Image: Coreografía grupal

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Arte

Coreografía grupal

14 galerías, 16 comisarios y más de 40 artistas animan con Jugada a 3 bandas la oferta expositiva de Madrid

1 abril, 2011 02:00

W. Steacy: The Human Stain, 2010 (Galería Aranapoveda)

Un nuevo proyecto nace en Madrid implicando a galerías, artistas y comisarios. Es Jugada a 3 bandas, se inaugura el 2 de abril y llega dispuesto a dinamizar un sector artístico paralizado por la crisis.

Vivir del arte es casi siempre un ejercicio de equilibrismo y más si se es artista, crítico y comisario independiente o galerista joven con una estructura económica inestable. Para evitar andar en la cuerda floja, es vital saber qué posición ocupa cada uno, lograr una buena coordinación general y tener capacidad de resistencia. La situación se complica cuando los centros y museos, asfixiados por la crisis, se ven obligados a suspender exposiciones y a prescindir de comisarios externos; cuando hay menos dinero para becas, compras y promoción en general, y cuando sigue sin modificarse el IVA cultural ni adaptarse la ley de mecenazgo para incentivar el apoyo al arte.

Conseguir un cambio radical es tan difícil como hacer carambolas de billar de un sólo golpe, aunque la partida siempre es más fácil ganarla si se juega entre varios. Con esa filosofía, la comisaria Virginia Torrente ha ideado Jugada a 3 bandas, un proyecto conjunto entre galerías, artistas y comisarios independientes que llena el hueco vacío en la agenda madrileña entre ARCO y PHotoEspaña y que quiere profesionalizar, aún más, el sector artístico: buscar contactos, activar redes, dinamizar la escena, dar visibilidad a los artistas...

Dinámica de grupo
La premisa fue que cada galería trabajara con un comisario en una exposición. El resultado es algo inaudito, sobre todo, por lo individualista que es el sector galerístico en nuestro país: 14 galerías inauguran mañana sábado 2 de abril de manera conjunta las exposiciones de 16 comisarios españoles que han reunido a más de 40 artistas. En esta Jugada a 3 bandas, dice Torrente, todos ganan: "Para empezar, la galería gana una nueva mirada externa sobre sus artistas, su "línea" y su trabajo. Gana nuevos modos de trabajar no contemplados antes, ya que hay un nuevo agente que es el comisario entre el galerista y el artista, posibles artistas para incorporar a la galería en futuro y un nuevo público que incorpora el comisario. Muchos de los proyectos incorporan artistas extranjeros que, si no fuera por el comisario, nunca hubieran llegado al espacio madrileña. El comisario gana un nuevo modo de trabajar sujeto a las expectativas de la galería, que pueden descartar o no (lo normal es que no) al lado comercial... Creo que es bueno saber que hay muy poco, o nada, para producción, que en los almacenes hay cosas muy interesantes, o que artistas no considerados por el comisario pueden ser una buena sorpresa. En cuanto a los artistas, la mayoría son ajenos a la "cuadrilla" habitual, algunos de ellos sin representación y esta es una experiencia para ellos de acercarse, por primera vez, a la galería comercial o a trabajar con un comisario."

La ciudad de Madrid, explica la comisaria, también gana: "Gana una relación que, hasta ahora, es pequeña y escasa entre galerías y comisarios. Un indagar en nuevos modos de exponer y producir a pequeña escala, una unión del gremio galerístico y un acercamiento a este otro gremio, al comisario independiente que, normalmente, no interesa mucho a la galería y que no había tanteada por falta de interés, por desconocimiento, por pensar que no le aporta nada... A la galería le interesa el crítico y, en segundo término, el crítico-comisario, simplemente por la repercusión en prensa, mirando a corto plazo. Este es un proyecto a largo plazo. No se debe quedar sólo en la exposición de turno sino en las relaciones que puedan surgir y ser interesantes para el futuro".

