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En Aguilar de La Frontera donde antes había una central eléctrica ahora hay una bodega, ya centenaria, que está detrás de algunos de los vinos más prestigiosos del panorama nacional.

El último, un vino dulce que ha sido reconocido con una puntuación de 98 puntos Robert Parker (The Wine Advocate), posicionándose como el vino dulce con la máxima puntuación otorgada en Andalucía en esta edición.

Bodegas Toro Albalá ha vuelto a situar a la D.O.P. Montilla-Moriles en el mapa mundial del vino con un hito histórico: 98 puntos Parker para su Don PX Convento Selección 1951, el vino dulce andaluz con la calificación más alta del célebre crítico estadounidense.

Trabajadores extendiendo uva para su secado al sol.

La D.O.P. Montilla-Moriles es el territorio natural de la uva Pedro Ximénez, reina indiscutible de los vinos dulces del sur. Adaptada a un clima extremo con veranos abrasadores y escasas lluvias, esta variedad concentra azúcares y aromas que, bajo el sol andaluz, se transforman en un néctar único.

El Don PX Convento Selección 1951 es un testimonio embotellado del paso del tiempo. Criado en botas de amontillado durante más de siete décadas, este Pedro Ximénez despliega una densidad casi hipnótica, con un color oscuro y reflejos cobrizos que anuncian su profundidad.

Don PX Convento Selección 1951.

La maduración en diferentes rincones de las bodegas —donde los ritmos de envejecimiento varían según la temperatura y la humedad— ha conferido al vino una complejidad y una profundidad excepcionales.

Su longevidad es casi eterna: una botella abierta puede conservarse y disfrutarse lentamente durante décadas.

Una bodega legendaria

Detrás de este prodigio se encuentra la bodega Toro Albalá, fundada a mediados del siglo XIX en un viejo molino llamado La Noria. Lo que comenzó como un modesto negocio familiar acabó convirtiéndose, gracias a la visión de José María Toro Albalá, en una de las casas más emblemáticas del vino dulce español.

Prensado de la uva para la elaboración del vino.

Esa decisión permitió que cada cosecha contara su propia historia, con identidad y carácter propios. Hoy, Toro Albalá forma parte del selecto club de las 100 Bodegas de Oro españolas, y sus vinos se sirven en los restaurantes más exigentes del planeta.