Lawrence Weiner: PLaced someplace with intent, 2014

Galería Parra & Romero. Claudio Coello, 14. Madrid. Hasta el 21 de junio. De 10.000 a 130.000 euros.

En 1968, el comisario Seth Siegalaub editaba Statements de Lawrence Weiner (Nueva York, 1942), que vemos ahora en Madrid. En este libro de artista, Weiner hacía una serie de "declaraciones", si se quiere explicar a través de la traducción al castellano de ese término inglés que le da título, aunque no se corresponda con exactitud, al menos no del todo, con lo que eran. Estas "declaraciones" consistían en descripciones más o menos generales, más o menos específicas, de este modo las clasificó, de obras de arte, o mejor, de acciones o gestos artísticos: "una cantidad de pintura vertida directamente sobre el suelo y dejada secar" o "un bote de aerosol de esmalte rociado directamente sobre el suelo hasta su conclusión" son algunas de ellas. Estas frases son a la vez la obra de arte y su título y sirven también como instrucciones, aunque Weiner evite el imperativo y prefiera el participio porque, por un lado, sugiere que ya han sido realizadas, quizás por él mismo, y, por otra parte, porque parece invitar al que las lee a llevarlas a cabo.



Unos meses más tarde, hacía otra declaración, esta vez especificaba que era "de intenciones". Su Statement of intent apareció en el catálogo de una de las exposiciones más famosas del siglo XX, January, 5-31, 1969; una muestra que siempre se usa para explicar cómo se pasó del minimalismo al arte conceptual, utilizando esas etiquetas que la historia del arte asume para entenderse y hacerse entender, y en la que se reunieron en torno a Siegelaub -de nuevo Siegelaub, sí-, Douglas Huebler, Robert Barry, Joseph Kosuth y el propio Weiner.



De las ocho obras que cada artista presentaba en el catálogo, sólo se incluyeron dos en la oficina en la que se celebró January, 5-31, 1969. Sin embargo, el anuncio que la publicitaba insistía en que eran 32 obras. Lo dejaba muy claro: "0 objetos, (...) 4 artistas, (...) 32 obras, 1 exposición, 2.000 catálogos". Puede decirse entonces que era en el catálogo donde sucedía la exposición, que las hojas de un libro pasaban de algún modo a ser las paredes del cubo blanco de la modernidad y que era en el texto en el que ocurrían las obras. Weiner afirmaba allí lo que ha parecido definir toda su producción desde entonces: "1. El artista puede construir la obra. 2. La pieza puede ser fabricada. 3. La obra no necesita ser construida. Cada una siendo igual y consistente con la intención de la decisión del artista ya que la condición descansa en el receptor bajo la condición de la recepción". Una producción basada en el lenguaje en la que, a pesar de la rigurosidad con la que Weiner pretende utilizar las palabras, el hecho de la interpretación resulta esencial, tanto en las obras que describen algo físico, algunos de sus primeros Statements, como en aquellas que tienen un carácter más reflexivo, como en la frase Placed some place with intent, que se presenta en esta exposición en la galería Parra & Romero.



La exposición habla de fronteras y el espectador entra en el juego de la traducción o su imposibilidad

Es una oración que Weiner ha pedido que sea traducida por cuatro artistas a las lenguas oficiales del Estado español: al castellano, por Isidoro Valcárcel Medina (Murcia, 1937); al gallego, por David Lamelas (Orense, 1946); al vasco, por Ibon Aranberri (Deba, Guipúzcoa, 1969), y al catalán, por Antoni Muntadas (Barcelona, 1942). En definitiva, ha solicitado a los cuatro artistas que actúen de intérpretes, que se apropien de esas palabras y las hagan suyas, dándoles un nuevo sentido, como el espectador hace también al entrar en el juego de la traducción o de su imposibilidad, descubriendo lo ambiguo que resulta el lenguaje, porque aunque se quiera ser preciso, al final todo descansa en un sujeto concreto en un tiempo y un lugar determinado. Así, este ejercicio en cinco idiomas habla también de un contexto sociopolítico e histórico, de naciones y nacionalidades, de relaciones de poder y de fronteras, igual que pasaba en otras de las obras tempranas de Weiner: The joining of France, Germany and Switzerland by rope (1969).



A estas traducciones, le acompañan una serie de obras, también textuales, de los artistas invitados: La palabra palabra, de Valcárcel Medina, que presenta todas las posibilidades de uso del término "palabra" ("no entender palabra", "hacer uso de la palabra", "gastar palabras",…); el parte meteorológico diario de Madrid en vasco de Aranberri, incomprensible para muchos, más incluso que el inglés de Weiner; el grafitti Si tu veux faire ton temps oublie la montre, traducido al gallego y descontextualizado, porque ha sido llevado a papel, de Lamelas, y la curiosa versión del conocido ¡Warning!: perception requires involvement de Muntadas que Weiner ha vertido al catalán prefiriendo traducir "involvement" por participación, en lugar de implicación, quizás porque resulta menos impositivo.



Una exposición en la que el espectador se ve obligado a tomar la palabra, incluso de un modo literal.