Soto Grado revisa una acción en el VAR durante El Clásico.

Soto Grado revisa una acción en el VAR durante El Clásico. REUTERS

Fútbol

Soto Grado firma otra colección de errores contra el Madrid en El Clásico que pudo ser decisiva: todas las polémicas del partido

El colegiado se desdijo en las tres jugadas clave del encuentro y quedó señalado por una actuación muy polémica.

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Hay un mantra que se repite en los últimos tiempos y que dice que los vídeos de Real Madrid TV condicionan las actuaciones de los árbitros. Quizás, después de lo sucedido en el último Clásico, también se puede afirmar que las palabras de Lamine Yamal supeditan las decisiones arbitrales.

El delantero del FC Barcelona dijo en la previa que el Real Madrid "roba", y el saldo arbitral de El Clásico fue de un claro penalti -precisamente cometido por Lamine- no señalado a favor de los blancos y un gol anulado a Mbappé por un dudoso fuera de juego.

Soto Grado se cubrió de gloria en el Santiago Bernabéu con una actuación que levantó ampollas y que le dejó en evidencia. Se desdijo en las tres acciones polémicas del choque -la última fue el penalti de Eric García- y centró el tiro en la labor arbitral.

Soto Grado amonesta a Dean Huijsen.

Soto Grado amonesta a Dean Huijsen. REUTERS

El choque terminó con la madre de todas las tanganas después de la expulsión de Pedri. Un enfrentamiento multitudinario que dejó claro que las palabras de Lamine Yamal sí habían calentado El Clásico.

Pese a todo, el Real Madrid consiguió iniciar su venganza por lo ocurrido en los Clásicos de la temporada pasada y, de paso, dio el primer golpe encima de la mesa para marcharse a cinco puntos de diferencia sobre el Barça.

Incredulidad por el penalti

Apenas se habían disputado dos minutos de juego cuando El Clásico comenzó a enfangarse. Vinicius se internó en el área con mucho peligro y, en el momento de armar su pierna para ejecutar el disparo, Lamine Yamal se cruzó en su camino.

El delantero del Barcelona metió la pierna para evitar el lanzamiento del brasileño, y eso hizo que el jugador madridista cayera derribado. Soto Grado vio el contacto de forma clara y, al igual que el resto de espectadores, consideró que la acción merecía ser castigada con penalti.

Todo se preparaba para el lanzamiento desde los once metros pero entonces llamaron al colegiado por el auricular. Iglesias Villanueva le dijo a su compañero de campo que acudiera al monitor para ver la acción de nuevo.

No le pasaron demasiadas tomas a Soto Grado, que retrocedió sobre sus pasos y decidió que se había equivocado en su decisión inicial. Deshizo el penalti ante la incredulidad de propios y extraños, y empezó a azuzar la polémica.

El fuera de juego, cuestión de fe

La primera parte tuvo un nuevo capítulo de 'moviola'. El Real Madrid había salido en tromba y estaba arrollando al Barça, así que en esas Kylian Mbappé adelantó a los blancos con un golazo. Aquello iba a ser sin duda uno de los tantos de la jornada, pero allá fueron de nuevo el VAR y Soto Grado para frenar la euforia blanca.

La acción se originó con una pérdida de Fermín, siguió con una asistencia de Güler y culminó con un remate brutal de Mbappé desde fuera del área. El gol subió al marcador en un primer momento, pero el fuera de juego semiautomático dijo que aquello no valía.

Si la acción ya era dudosa en directo y con las repeticiones de televisión, la recreación en 3D tampoco sacó de demasiadas dudas. Según esa imagen, el fuera de juego de Mbappé fue milimétrico, casi ridículo e inapreciable. Algo más cuestión de fe que otra cosa.

La 'culpa', mitad de la tecnología, mitad humana. Eso es el fuera de juego semiautomático.

El penalti de Eric García

Después de un primer tiempo movido para el árbitro, el segundo no iba a ser más plácido. A los pocos minutos de la vuelta de vestuarios, una clara mano de Eric García aireó las protestas del Bernabéu.

Soto Grado permaneció impasible y señaló córner en esa acción entre el central del Barça y Jude Bellingham. Mientras el inglés se afanaba en explicar que el esférico había tocado en la mano del jugador culé, el colegiado parecía no atender demasiado a estas protestas.

Soto Grado, mirando en el VAR durante El Clásico.

Soto Grado, mirando en el VAR durante El Clásico. REUTERS

No les quedó más remedio que atenderlas cuando Iglesias Villanueva le llamó por el pinganillo al ver el contacto. La mano de Eric, despegada del cuerpo, fue objeto de infracción y Soto Grado señaló el penalti. Ese que posteriormente le detuvo Szczesny a Mbappé con una intervención extraordinaria.

La tangana

La polémica final no tuvo nada que ver con la actuación arbitral, fue más bien la consecuencia de las palabras de Lamine Yamal que calentaron El Clásico en las horas previas.

La expulsión de Pedri en el tramo final desató la celebración de Vinicius agitando una bufanda cerca del banquillo del Barça. Eso prendió la mecha y se produjo un primer enfrentamiento en la banda entre jugadores y miembros de los cuerpos técnicos.

El choque se reanudó, pero una vez que Soto Grado señaló el final de nuevo las cenizas cogieron vida. Lamine Yamal y Carvajal, compañeros de Selección, intercambiaron una serie de acusaciones en la distancia, y a partir de ahí todo fue a peor.

Pese a que trataron de llevarse a Lamine, el jugador del Barcelona se encaró posteriormente con Courtois. De hecho, le invitó a verse fuera del campo haciendo unos claros gestos con la cabeza.

Después entró en escena el último actor, Vinicius. El jugador del Real Madrid le hizo gestos a Lamine aludiendo a sus palabras en la previa, y el jugador del Barça no se cortó en la respuesta, así que generó una nueva reacción del brasileño.

Un final abrupto para un Clásico marcado por la polémica que deja al Real Madrid más líder y con cinco puntos de ventaja sobre un Barça que sigue alimentando las dudas.