El gol de Olga Carmona que vale un Mundial: un zurdazo para hacer a España campeona

Todo gran éxito deportivo tiene su momento icónico y el primer Mundial femenino de la historia del fútbol español no iba a ser menos. Si cualquier ciudadano de a pie puede recordar con facilidad el gol que marcó Andrés Iniesta en Sudáfrica aquel 11 de julio de 2010, algo similar va a suceder con el tanto de Olga Carmona este 20 de agosto de 2023 en Australia.

Ese minuto 29 quedará grabado a fuego para siempre en la memoria del deporte español como un símbolo del crecimiento del fútbol femenino. El zurdazo de la futbolista del Real Madrid no es simplemente un gol, ni siquiera el título es lo más importante, sino que representa la consolidación de la apuesta por el deporte de féminas y la consagración del balompié español como un referente en todo el planeta. 

Si Iniesta escuchó el silencio en el momento previo al golpeo de aquel balón contra Países Bajos, seguro que Olga Carmona sintió algo similar milésimas de segundo antes de su zurdazo en la final ante Inglaterra. Ella todavía no lo sabía, pero aquel gol iba a ser el único de la final y, por lo tanto, iba a ser el decisivo. 

Su nombre quedará para siempre grabado a fuego, al igual que su celebración. Como si marcar un gol en la final de un Mundial fuera lo más común, primero Olga pidió calma al resto de sus compañeras y después tuvo la sangre fría para acordarse de la madre de una amiga, recientemente fallecida, en la celebración. Unos detalles que engrandecen todavía más su figura.

Una cabalgada por la izquierda

Corría el minuto 29 de encuentro y España estaba manejando bien el partido ante una Inglaterra que, sobre el papel, partía como favorita a hacerse con el título. Las de Jorge Vilda estaban llevando el plan a la perfección y conseguían llegar al área de su rival con cierta asiduidad, y fruto de ello llegó el primer y único gol del partido.

Fue una acción de contragolpe perfectamente ejecutada por España. Tere Abelleira robó un balón en el centro del campo y ahí comenzó todo. Avanzó unos metros en conducción y en cuanto vio que varias jugadoras inglesas llegaban para tratar de robarle el esférico, levantó la cabeza y vio desmarcada a Mariona Caldentey en la banda izquierda completamente sola. 

La jugadora del Barça lo hizo a la perfección. Controló el balón con su pierna derecha y encaró a la lateral de Inglaterra, pero lo hizo sin intención de desbordar. El conjunto inglés se encontraba en pleno repliegue, pero no todas las jugadoras regresaron a las tareas defensivas como tendrían que haberlo hecho y eso lo aprovechó España para marcar las diferencias. 

Caldentey aguantó el balón, avanzando muy poco a poco acostada en la banda izquierda, pero sabía que por detrás, más en el costado zurdo todavía, venía un cohete ganando metros a toda velocidad. Se llamaba Olga Carmona. La lateral zurda le había ganado la espalda a su par, totalmente despistada, y ya iba en ventaja en su carrera endiablada. 

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En el momento exacto, y con un sutil toque perfecto, Mariona le puso el balón por delante para la incorporación de Olga en el área rival. El desenlace, ya es pura historia del fútbol femenino español.

A la jugadora del Real Madrid no le hizo falta ni siquiera controlar aquel esférico que le había servido en bandeja su compañera. Apuró su carrera, se preparó para el disparo y soltó un latigazo con la pierna izquierda potente y colocado abajo, donde duele a las porteras, ante el que nada pudo hacer Earps. 

Olga Carmona celebra el gol decisivo de la final. RFEF / PABLO GARCÍA

Ese lanzamiento raso fue besando el césped del Accor Stadium, y Carmona vio la trayectoria desde un lugar privilegiado. Primero sobrepasó la estirada de la cancerbera de Inglaterra y después se coló en la portería inglesa pegado al poste izquierdo. Un disparo de oro imparable. 

La euforia se desató en el césped, en el banquillo y en todo un país entero. Olga Carmona tuvo la serenidad suficiente como para acordarse del reciente fallecimiento de la madre de una amiga suya y mostrar una camiseta con el nombre de 'Merchi' en su memoria. Después las emociones hicieron el resto en un gol que ya está grabado en la historia del fútbol español.