Nadal celebra su victoria en el Godó ante Tsitsipas

Nadal celebra su victoria en el Godó ante Tsitsipas Reuters

Tenis CONDE DE GODÓ

Nadal recupera el trono de la tierra batida y levanta su 12º Godó ante Tsitsipas

Enorme victoria del jugador español en el torneo de Barcelona por 6-4, 6-7 y 7-5 en un partido realmente espectacular ante el tenista griego.

25 abril, 2021 19:51

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Partido de muchísimo nivel en la pista central del Barcelona Open Banc Sabadell, más conocido como Trofeo Conde de Godó. Los organizadores tuvieron el duelo soñado para su gran final y la realidad es que no decepcionó ni mucho menos con un excelente enfrentamiento entre los dos primeros cabezas de serie de este ATP500 que ha dado una gran semana de tenis en la Ciudad Condal. 

Rafa Nadal tenía el reto más difícil de todos, doblegar a un Stefanos Tsitsipas que venía lanzado tras su triunfo en el Master 1000 de Montecarlo y que esta semana en Barcelona apenas había pasado apuros. 9 victorias consecutivas le contemplaban y 17 sets sin conocer la caída, pero ahora enfrente estaba el animal de la tierra batida [Rafa Nadal 2-1 Stefanos Tsitsipas (6-4, 6-7 y 7-5 ): Narración y estadísticas]

El de Manacor, que sigue creciendo en su juego camino de los Master 1000 de Madrid y Roma y, sobre todo, de Roland Garros, ha mejorado su nivel a medida que avanzaba la semana en el Godó. Ya ante Carreño exhibió un tenis muy cercano al suyo habitual sobre arcilla y así comenzó el duelo contra Tsitsipas, dominando desde el fondo con su derecha. Sin embargo, el griego, uno de los más en forma del circuito, no estaba por la labor de ceder y marcaba la pauta con su revés. Mucho intercambio desde el fondo de la pista y Stefanos daba el primer golpe de mando rompiendo el servicio de Nadal en blanco y consolidando la rotura. 1-3 para él a las primeras de cambio. 

Sin saber muy bien qué había pasado, Nadal perdió de golpe las buenas sensaciones de las semifinales e incluso del primer juego del partido. Mientras tanto Tsitsipas flotaba sobre la pista imponiendo su ritmo y jugando siempre dentro de la línea de fondo. A Nadal no le salía el plan, no era capaz de variar las alturas y la bola no le corría en absoluto. Siempre a remolque, con 2-4 en el marcador estuvo a punto de perder de nuevo su servicio, pero consiguió salir vivo de la quema. 

Ese fue el momento en el que el partido cambió por completo. Nadal, con más casta y orgullo que juego, consiguió aplacar el revés de Tsitsipas e imponer su derecha, el golpe que mejor resultado le estaba dando en Barcelona, y cambiar la dinámica del partido por completo. Sacó adelante su saque, rompió a Tsitsipas en un juego agónico y tomó ventaja para finalmente llevarse la primera manga por 6-4. Era un Nadal muy distinto, sin el brillo de otras veces, pero con su mentalidad ganadora de siempre. 

Tan importante fue su victoria en el primer parcial que el guion se repitió hasta el extremo en la segunda manga, con Nadal empezando bien, cayendo ante el dominio de Tsitsipas y respondiendo de nuevo con una reacción de campeón absoluta. Sin embargo, el nivel de juego estaba siendo mucho, mucho más alto. 

Final de altos vuelos

Tsitsipas no se rendía y rompía a Rafa, para después consolidar su servicio y ponerse por delante de nuevo con el 1-3. No era el mejor momento de Nadal, pero se mantuvo siempre dentro de la pelea, sin ceder un solo centímetro y aprovechando cada oportunidad hasta encontrar la debilidad de Tsitsipas que de verse ganando pasó a estar nuevo 4-3 abajo en el marcador del segundo set. A partir de ahí, Nadal puso la directa con mucha experiencia y terminó encarrilando el final del choque. O eso pensaba. Rozó la victoria con 5-4 al resto y dos bolas de torneo, pero Tsitsipas aguantó el tirón y siguió con vida. Tanto peleó el griego que con 5-5 en el electrónico tuvo tres bolas de break, pero Nadal también sacó su casta y su calidad para jugar muy agresivo y asegurarse el tie break. 

Finalmente, el balear sacó adelante uno de sus saques más difíciles y se presentó en el tie break con la intención de cerrar el triunfo. Empezó muy bien Rafa dominando con su derecha y llegándose a poner 4-2 arriba, pero no fue suficiente para certificar su triunfo. Un increíble Tsitsipas resurgió por enésima vez de sus cenizas y tras una doble falta de Nadal empató la gran final llevándose el tie break por 8-6. 

Lejos de pasarle factura la oportunidad perdida, Nadal empezó jugando mejor el tercer set y diciéndole al líder de la carrera de campeones de la ATP que para doblegarle iba a tener que sudar mucho. Nadal ponía el brillo y Tsitsipas el oficio, aunque el nivel estaba siendo considerablemente alto, avanzando ambos sin hacerse demasiado daño. El cansancio arrastrado de las últimas semanas empezaba también a entrar en juego y ahí Nadal podía salir vencedor. Sin embargo, el hecho de empezar sacando Tsitsipas hacía que Nadal siempre jugase sus servicios en el alambre. 

Una batalla increíble

El partido no bajó ni un ápice su calidad en la tercera manga con un Tsitsipas muy combativo y con un Nadal que se defendía de todos los ataques como gato panza arriba. Con 2-2 en el marcador y servicio del griego, Rafa tuvo la oportunidad de haber allanado su camino hacia el título, pero un par de errores no forzados terminaron condenando su ofensiva. A un ritmo muy alto, los dos tenistas consumieron la primera mitad de la tercera manga sin que nadie pudiera decantar la balanza de su lado ni romper la resistencia del rival. Eso sí, la derecha paralela de Nadal seguía siendo un primor, sumando golpes ganadores por doquier. 

Poco a poco, y casi sin que nadie se diera cuenta, el partido fue entrando en su recta final. Sin apuros, Tsitsipas ganó un saque de vital importancia para él y se puso 5-4 arriba, preparándose para restar y tener su primera oportunidad de rozar el título en el Godó. Con 15-15 ya en el saque de Rafa, los dos colosos se batieron en duelo en un punto agónico que pudo haber supuesto un disgusto para el español, pero el guerrero griego terminó fallando y Nadal salvó una situación que podría haber sido dramática. Sin embargo, no se quedaron ahí sus apuros ya que escasos minutos después volvió a tener una bola de partido que el de Manacor salvó 'in extremis' y con ayuda de la cinta. Qué agonía en un final de infarto.

Como un titán insaciable, Nadal se creció ante la adversidad y le dio a Tsitsipas un zarpazo casi definitivo, le puso contra las cuerdas en su siguiente saque y rozó el break en varias ocasiones, trasladando la falta de aliento al otro bando. Como un martillo pilón, el español se hizo grande en la pista que lleva su nombre y se puso con 6-5 a su favor y saque para cerrar una final histórica. A la tercera bola de partido, sacó su sonrisa. Con esfuerzo y brillantez, Rafa terminó alzando la 12ª en el Conde de Godó. 

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