Image: El antes y el después de La muerte de Lucano

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Arte

El antes y el después de La muerte de Lucano

La obra de José Garnelo, la más importante de este artista, ha sido sometida durante seis meses a una importante intervención en el Museo del Prado

1 octubre, 2018 02:00

José Garnelo: La muerte de Lucano, 1887

Durante un periodo de seis meses La muerte de Lucano, de José Garnelo, que obtuvo la segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887, ha permanecido en los talleres de Restauración del Museo del Prado para ser sometida a una importante intervención que ha supuesto la recuperación completa de la obra. Por Real Orden de 12 de julio de 1928, la pintura de José Garnelo se depositó en el Instituto Provincial de Jerez de la Frontera (Cádiz), actualmente Instituto de Educación Secundaria Padre Luis Coloma, donde permaneció hasta 2008, cuando se autorizó su levantamiento, para su nuevo depósito en el Museo Garnelo de Montilla (Córdoba). Previamente a su traslado, la pintura se protegió, se desmontó de su bastidor y se colocó en un rulo para facilitar su transporte a Montilla.

En enero de 2018 comenzó la restauración, realizada en el taller del Museo del Prado por Ana Isabel Ortega y Álvaro Fernández, dirigidos por Lucía Martínez Valverde, miembro del área de restauración de la pinacoteca. Los trabajos comenzaron por la consolidación del soporte, tarea que se inició con la eliminación de los parches colocados para reparar las roturas y otros daños antiguos. Una vez eliminados todos los elementos no originales fue necesaria una limpieza profunda de las colas empleadas en la antigua restauración para adherir los parches y las bandas perimetrales, ya que se habían utilizado colas sintéticas de difícil eliminación.

La obra antes de ser restaurada por el Prado

A partir de este momento la pintura estaba estabilizada pero su aspecto era muy deficiente por la acumulación de suciedad y la oxidación del barniz. La limpieza ha permitido recuperar todos los valores de manera que, a pesar de los daños, la imagen original no se ha visto alterada. Se ha recuperado la representación del espacio y cada figura adquiere su significado, sobre todo aquellas que están en segundo término y apenas se podían reconocer. Con la limpieza también se hacen visibles detalles que sirven para comprender la escena, como las gotas de sangre que hay en el borde de la bañera, que hablan del suicidio del poeta después de haber sido acusado de participar en la conjura de Pisón. También, el pergamino del ángulo inferior derecho cuyo texto estaba oculto por repintes. Ahora se pueden leer las primeras letras de Pharsalia, la epopeya escrita por Lucano en el año 61 d.C. El trabajo finalizó con la reintegración del color en las zonas perdidas.

La obra, fechada en 1887, describe el tema representado a partir de este fragmento de Castelar, Discurso sobre Lucano: "Sobre su cadáver, inanimado y frío, se inclinaba llorosa una mujer que había recogido el postrer suspiro de los labios del poeta para guardarlo en su amante pecho, y las cenizas de su gloria para mostrarlas á las futuras generaciones" (Texto extractado de: Pintura del Siglo XIX en el Museo del Prado: Catálogo General, Madrid: Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 215-216). Representa el suicidio de Marco Anneo Lucano (Córdoba, 39-Roma, 65). Su participación en la conjura de Pisón contra Nerón le valió la condena a muerte, a la cual se anticipó cortándose las venas. La presencia de su esposa, Pola Argentaria, y 33 de sus amigos, transmite la emoción de la escena, lo mismo que las rosas cortadas, las cadenas y los manuscritos del poeta. El énfasis en la anatomía, la amplitud de la ejecución y el acierto en la armonía del color y en el estudio de la luz hacen de esta obra la más importante de su autor, artista culto que llegaría a ser subdirector del Prado en 1915.

Antes de su traslado al Museo Garnelo de Montilla se expondrá en la sala 61 del edificio Villanueva por un período de dos meses.