Enrique Calduch
Publicada
Actualizada

Rioja celebra, en este año, el centenario de la constitución de su denominación de origen. Eso no implica que haya bodegas, por ejemplo las más antiguas, como Marqués de Riscal con 167 años desde su fundación, y Marqués Murrieta con 173 años, que llevan todo ese tiempo haciendo vino en aquellas tierras; y luego muchas más, antes de que se constituyera su órgano regulador.

Es una celebración que realizan con orgullo, ya que es la denominación de origen más poderosa de España, con diferencia. Sus vinos representan el 26´8% del consumo de vinos en nuestro país. Su prestigio y reconocimiento, es internacional.

La denominación de origen tiene el adjetivo de “calificada”, que quiere decir que no vende vino a granel, sólo embotellado, y con contraetiqueta, o tirilla, que indica su origen. Si alguien les ofrece una botella, diciéndole que es un Rioja, pero que no lleva esa indicación, no le crean.

Puede ser un vino elaborado en La Rioja, comunidad autónoma, donde también se hace mucho vino a granel, muchas veces procedente de otras zonas de España; pero no está amparado por el reglamento del Consejo Regulador de la D.O.Ca. Rioja.

Sólo hay otra denominación de origen en España que también lleva este adjetivo, pero se escribe “qualificada”, porque es la tarraconense Priorat. Y ninguna más, de momento.

El alma de la D.O.Ca Rioja son los vinos tintos. Es así durante toda su historia, aunque también se han hecho muchos blancos. Ahora con la nueva tendencia que cada vez da más importancia a este tipo de vinos, la denominación de origen, que ya lo detectó hace años, lleva desde entonces poniéndose las pilas para impulsar los blancos.

Como es muy potente y tienen de todo: dinero, fuerza, mucha profesionalidad, desde el viñedo hasta cada operario de cada bodega, avanzarán sin duda en poco tiempo.

Viñedo de Bodegas Faustino

De hecho, la D.O.Ca. Rioja es la segunda en España, tras Rueda, en la elaboración de blancos en términos de volumen, por encima de las exitosas, pero más pequeñas, denominaciones gallegas.

Hace pocos días hablábamos de Izadi, la bodega de la familia Antón que hace más vinos blancos que tintos, en Villabuena de Álava. Y ahora quiero hablarles de otra, una marca muy conocida, pero que me gustó mucho tras catarla hace unos días. Se trata de Faustino I Gran Reserva del 2020 del grupo Familia Martínez Zabala.

Esta es una firma histórica, que presume de tener detrás 160 años de funcionamiento, y que ya va por la cuarta generación. Su núcleo central es la bodega Faustino, ubicada en Oyón, Álava, pegadito a Logroño dentro de la D.O.Ca. Rioja. También en esta denominación cuentan con Bodegas Campillo y con Marqués de Vitoria.

En la Ribera del Duero tienen Portia, en el pueblecito de Gumiel de Izán, una preciosidad de bodega construida por Norman Foster. Una obra de arte que suele llamar la atención de los conductores cuando circulan por la A1 en dirección norte.

En el grupo quedan dos bodegas más: una en la denominación de origen Navarra, donde se ubica la bodega Valcarlos, en pleno Camino de Santiago; y cierran con la sexta bodega que es Leganza, en plena Mancha. Continuamente innovando, entre lo último es que han montado en Oyón un centro de enoturismo espectacular, también con la firma de Norman Foster.

En la D.O.Ca. Rioja., en el capítulo de vinos blancos, el reglamento indica que un vino es Reserva cuando tiene un mínimo de tres años antes de salir al mercado, y con una crianza en barrica de un mínimo de seis meses. Y un Gran Reserva, cuando tiene al menos cuatro años antes de salir al mercado, con al menos seis meses de crianza en barrica de roble.

La sala de barricas donde envejecen grandes blancos riojanos.

Faustino I Blanco Gran Reserva del 2020 que luce en su etiqueta el famoso cuadro de Rembrandt, que llevan todos los vinos de esta marca tanto blanco como tintos, pertenece a la “Colección Martínez Zabala Gallery”, con los que la firma distingue a sus mejores elaboraciones.

Este vino está hecho con uvas procedentes de dos viñedos especiales, uno en Oyón y otro en Laguardia. Es una mezcla de las variedades viura y chardonnay que envejecen por separado seis meses en barricas de roble americano y francés, y que después se ensamblan para reposar y evolucionar en botellero, hasta superar los cuatro años.

La marca Faustino I es tradicional, pero el vino es moderno y tiene muchos registros. Hay que dejarle abrirse unos minutos porque de entrada salen los aromas típicos de la crianza, como vainillas, mantequilla, lácteos.

Faustino I GR Blanco fondo blanco

Luego se despejan, aunque siguen ahí en segunda fila para darle más presencia a la fruta, como melocotón y paraguaya. La boca es carnosa y estructurada, pero sorprendentemente fresca debido a una muy buena acidez. Su P.V.P. es de 35 euros.

Una firma histórica, y vinos tradicionales y modernos. Lo ideal.