Image: Un juego de espejos para los 25 años de Marlborough Madrid

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Arte

Un juego de espejos para los 25 años de Marlborough Madrid

4 mayo, 2017 02:00

Vista de la exposición Ayer y hoy. El laberinto del tiempo

La sede madrileña de la galería cumple 25 años con Ayer y hoy. El laberinto del tiempo, una muestra en la que participan los artistas españoles que han pasado por sus salas. Juan Genovés, el primer artista español fichado por la firma, y Anne Barthe, directora de Marlborough Madrid, nos cuentan su experiencia.

Hace 25 años Francis Bacon estaba preparando la exposición que suponía la apertura de la primera sede española de la galería Marlborough. Madrid fue la ciudad escogida, una apuesta arriesgada en un momento en el que ARCO llevaba diez años de vida pero el mercado del arte en España era casi inexistente. A pesar de ello creyeron que Madrid vivía un momento interesante y apostaron por la capital. La apertura se hizo 1992 con la exposición Francis Bacon. Pinturas 1981-1991 pero sin la presencia del artista. Bacon había muerto en la ciudad en abril de ese mismo año mientras la preparaba y no llegó a ver cómo se convertía en el primer artista internacional de la galería. Ahora, 25 años después, la galería celebra su cumpleaños con Ayer y hoy. El laberinto del tiempo, una exposición colectiva en la que se enfrentan una obra antigua y una actual de cada uno de los artistas españoles que han pasado por sus paredes. Anne Barthe, directora Marlborough Madrid, y Juan Genovés, el primer español fichado por la galería, nos cuentan los detalles de la efeméride.

El artista forma parte de la nómina de la galería desde 1966, muchos años antes de que la firma londinense aterrizase en Madrid. "Durante los cuatro primeros años fui el único español. Era un ambiente insoportable, me trataban como una curiosidad rara, un artista salido de una dictadura, casi como un huerfanito", explica. Luego vino Antonio López y esa soledad se disipó. "Nuestros talentos se veían apoyados a nivel internacional por grandes instituciones y comisarias como Carmen Giménez", señala Anne Barthe, actual directora de la sede madrileña.

No obstante, Genovés recuerda que estuvo "casi 20 años sin exponer en España a pesar de trabajar y vivir aquí". A la galería, antes de la apertura en Madrid, le parecía que "no tenía sentido exponer en España". ¿Para qué si nadie se va a enterar?, se preguntaban los galeristas. "Quizá cuando tu país se vuelva normal, democrático", le decían. Finalmente Marlborough apostó por la capital del país y ganó. Y eso es lo que estos días se está celebrando con una exposición a dos tiempos en la que todos sus artistas españoles recuperan una obra antigua en contraposición a otra de nueva creación escogida por Franciso Calvo Serraller. Un juego de espejos en el que observar "la evolución estética, histórica y de concepto, de algunos de los grandes nombres del arte español", señala Barthe.

Se buscaba, sobre todo, esa obra que en aquellos años fue perdida, olvidada o, incluso, que jamás fue presentada al público para vincularla "con una obra reciente con la cual existe un diálogo. La pieza actual era elegida o creada por el artista según la obra del pasado". Martín Chirino, por ejemplo, lo tuvo claro desde el principio: su obra sería Reina negra, de 1952, la pieza más antigua de toda la muestra. De sus últimas producciones ha escogido El Viento, de 2015, en cuya concepción se involucró durante meses. "Los artistas nos propusieron temas y el comisario aportaba diversas opciones para cada caso, pero la elección final siempre se tomó teniendo en cuenta que cada artista se sintiera cómodo", señala Barthe.

A Genovés le ha costado reunirlas, "sobre todo la del pasado por la condición de que tenía que estar disponible para su venta". La pieza actual la tenía preparada para una feria pero la retuvo para esta cita. De ahí el título de la exposición, El laberinto del tiempo, un juego en el que se muestra la evolución pictórica de artistas como Luis Gordillo, Soledad Sevilla, Alfonso Albacete, Abraham Lacalle, Blanca Muñoz, Joaquín Barón, Juan Navarro Baldeweg y Alberto Corazón.

Abraham Lacalle de montaje

Más de 70 años de historia internacional

No solo eso sino que ese instinto juguetón de la muestra también deja entrever la evolución de la propia galería. La de Madrid no fue la primera sede de la firma creada en Londres en 1946 por Frank Lloyd y Herry Fisher, a quien se uniría dos años más tarde David Somerset. Marlborough fue pionera en exponer el expresionismo alemán en Londres y para 1958 en sus filas estaban artistas como Oskar Kokoschka, Henry Moore, Francis Bacon, Victor Pasmore y Lucian Freud. En 1962 se abrió la sede de Nueva York y Tokyo, apostó por Madrid y hace tan solo dos años que expandió su legado español con la apertura de otra sede en Barcelona.

La importancia y el renombre de Marlborough llega porque "la galería rompió con la tradicional costumbre del galerista de siempre, el paternalista que aconsejaba", apunta el artista. Se refiere a grandes galeristas, también españoles, que "tenían a los creadores en un puño pensando que era lo normal. También algunos artistas lo creían y sentían el "amor" de sus jefes aunque aquello rayase en el ridículo", amplía. "La Marlborough recordó que una galería es quien compra y vende los objetos de arte, una galería comercial, nada más. Así debe ser", apostilla el artista. Además, el renombre y prestigio de una galería "se basa en sus artistas", dice Barthe. Tan solo hay que echar un vistazo a su nómina: Francis Bacon, muchos artistas de la Escuela de Londres como Frank Auerbach, Lucien Freud, R.B Kitaj, Paula Rego y el artista maestro del hiperrealismo americano Richard Estes.

Claro que también apuestan por los artistas españoles porque en la historia del arte es cierto que no se puede olvidar la herencia de pintores como Velázquez y Goya. "España sigue siendo un país de grandes talentos artísticos, también es verdad que al igual que Nueva York ha cogido el relevo de centro de arte sobre París o Londres, actualmente están muy de moda los artistas americanos. Pero el tiempo siempre ha puesto a España en un lugar clave de la historia del arte", confía Barthe.

Con Ayer y hoy. El Laberinto del tiempo se celebran, pues, los 25 años de la galería. Aquel año 1992 que Juan Genovés recuerda así: "Los juegos olímpicos. El Ave. La Exposición Mundial de Sevilla. La Transición. La locura. La Movida, ya ves, la Marlborough se decide. ¿Cómo no? Fue el año de los sueños".

@scamarzana