Siguiendo el compás
La idea proviene de curated by_vienna, un evento similar que el próximo mes de mayo celebra su tercera edición en la capital austríaca aunque Virginia Torrente piensa ya en un futuro intercambio entre Madrid y Lisboa. De momento Jugada a 3 bandas ha sido recibida en la capital con euforia: "Encierra frescura y da calidad al trabajo del comisario joven que ahora mismo no cuenta con otros espacios. Además, es bueno salirte de la programación habitual. Ante la crisis lo que hay que intentar es salir adelante como sea. Arrastramos una idea de galerismo muy clásico: las ferias cada tanto, las expos cada mes... Hay que reinventarse", explica Blanca Soto. Su galería en el barrio de las letras acoge la exposición Cerrado, no oscuro con los artistas Gastón Pérsico, Cecilia Szalkowicz y Roman Schramm seleccionados por Mariano Mayer, un crítico de arte y comisario argentino que, tras diez años en Madrid, es crítico con la ciudad: "En Madrid, siento que hay mucha circulación de cosas, pero pocos momentos de detención. Esto concluye muchas veces en una repetición y en cierto tedio. Hay una facilidad especial para que los formatos establecidos se reproduzcan y pocas estructuras que quieran oponerse a este formato. Veo poca contienda. Hay una frase que se escucha constantemente y parece resumir esto: 'Es Madrid', como si no se pudieran plantear otras cosas porque no hubiera otro público, cuando no es así. Jugada a 3 bandas lo veo como una llamada de atención hacia una necesidad de diálogo. Es muy importante conocer cómo funcionan las cosas, en todos los ámbitos y fases de la actividad, cuáles son las fuentes de interés desde donde parten las ideas tanto de los artistas como de los críticos, comisarios y galeristas y, especialmente, aspirar a un tipo de precisión a la hora de actuar en el área que cada uno elija".

Pistas de baile
Las 14 exposiciones son muy diferentes entre sí, algo que amplifica la diversidad y la riqueza del evento. Hay espacios, como Travesía Cuatro y Heinrich Ehrhardt, cuyos comisarios forman parte de su equipo de la galería, aunque ni para Jose Castañal ni Pablo Flórez es la primera vez que hacen una exposición para un espacio comercial. "La crisis había paralizado este tipo de aportaciones de riesgo, que tal vez no sean comerciales pero sí son un trabajo a largo plazo de visibilidad para la galería", explica Flórez. Su propuesta, Oreja Naufragio, tiene sólo dos nombres, Julia Spínola y el portugués Mauro Cerqueira, consciente de que ambos encajan a la perfección con los intereses de Heinrich Ehrhardt y que son dos futuros fichajes potenciales.

Por su parte, el comisario Jose Castañal, que propone una exposición con Carlos Irijalba, Mateo López, Enrique Radigales y Alejandro Vidal, tiene las ideas muy claras sobre el contexto artístico madrileño: "Madrid es aburrida, muy aburrida. Es una escena que no veo nada clara, ni más allá de sus fronteras. No veo que a la gente de fuera le atraiga lo que hay aquí. La propuesta de Jugada a 3 bandas está bien, puede animar a la gente y, de cara a la galería Travesía Cuatro está bien que haya una galería de artistas jóvenes. Son exposiciones siempre necesarias para desconectar a la gente de la línea habitual de la galería y ofrecer aires nuevos".

La oferta es amplia. El comisario Tolo Cañellas pone en diálogo a los artistas habituales de La Fresh Gallery con el trabajo de Carles Congost, y el vallisoletano Edu Hurtado incorpora en su colectiva en Camara Oscura a tres nombres nuevos en la galería: Coco Capitán, Ixone Sádaba y Ion Macareno. Hay exposiciones que muestran el trabajo en solitario de un artista, como el de Esther Achaerandio que propone Susana Blas en Formato Cómodo, y comisarios que han decidido trabajar a dúo para su participación en este evento. Es el caso de David Moriente y Héctor Sanz que presentan en la galería Asm28 a los dos artistas más jóvenes que el nuevo espacio madrileño ha acogido hasta la fecha.

