Carlos Alcaraz saluda a Tsitsipas tras ganar en el US Open

Carlos Alcaraz saluda a Tsitsipas tras ganar en el US Open Reuters

Tenis US OPEN

Gritos en español y un parón eterno: la polémica de Tsitsipas que Alcaraz obvió en el US Open

El murciano se rehizo en los momentos más complicados gracias al apoyo de la grada. Tsitsipas tiró de estrategia y Carlos Alcaraz de corazón.

4 septiembre, 2021 09:54

Noticias relacionadas

Era la una de la madrugada en España. Carlos Alcaraz, joven murciano de 18 años, se disputaba el pase a octavos de final del US Open ante el tercer mejor tenista del planeta. Stefanos Tsitsipas, uno de los favoritos al título del último Grand Slam del año, podía hacer del partido un mero trámite a la cuarta ronda. Sin embargo, nada más comenzar todo se torció y el potencial físico del español acabó por desquiciarle. Ni sus polémicas conductas ni su gran tenis pudieron plantar cara a Alcaraz.

El pupilo de Juan Carlos Ferrero se llevó el primer set con un 6-3. Incontestable, el español mostró una gran versión durante la primera manga. La segunda la igualó el griego con un ajustado 4-6 donde Alcaraz demostró que no se iba a dar por vencido. Y en el tercero, la tensión se multiplicó por cien y comenzó la batalla en el terreno psicológico. Un joven de 18 años contra el número tres del ranking ATP. El US Open como escenario y miles de aficionados en la grada. El terreno no era fácil.

Alcaraz logró apuntarse el tercer set en un punto decisivo. Después de una remontada que parecía imposible, el español se hizo con el tie-break y logró adelantarse de nuevo con su 7-6. Tsitsipas estaba contra las cuerdas y su polémica hizo acto de presencia. El griego se retiró a vestuarios durante algunos minutos y la grada empezó a mostrar cierto enfado hacia el tenista.

Estas críticas persiguen y perseguirán el heleno hasta el final de su carrera. Salvo un cambio notable en su forma de actuar, Tsitsipas tendrá la excusa del vestuario como un movimiento técnico más sobre la pista. Aparentemente no debería ser criticable retirarse un momento a vestuarios, pero la tardanza del heleno y la excusa del sudor le han puesto en el centro de la diana. Son muchos los compañeros que se lo echan en cara, entre ellos un Murray que ha pedido cambiar el reglamento. Sin embargo, Tsitsipas ya se ha justificado en varias ocasiones: "Sudo más que los demás".

El griego redujo la importancia de sus actos, también criticados por Zverev en otras ocasiones. "No es astrofísica. Voy al baño a cambiarme. No creo que sea muy divertido cambiarme los pantalones cortos delante de todos", llegó a reivindicar. Pero la realidad es que ni sus rivales ni la grada termina de entender que lo haga en momentos clave. Ante Alcaraz no había dudas de que se retiraría tras perder el set. A la vuelta, con cierto sonido de viento entre el público, le endosó un rosco al español.

Tsitsipas rompió el ritmo de Alcaraz y se llevó de manera incontestable el cuarto set con un 6-0. Sin oposición alguna, el griego cogió carrerilla de cara al triunfo. Y, con esas, llegó a un último set donde estaba todo por decidir. Alcaraz peleaba cada punto y Tsitsipas forzaba el físico del murciano. Lo que resultó curioso es que el griego, en más de una ocasión, empezó a celebrar los puntos en español.

Los gritos en castellano

"Vamos", "vamos", "vamos". No era casualidad ni una excepción. Tsitsipas optó por festejar cada punto en el idioma de su oponente y en la nota más alta posible. En 2019 aseguró que quería aprender castellano para dirigirse al público en los torneos nacionales, pero esta vez la cosa era diferente y más si iba acompañada de gestos.

Alcaraz respondía con mismo tono, pero no en griego ni desafiante. El español, calmado hasta el momento y rompiendo la calma solo en cada derecha, llegó a mostrar su enfado al árbitro por la actitud de Tsitsipas. Pese a todo, la estrategia no bastó para derrumbar un muro de 18 años que tiene mucho por crecer.

Alcaraz agradeció el apoyo del público, clave como si se trata de un tenista local: "Sin esta grada no tendría la posibilidad de haber ganado este partido". El murciano vio "el mejor partido" de su carrera en un triunfo que supuso "un sueño hecho realidad". Tsitsipas admiró "un quinto set tan bueno" que "nunca" había visto. Fue testigo del inicio de una promesa que "puede ser un rival en los títulos de Grand Slam". Con gritos en castellano y parones polémicos, el próximo cara a cara que tengan ya cuenta con expectación asegurada.

[Más información - Carla Suárez, la historia que no paró ni la Covid ni el cáncer: un adiós al tenis a la espera de España]