Image: Manuel Borja-Villel

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Arte

Manuel Borja-Villel: "No tengo más remedio que decir que el mercado manda hoy en el mundo del arte"

19 septiembre, 2014 02:00

Manuel Borja-Villel. Ilustración: Luis Parejo

¿Qué libro tiene entre manos?
Antagonía de Luis Goytisolo.

¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Alguno, pero lo cierto es que no muchos.

¿Con qué escritor le gustaría tomarse un café mañana?
He dejado el café, lo siento.

¿Cuántas veces va al teatro al año?
Todas las que puedo. La temporada pasada disfruté de la puesta en escena que Sugimoto hizo de los Amantes Suicidas de Sonezaki. En el ámbito de la ópera Brokeback Mountain me pareció excepcional, como casi todo lo que programó Mortier.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que le cambió su manera de ver la vida.
No creo en las grandes epifanías, sino más bien en lo que Mallarmé denominaba "acción restringida". Nos re/conocemos en las obras de arte, pero siempre de una forma diferente. Eso es lo que tiene de revolucionario el arte, es aquello que nos conmueve e incita cambiar nuestra manera de ver la vida cada vez que leemos un poema, contemplamos una pintura o nos sumergimos en una película.

¿Quién manda hoy en el arte?
No hay una mano oculta que mueva los hilos, sino más bien un sistema en el que el arte se halla imbricado. Éste se ha caracterizado en los últimos años por un movimiento de doble dirección. Hacía abajo se ha producido, como sabemos, una progresiva transformación del hecho artístico en espectáculo de fácil consumo; hacía arriba, se ha generado un proceso de "monetarización" del arte por el que los grandes coleccionistas y unas cuantas galerías tienden a controlar la producción artística. Así pues, no me queda más remedio que contestar que el mercado, que es hoy muy distinto al de hace unas décadas, y las industrias culturales son quienes condicionan el mundo del arte.

Díganos los tres artistas vivos españoles más influyentes.
Sabemos desde Warburg que las obras de arte perduran más allá de su propia época. Los artistas, a través de sus obras, viven no una sino muchas vidas. En este sentido, los tres artistas "vivos" españoles más influyentes siguen siendo Goya, Picasso y Miró. Dicho esto y remitiéndome a aquellos autores que han tenido exposiciones en el Reina Sofía en los últimos años, diría que Gordillo y Muntadas son dos figuras que ejercen y han ejercido una gran influencia en diversos ámbitos de la cultura (más circunscrito al territorio español uno, más internacional el otro). Y, para mí, Isidoro Valcárcel Medina y Elena Asíns son dos referencias.

Si existiera de nuevo el Salón des Refusés, ¿a qué artistas invitaría?
Es muy dificil pensar en un Salon des Refusés en una sociedad como la nuestra en la que cualquier crítica parece nacer cooptada desde el inicio. Hoy el reto consistiría en crear continuos Salons de Refusés, espacios que permitan y generen la diferencia radical, y no la mera diversidad estética.

¿Vendemos mal el arte español fuera?
Nos empeñamos demasiado en venderlo. A veces da la impresión de que nos preocupa más "vender" el arte español fuera, que apoyarlo dentro. Por supuesto, no es algo nuevo, viene ya de la época de Luis González-Robles. Por otro lado, el arte nacional está en crisis aquí y en otros lugares. Al igual que lo está la idea tradicional del estado-nación. El mundo se ha hecho global y hemos de pensar en realidades supranacionales complejas.

Si sólo pudiera vivir con una obra de arte, ¿cuál sería?
La idea de vivir con una única obra de arte me recuerda mucho al deseo de la obra absoluta o al de la "obra maestra desconocida". Sabemos por Balzac que este deseo está condenado al fracaso. El arte es relación, y me resulta impensable la idea de vivir con una única obra, especialmente si consideramos que el arte contemporáneo, desde finales de los 60, es un arte que siempre se refiere a otro arte.

¿Qué música está escuchando? ¿Es de Ipod o de vinilo?
Literalmente, en el momento en el que contesto a estas preguntas, un cd de los The Kinks.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
La crítica, el criterio, el contraste entre los diversos juicios es fundamental. Pero, me temo que, como el resto del sistema del arte actual, se halla en una profunda crisis. A menudo (no me limito al ámbito español, estoy hablando en un sentido general) ha perdido esa centralidad que tuvo en la época moderna. En las últimas décadas el papel clave que tuvo el crítico en los años 50 ha sido sustituido por el que desempeña el comisario, que se ha convertido en una figura clave de nuestro sistema artístico.

¿Es usted de los que recela del cine español?
En absoluto. En la instalación de la colección permanente del Reina Sofía, cineastas como Buñuel, Berlanga y Almodóvar tienen un papel fundamental. Por no mencionar figuras como Val del Omar o Portabella.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?
Hay unas cuantas y me gusta volver a menudo al cine de Godard o Passolini. Pero, si tuviese que escoger una quizá ésta se encontraría entre Pickpocket de Bresson o Cero en conducta de Jean Vigo.

¿Qué libro debe leer urgentemente el presidente del Gobierno?
Un clásico: Antígona de Sófocles.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me cuesta decir que me gusta cuando hay más de cuatro millones de parados. España, al igual que el mundo en el que vivimos, está por hacer. Por definición, no nos puede gustar.

Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
La cultura no puede ser un instrumento para la promoción del turismo, ni estar al servicio de la representación social o política. Es necesario reivindicar su autonomía y defenderla como un derecho, cuya importancia ha de ser reconocida.