Imagen | Primer paseo, y sin pantallas, por ARCO

Imagen | Primer paseo, y sin pantallas, por ARCO

Arte

Primer paseo, y sin pantallas, por ARCO

Con 130 galerías, menos de las habituales, y pasillos más amplios, arranca en Ifema la 40º edición de la feria. Estas son nuestras primeras impresiones

7 julio, 2021 09:05

Posiblemente la edición de ARCO que abre hoy sus puertas será recordada como una de las más esperadas por esa necesidad acuciante de normalidad, de ver arte y encontrarse con colegas, pero también como una de las más "correctas", sin adjetivos. Es, en realidad, lo que todos esperábamos. Encontramos muchos stands interesantes y bien montados y a la vez muy pocas sorpresas. ¿Tiene una feria que sorprender? Quizá no en su Programa General pero sí de alguna manera. Esta cita tiene a su favor que hay más espacio (el número de galerías ha descendido de 209 a 130), se camina cómodamente y los stands se estiran.

También destacan los Solo Projects de artistas mujeres, que permiten profundizar más y mejor en su trabajo (con ejemplos como Johana Calle en Moisés Pérez de Albéniz, Fernanda Fragateiro en Elba Benítez, Isabel Villar en Fernández-Braso, Beth Moysés en Fernando Pradilla o Magda Bolumar en Marc Domènech), aunque quizá otro año puedan concentrarse en un mismo espacio para que no se desdibujen sus propuestas.

¿Tiene una feria que sorprender? Quizá no en su Programa General pero sí de alguna manera

Y no falla tampoco la joven sección de Opening, comisariada por Övül Durmusoglu y Julia Morandeira, que si bien sobre el papel parecía muy mermada (solo 10 galerías frente a las 21 de 2020, 3 de ellas portuguesas), no ha perdido nada de su frescura original con propuestas como la de Sejla Kameric en la galería Eugsterde de Belgrado que reflexiona, partiendo de la anécdota de la chaqueta de Zara que se quedó sin existencias después de que la llevara Melania Trump, sobre los trabajos precarios y tradicionalmente femeninos asociados a la producción textil de las grandes marcas. O la de la galería angoleña Jahmek Contemporary Art con una instalación de sillas de plástico verdes de Sandra Poulson con múltiples resonancias.

Sandra Poulson en la sección de Opening (Jahmek Contemporary Art)

La sección que más curiosidad me despertaba era la de Remitente, el espacio que sustituye a los programas anteriores que daban identidad a ARCO, al tradicional país invitado o al tema (en 2020 Es solo cuestión de tiempo, en torno a la figura del artista cubano Félix González Torres). La nueva propuesta se ha dedicado a las galerías latinoamericanas (15 en concreto) que en principio no podían viajar a Madrid por las restricciones sanitarias, haciendo de la necesidad virtud y buscando nuevas soluciones. La lista de participantes ya estaba prefijada por el comité de la feria en febrero y se ha montado a la velocidad de la luz, confiesa su "cómplice" (que no comisario) Mariano Mayer, que en apenas 3 meses ha dado forma a todas estas propuestas.

Remitentes con dirección en Latinoamérica

Prima aquí el vídeo, claro, fácil de transportar o de enviar online, junto a propuestas interesantes de Felipe Mújica, que cambia sus conocidas banderolas por obra sobre papel, Glenda León y sus piezas sonoras o Regina Silveira con un vídeo histórico en el que va marcando los límites con sus manos. La premisa era que todas estas obras se pudieran enviar, física o virtualmente y/o rehacer en Madrid. Y esta idea de colaborar e imaginar otros caminos posibles continuará, dicen, en el próximo ARCO de febrero.

Es curioso que al mismo tiempo sí que encontramos alguna galería del otro lado del charco en la Sección general. La brasileña Baró, que abre ahora en Palma de Mallorca, con un colorido José María Sicilia, o Proyectos Ultravioleta, de Guatemala, con Vivian Suter, ahora con individual en el Palacio de Velázquez, y su madre, Elisabeth Wild.

'Guernica' de Ibarrola en la galería José de la Mano

La sorpresa que adelantábamos en nuestro primer recorrido por la feria se ha confirmado. El Guernica de Ibarrola, que a estas alturas ya estarán cansados de ver en periódicos y telediarios, merece la pena. Fue un descubrimiento casual de la galería José de la Mano mientras preparaba una exposición del artista vasco, una pintura de 2 x 10 m, formada por 10 lienzos, que no se expone desde 1980. Es fruto de la reivindicación de un grupo de intelectuales para que la pintura de Picasso se instalara en el País Vasco y cuelga ahora en ARCO, a la espera de que una institución o fundación quiera hacerse con ella (esta es la única cláusula que ha puesto la familia). El resto del stand está dedicado a la geometría en blanco y negro de los años 60 y 70 en nuestro país, del Centro de Cálculo y el Equipo 57.

Queda en el aire la repercusión que tendrá, el número de coleccionistas y el compromiso de las instituciones

Merecen la pena también los stands de The Goma (atentos a la escultura de perfiles afilados de Ana Santos), Joan Prats, Mon Charpentier y esos marcos cerámicos sin imagen de Óscar Muñoz que dan tanto que pensar en esta era de la atroz digitalización y del bombardeo de imágenes, P74 y el proyecto de Poloca Lovsin sobre el efecto que produce el turismo en las ciudades, Travesía Cuatro, Ponce + Robles con un stand en el que se deja ver la huella de su programa comisariado en torno al medioambiente y Maisterravalbuena. Alarcón Criado es una de las propuestas valientes en la que dejan de lado a sus "clásicos" de ARCO para apostar por otras voces más jóvenes, femeninas y de fuertes resonancias artesanales (las piezas sonoras de Alegría y Piñeiro son fascinantes).

Arturo Comas en la galería T20

Otros nombres en los que parar: Arturo Comas en T20, Clara Montoya en F2, Val del Omar en Max Estrella, Gino Rubert en Senda para relajar motores y darse al humor, con algo de morbo, con ese macro retrato de historia actual de la escena artística de Barcelona (rauda y veloz he encontrado a Ferrán Barenblit, David Armengol, Juan Canela…), o Diana Larrea con un vídeo que recoge varias de las stories de su Instagram que reivindican el necesario lugar de las artistas en la historia del arte.

Queda ahora en el aire la repercusión que tendrá la feria, el número de coleccionistas que la visitarán finalmente y el compromiso de las instituciones nacionales a través de sus adquisiciones con nuestro mermado mercado. Las galerías, que se juegan mucho, han venido con sus deberes hechos. La suerte está echada.

@LuisaEspino4