En la ciudad, en el campo, en una nave industrial o en una antigua casa-palacio del siglo XVIII, son muchas las fórmulas elegidas por los coleccionistas para compartir las obras que custodian con mimo. Porque, y en esto sí coinciden, "el arte es patrimonio de todos y como depositarios tenemos la obligación de compartirlo". En pleno epicentro de ARCO hablamos con los impulsores de siete colecciones españolas sobre los espacios en los que podemos visitarlas. Y aprovechamos también para enterarnos de dónde tienen puesto el ojo en esta nueva edición de la feria, sus obras fetiche y las galerías que nunca se pierden. Artistas peruanos, arte conceptual, emergente, geométrico, proyectos específicos para el lugar... Aquí tienen algunas claves.

Fundación Sorigué

Lérida

"Nuestra primera adquisición consciente fue Agnostic Site (2000) de Darío Urzay, en ARCO precisamente", recuerda Ana Vallés, cabeza de la Fundación Sorigué, una colección construida a partir de la donación de las obras del siglo XIX catalán del matrimonio Sorigué. En 2012 abrieron el espacio en Lérida "para compartir nuestros fondos con todos los públicos y organizar también exposiciones alrededor de la obra de artistas representados en la colección" y cinco años después inauguraron en Balaguer el espacio PLANTA dedicado a proyectos site-specific y por todo ello recibieron en 2015 el Premio Arte y Mecenazgo de "la Caixa". En el museo han organizado muestras de Antonio López, Chiharu Shiota y Óscar Muñoz (esta última hasta el 17 de marzo) y en PLANTA "conviven instalaciones industriales, graveras en explotación y campos de olivos, con obras de artistas tan significativos como Juan Muñoz, cuyo Double Bind se puede ver ahora. Dice Vallés que le cuesta seleccionar una obra entre las más de 450, aunque hay algunas que han marcado un hito: "el Cuarto de baño de Antonio López supuso reconocer que la colección quería ser compartida; Mid Age Love de William Kentridge conllevaba su internacionalización, y la colaboración con Tomás Saraceno en su exposición del Palais de Tokyo de París, una nueva visión hacia los site-specifics".




Fundación RAC

Pontevedra

Detrás de la Fundación RAC está el coleccionista Carlos Rosón y más de 300 obras de nombres como Rogelio López Cuenca, Ignasi Aballí, Tania Bruguera, Olafur Eliasson o Sarah Morris. La aventura comenzó en 1993, cuando compró una pintura de Rafols Casamada a Soledad Lorenzo. Años después, ya en 2007, se lanzó a abrir un espacio en el centro de Pontevedra -por el que ha recibido los Premios ‘A' del Coleccionismo (2009) y de Arte y Mecenazgo de "la Caixa" (2018). En sus salas pueden verse exposiciones temporales de la colección y proyectos específicos de artistas que han estado en residencia (uno por año). La última ha sido Sandra Gamarra y ahora le toca el turno al colombiano Nicolás Paris. "El espacio nace de la necesidad de compartir con los artistas su proceso creativo, convivir con ellos y aprender de su experiencia. Además, entendemos que una colección no debe ser algo exclusivo de quien la posee y que nuestra obligación como depositarios de esas obras es compartirlas con los demás". En ARCO tienen el ojo puesto en los artistas latinoamericanos. "De Perú nos interesa el trabajo de David Zink Yi, Fernando Bryce... Y es, además, una buena oportunidad para descubrir otros nombres. En el programa general buscaré obras de Wolfgang Tillmans, Lawrence Weiner, Matt Mullican y Franz Erhard Walther".




OTR Espacio de arte

Madrid

OTR Espacio de Arte es un proyecto tricéfalo que lleva más de una década rodando. La historia ya la conocemos: lo que iba a ser el almacén y showroom de la colección de José Antonio Trujillo y Elsa López Solana, se transformó, con la complicidad del artista Marlon de Azambuja, en una sala de exposiciones en la que se han celebrado hasta el momento más de dos docenas. A la primera "muestra piloto" de la colección le han seguido diálogos entre sus fondos y la obra de artistas invitados. Ha recibido los Premios ‘A' al Coleccionismo (2009) que concede la Fundación ARCO, cuenta con más 400 piezas entre nombres más jóvenes -Cristina Garrido, Alain Urrutia, Elena Bajo, Carlos Bunga- y otros tótems como Helena Almeida, Cristina Iglesias, Louise Bourgeois, o Rémy Zaugg. Y para ARCO han preparado No has visto el final, una propuesta de instalaciones de nueva producción y gran formato de Miler Lagos, Antonio Franco, Elsa Patricio y el propio Azambuja que se inaugura hoy. El tema es la obsesión "no sólo como gesto repetitivo, sino también como impulso del artista por hacer obras que, aunque no tengan una salida comercial, tiene la necesidad de crear". Como acompañante de honor contarán para la ocasión con el Poliedro de la melancolía de Oteiza.




