podemos hacer grandes proyectos.

“La fundación trabaja de un modo nómada: primero pienso en el artista y luego en el contexto perfecto para acogerlo”

P. ¿Cómo ve el mundo del arte en la era postpandemia? ¿Cree que va a ver un boom del arte digital o en cambio primará lo presencial y lo relacional?

R. El mundo del arte sigue caminando, no creo que la pandemia haya cambiado significativamente nada. El arte digital por otra parte siempre ha existido, ya en los años 80 los artistas trabajaban con arte digital. En mi colección tengo unas 200 obras digitales desde los años 90, obras de vídeo, filmes, obras con inteligencia artificial. Siempre ha estado ahí.

P. ¿A qué artistas no va a perder de vista en el futuro?

R. Hay muchos artistas interesantes: Sandra Mujinga, que es increíble; Daniela Ortiz es otra artista fantástica; Michael Armitage o Katja Novitskova, que es una creadora postinternet, ella encuentra animales en internet, los convierte en una escultura, luego en el museo te haces un selfie con ellos y esta escultura vuelve a la red haciendo un viaje transmedia. Vamos a producir su obra.

Una colección abierta

Patrizia Sandretto no se cierra a nada. Su colección estuvo en 2013 en la Whitechapel Gallery de Londres e incluso viajó por mar en 2015 al Centro de Arte Contemporáneo de Quito, Ecuador. “Una experiencia increíble –dice–. La gente estaba feliz de encontrarse con piezas que conocían pero que nunca habían tenido la oportunidad de disfrutar en vivo”.

Este verano tenemos dos citas con su colección en España. El 8 de junio se inaugura en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla Extraño, comisariada por Juan Antonio Álvarez Reyes en el antiguo monasterio de la Cartuja, reunirá un gran número de obras de artistas internacionales como Maurizio Cattelan, Anish Kapoor o Damien Hirst, que plantea romper los estereotipos de la creación contemporánea y mostrarla como algo extraordinario.

Y el día 11 se abre en el Patio Herreriano de Valladolid Una revelación, el plato fuerte del 20 aniversario del museo, comisariado por Javier Hontoria. Un proyecto que rompe con la tendencia del centro de mostrar producción nacional para arrojar luz a las corrientes internacionales más importantes del momento y de la historia del arte reciente.

“Las obras de arte son parte de mi vida, vivo con ellas en mi casa y están unidas a mi biografía personal. Me preocupan mucho las condiciones en que se exhiben, pero cuando voy al museo y las veo instaladas siento una enorme emoción”, afirma Sandretto. Ambas muestras suponen un despliegue de más de un centenar de obras de la colección italiana y se enmarcan en un gran proyecto colaborativo sin precedentes entre ambas instituciones.