Image: Aalto, el último viaje del mago del norte

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Arte

Aalto, el último viaje del mago del norte

CaixaForum reúne en Madrid 350 obras del arquitecto finlandés Alvar Aalto. Una gran retrospectiva que lo relaciona además con artistas de su época

30 septiembre, 2015 02:00

Aino Aalto en una cadira Paimio,hacia 1930 © Alvar Aalto Museum, Artek Collection, VEGAP, Barcelona, 2015

Es sin duda el arquitecto finlandés más conocido de su generación. Alvar Aalto (1898-1976) llega a CaixaForum arropado por 350 piezas. Una gran retrospectiva del legendario arquitecto que incorpora un análisis contemporáneo en el que la afinidad de Aalto con la forma orgánica se relaciona con el estrecho diálogo que tuvo con artistas de su época. Maquetas, muebles, lámparas, dibujos originales, fotografías históricas e imágenes nuevas. Además, para su versión española, la muestra incorpora un nuevo ámbito en el que se detallan las visitas del arquitecto a nuestro país en 1951.

Aalto es un gran exponente de una modernidad orientada hacia el humanismo. Sus edificios, como el Sanatorio de Paimio para tuberculosos (1933) o la Villa Mairea (1939), dos de sus edificios más icónicos, encarnan la combinación magistral y orgánica de volumen, materiales y luz. Su Silla Paimio (1931-1932) de madera laminada y su Taburete 60 (1933) fueron hitos del desarrollo del mobiliario moderno, con ellas se convirtió en uno de los diseñadores más célebres del siglo XX. Y su emblemático jarrón Savoy (1936) es símbolo del diseño finlandés.

Vista de la exposición en CaixaForum

La exposición, Alvar Aalto 1898-1976. Arquitectura orgánica, arte y diseño, plantea un nuevo análisis, más contemporáneo, de la obra de este arquitecto. Aunque las exposiciones y publicaciones precedentes han considerado el lenguaje arquitectónico orgánico de Aalto como una derivación directa de la naturaleza y el paisaje finlandeses, esta muestra de CaixaForum Madrid muestra cómo la afinidad de Aalto con la forma orgánica surgió como consecuencia de un estrecho diálogo con muchos artistas de su época. A lo largo de la muestra, obras de László Moholy-Nagy, Jean Arp, Alexander Calder o Fernand Léger, entre otros, se yuxtaponen a diseños y edificios del finlandés, e ilustran así su importancia como figura insigne de la vanguardia artística y arquitectónica internacional a partir de la década de 1920.

A lo largo de cincuenta años, Aalto proyectó unos quinientos edificios, la mayoría de ellos en Finlandia, aunque también casi un centenar en otros dieciocho países. Edificios oficiales destinados a usos culturales, casas privadas, pabellones de exposición, y también instalaciones industriales, edificios de oficinas, adosados y casas prefabricadas. Muchos de sus edificios son Gesamtkunstwerke, u "obras de arte totales", para las cuales Aalto diseñó mobiliario, lámparas, tejidos e incluso materiales de construcción. Apasionado del cine, el teatro y la fotografía, al arquitecto le gustaba considerarse un "director de orquesta" que dirigía todas las artes para sintetizar un todo armonioso y sinfónico.

Vista de la exposición

No es de extrañar que, en 1935, con el objetivo de producir y promover sus propios diseños de mobiliario, fundó, junto con su esposa Aino y dos colaboradores, Artek, concebida como una empresa de mobiliario internacional y, al mismo tiempo, como galería. Enseguida, Artek se convirtió en un lugar prestigioso para la cultura vanguardista moderna, que desplegó (en palabras de Aalto) "actividades de alcance mundial".

Su prolífica carrera, que abarca desde principios de los años veinte hasta los años setenta, engloba más de 400 edificios y docenas de muebles, objetos de cristal y lámparas, y culminó con encargos a gran escala, como el Palacio de Congresos y Conciertos Finlandia en Helsinki (1975), finalizado apenas un año antes de su muerte, y la Ópera de Essen, que se terminó póstumamente en 1988. Creó proyectos tan variados como sistemas de viviendas estandarizados y prefabricados en Finlandia o un edificio de pisos en la instalación Interbau, en el barrio berlinés de Hansa, para la Exposición Internacional de Arquitectura de 1957.



Aalto realizó dos viajes en 1951 a España para pronunciar conferencias en Barcelona y Madrid. Conoció la obra de Gaudí y visitó El Escorial, símbolo de la arquitectura oficial. Regresó en noviembre y emprendió una ruta por Andalucía y el norte de Marruecos. En Granada, visitó la Alhambra ("un estímulo arquitectónico", diría). El contacto de Aalto con los jóvenes arquitectos del país fue trascendental para la fundación del Grupo R, en Barcelona, en agosto de 1951, así como para la redacción del Manifiesto de la Alhambra, en Madrid, en 1953, que recuperaba el espíritu del Movimiento Moderno en España para proyectarlo hacia el futuro.

En el recorrido de esta exposición, organizada por "la Caixa", el Vitra Design Museum (Weil am Rhein, Alemania) y el Museo Alvar Aalto (Jyväskylä, Finlandia), las fotografías de Linke (que recibió el encargo de producir nuevas fotografías y películas de determinados edificios) aparecen entablando un diálogo con el material histórico y de archivo de ambos museos y de otros prestadores internacionales.

@PaulaAchiaga