Image: Nuevo capítulo en el drama Esteban Vicente: la directora y media plantilla, a la calle

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Arte

Nuevo capítulo en el drama Esteban Vicente: la directora y media plantilla, a la calle

Sigue en el aire la continuidad del centro segoviano, acuciado por una grave situación económica y las exigencias de la fundación que aportaba un tercio de su presupuesto

12 junio, 2015 02:00

Ana Martínez de Aguilar, exdirectora del Museo Esteban Vicente.

Nuevo capítulo en el drama del Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia, que arrastra desde hace varios años una penosa situación económica. El patronato del centro, formado por las cuatro administraciones públicas -local, provincial, autonómica y estatal- más la Fundación Harriet y Esteban Vicente, ha decidido prescindir de la mitad de su plantilla de diez trabajadores, incluyendo a la directora del museo, Ana Martínez de Aguilar. Contactada por El Cultural, Martínez ha preferido no hacer declaraciones -"quiero estar callada un tiempo", ha dicho-, pero confirma que se trata de un despido y no de una marcha voluntaria, y confía en que el museo pueda salir adelante de esta situación aunque sea sin ella.

El museo alberga una extraordinaria colección de obras del pintor Esteban Vicente (Turégano, Segovia, 1903 - Nueva York, 2001), único español de la primera generación de expresionistas abstractos norteamericanos. La exhibición de estas piezas, donadas por él mismo, se complementa con exposiciones temporales, recitales y conferencias.

Ya en 2012, después de que entidades como Abertis y Caja Madrid retiraran su respaldo económico y que las administraciones lo redujeran, el patronato del museo anunció que cerraría cuatro meses al año, de septiembre a diciembre, así como una bajada de sueldo de toda la plantilla, para evitar un ERE. Finalmente, la venta de un cuadro permitió evitar el cierre temporal.

Por su parte, la Fundación Harriet y Esteban Vicente había aportado hasta 2013 un tercio del presupuesto del museo, pero en 2014, los nuevos responsables de la fundación pusieron sobre la mesa una serie de exigencias que, tras varios intentos de acuerdo, han sido rechazadas. La principal de ellas tenía como objetivo que el museo dejara de ser un consorcio público para convertirse en una fundación privada.

Como represalia, la fundación ya no garantiza ninguna aportación y, de hecho, aún debe 228.000 euros correspondientes a 2014, ejercicio que el museo cerró con un déficit de más de 189.000 euros, motivo principal de los despidos de esta semana. En esta situación extrema, de momento el museo ha evitado el cierre gracias a la promesa de aportaciones extraordinarias para este año por parte de la Diputación, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Cultura.