La Nave Sánchez-Ubiría

Madrid

Aunque Marga Sánchez comenzó a coleccionar a principios de los 80 -"con un grupo de artistas que me fueron enseñando"- la Nave Sánchez-Ubiría lleva abierta poco más de un año. "Tenía nostalgia de la galería [Distrito 4] y siempre había querido tener una fundación y un espacio donde mostrar la colección y hacer actividades. Tengo en la cabeza empezar residencias y otro tipo de proyectos que den entrada a la gente joven". Son dos las exposiciones celebradas hasta el momento: Una mujer que es Otra, sobre la presencia femenina en el arte africano (del que tiene la friolera de 450 piezas) y El Fantasma de una oportunidad, que pone en diálogo su colección de arte contemporáneo, de 500 piezas, y la del portugués António Cachola. Está recién inaugurada y gira en torno a la idea de las fantasmagorías de William S. Burroughs. Fotografías de Joseph Beuys, Helena Almeida y Candida Höfer, esculturas de Bruce Nauman, June Crespo y uno de los espejos reparados de Kader Attia son algunas de las piezas incluidas. La próxima muestra será de Jorge Macchi, que está muy bien representado en la colección.




Colección Kells

Santander

Son uno de los seis Premios ‘A' de esta edición de ARCO, aunque -dicen- apenas llevan diez años coleccionando "arte contemporáneo". Su historia se remonta a 1996, cuando compraron su primera pintura, un Juan Alcalde en la galería Docal. Entonces buscaban obras de la segunda mitad del siglo XX: Feito, Saura, Sempere, Genovés... para colgar en su casa. En 2004, la primera vez que fueron a ARCO, dieron el giro al arte más actual, aunque -confiesan- en su salón todavía cuelgan todas esas obras de la primera época, que conviven con piezas de Ángela De la Cruz y Nuno Nunes-Ferreira en otras habitaciones. Su colección, de algo menos de 400 piezas, es ecléctica. Las obras les tienen que entrar por los ojos y sobre todo tienen pintura. No tienen una galería de cabecera, pero sí mucha relación con las de Santander -Juan Silió y José de la Fuente- y con otras "periféricas" que tienen "mucho mérito" -Ángeles Baños, T20, ATM y Trinta. Desde hace un año han podido, por fin, poner orden en sus fondos y almacenarlo todo junto en su nuevo espacio a las afueras de Santander, 200 metros cuadrados con una zona para colgar y disfrutar de algunas de las piezas. Funciona como una especie de showroom que no está abierto al público pero puede visitarse con cita previa. Ya veremos, otros espacios de coleccionistas de estas páginas empezaron precisamente así.




Casa de Indias

Puerto de Santa María

"Fue algo completamente inesperado. Buscábamos una casa de verano y dimos con un edificio mucho más grande que había albergado el museo de la Fundación Pedro Muñoz Seca. Entonces surgió la idea de Casa de Indias, quizá por influencia de las musas de La Venganza de Don Mendo, que aún volaban por la zona...", bromean Lola Martínez y César Jiménez. Aunque sólo llevan cinco años comprando ya han reunido cerca de 50 obras y el 11 de mayo inauguran, dentro de los Encuentros Colecciona, este nuevo espacio en el Puerto de Santa María, "una zona en la que no hay mucho arte contemporáneo". La casa se organiza en tres áreas: en la planta baja está la sala de exposiciones temporales y el patio; en la primera, la vivienda y la colección permanente, y en la segunda la futura residencia de artistas. De entre todas las piezas de la colección destacan, "aunque es complicado elegir", X Sign For A Crucifixion de John Baldessari, The Scream de Marina Abramovic y un políptico de Olafur Eliasson. También nombres más emergentes como Tito Pérez Mora y Federico Miró. Este ARCO no se van a perder la sección de Perú ni las propuestas de las galerías ProjecteSD, Espai Visor y Maisterravalbuena.




La Escalera

Valle de Albaida, Valencia

Aunque llevan 20 años comprando, dice Stefie Phlippen que la colección comenzó a tomar sentido hace seis, con una de las fotografías de museos intervenidas con rotulador de Marlon de Azambuja. También resalta los paisajes "hechos con pocas líneas" de Hernández Pijuan y "dos pequeñas obras de Waldo Balart y Miguel Ángel Barba". Estas pistas dibujan muy bien su proyecto de La Escalera, la finca de viñedos, olivos y cerezos en la que tendrán operativo a partir del 8 de junio (en los Encuentros Colecciona) un espacio de intercambio de proyectos relacionados con la naturaleza y la geometría. Porque de esto último hay mucho en su colección: Equipo 57, Barbadillo o Monika Buch. También nombres más jóvenes, "y con gran futuro" como Almudena Lobera e Inma Femenía. A ARCOPerú llegan con artistas como Elena Damiani ya estudiados. Y visitarán seguro a sus galerías de cabecera, Max Estrella, Cayón, Rafael Ortiz, José de la Mano y Rafael Pérez Hernando.



@LuisaEspino4