El perfil experimental y joven de artistas y comisarios es, para algunos galeristas, el punto fuerte de Jugada a 3 bandas. Lo explica Juan Arana, director del espacio Aranapoveda, a propósito de su colaboración con Tevi de la Torre: "Lo único que le pedimos fue que los artistas no fueran conocidos en España. A nosotros nos gusta empezar de cero, trabajar con nombres nuevos. A la larga es un caballo ganador, como esta propuesta. El éxito de Jugada a 3 bandas no pasa por las ventas. Es una inversión a largo plazo".

Otros nombres más conocidos se cuelan entre la lista de los más de 40 que aglutinan todas las exposiciones. Es el caso de Cabello/Carceller que exponen en Rita Castellote de la mano de Catherine Coleman, o las tres artistas que Manuel Segade propone en Moriarty con el título El momento es ahora: Carme Nogueira, Itziar Okáriz y Azucena Vieites. "Es el aquí y ahora de un encuentro que pretende provocar algo; un nuevo contexto de trabajo donde la idea de crisis se convierte en su equivalente en términos políticos, 'emergencia'", explica el comisario e investigador gallego.

Frágil relación
Las problemáticas del propio contexto del arte también son cuestionadas por dos de las exposiciones. Una la propone la propia Virginia Torrente en Hall of Fame, una reflexión en torno a la institución, al museo con el trabajo de los artistas Rui Calçada Bastos, Pedro Luis Cembranos y Ariadna Parreu reunidos en el espacio del galerista José Robles. La segunda es Fat Chance to Dream, la propuesta de la comisaria y crítica de arte Tania Pardo para Maisterravalbuena con artistas como Ryan Gander, Jorge Satorre, Alejandro Cesarco o Hiraki Sawa, entre otros. "La exposición habla, precisamente, de la relación que plantea Jugada a 3 bandas, de la fragilidad que enmascaran, a veces, las relaciones que se establecen en el sistema del arte. Quizás lo más interesante de este proyecto es la inserción del comisario en un espacio comercial. Es un proyecto que nos sitúa a cada uno en nuestro lugar y que, en cierta manera, profesionaliza a través de una retribución la actividad que cada uno de nosotros desarrollamos", comenta.

El proyecto más singular viene de la mano de RMS El Espacio, el único de la lista que no es una galería aunque todos los proyectos editoriales independientes que han seleccionado junto a Maribel López, comisaria del colectivo THE OFFICE, están a la venta. Los responsables de este nuevo espacio, el también colectivo RMS La Asociación, explican el porqué de su propuesta: "Primera necesidad: ¡libros!? es una librería temporal en la que se han incluido proyectos editoriales vinculados al arte contemporáneo que, por diversos motivos, no se encuentran fácilmente disponibles en Madrid. Esta propuesta insiste en la importancia de la página impresa, en la difusión de la información, en el valor del libro como proyecto artístico y en el placer que supone el acto de lectura". El comisario Javier Duero, quien presenta en Raquel Ponce a Jacopo Miliani y Luc Mattenberger, es claro también hablando de necesidades: "Lo interesante de esta propuesta es cómo la galería en Madrid se relaciona con las galerías extranjeras. Si logran establecer vínculos entre las galerías, habré hecho bien mi trabajo. En este caso, trabajo como comisario y como productor. Todo es estratégico en esta propuesta. En España estamos saliendo de una situación de parálisis institucional ante la crisis, en la que el sector del arte ha estado instalado los dos últimos años. No se ha reaccionado con la rapidez y dinamismo de otros países. Hay que ponerse las pilas. Las grandes instituciones, como museos o centros de arte, están observando a las pequeñas estructuras de producción para ver cómo trabajar de forma más dinámica, optimizando recursos y gestionando de una manera más responsable y eficaz. Lo positivo es que las estructuras independientes pueden ser de referencia".