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La gastronomía de Voro, en Mallorca, es una propuesta de alta cocina contemporánea que destaca por su espíritu libre, creativo y profundamente vinculado al entorno mediterráneo.

Bajo la dirección del chef Álvaro Salazar, el restaurante, galardonado con dos estrellas Michelin, ofrece dos menús degustación (VORO y DEVORO) que evolucionan constantemente y que pueden llegar hasta los 22 pases.

Pero si hay una palabra que define a la perfección la cocina de Voro es atrevida. Aunque también emocionante, sugerente e intensa.

Cada plato es una expresión personal del chef, donde se fusionan la memoria andaluza, la inspiración balear y la riqueza gastronómica nacional, siempre con una mirada innovadora y artística.

El Mediterráneo es el hilo conductor de la propuesta, tanto en ingredientes como en técnicas y presentaciones, y se rinde homenaje a la temporalidad y al producto local, priorizando pequeños productores y prácticas sostenibles.

Restaurante Voro

El menú abarca desde reinterpretaciones de recetas clásicas baleares y andaluzas hasta creaciones propias con un nivel técnico alto y una presentación sorprendente.

Un servicio cercano, preciso y sin artificios, en sintonía con una cocina que busca emocionar y dejar huella en la memoria del comensal, completa la experiencia.

Pero Voro es mucho más que gastronomía: es un viaje sensorial que comienza en la mesa y se eleva con cada copa.

Desde el primer momento, la atención del equipo de sala y del sumiller invita a dejarse guiar por una carta de vinos que es, en sí misma, un mundo por descubrir.

La carta de Voro impresiona no solo por su extensión (más de 400 referencias nacionales e internacionales), sino por su filosofía.

Aquí se privilegia el producto local y los pequeños productores, con una selección que abraza la diversidad vinícola de Mallorca y de toda España, sin dejar de lado joyas de Francia, Alemania, Grecia o incluso Japón.

Atento y apasionado, el sumiller Carles Rosselló propone maridajes que van más allá de lo clásico, sorprendiendo con vinos singulares, sakes y etiquetas exclusivas que dialogan a la perfección con la creatividad de los menús degustación.

Alta cocina en Cap Vermell Grand Hotel

Cada vino se presenta como una historia, un viaje, un instante irrepetible. La posibilidad de elegir entre diferentes maridajes y la oferta de más de 50 opciones por copa permiten que cada comensal personalice su experiencia.

Voro es el lugar donde el vino deja de ser acompañante para convertirse en protagonista, elevando cada plato y cada momento a la categoría de recuerdo imborrable.

La fuerza del Mediterráneo en la copa

“Mi vino favorito es un trozo de la tierra de Mallorca: Etzel, una giró ros que evoca un deseo intenso, la tradición, el terroir calcáreo y la evolución”, responde con seguridad el sumiller de Voro.

“Está elaborado por Joan Gutiérrez dentro de su proyecto personal Dunord Vitícola, un joven con gran talento que creo marcará la nueva visión de los vinos mallorquines”.

Etzel es un blanco elegante y equilibrado, con una textura cremosa pero fresca, que en nariz, despliega aromas sutiles que recuerdan al limón y la pera, mientras que en boca destaca un delicado toque salino que aporta complejidad.

Dunord Vitícola Etzel

Su crianza sobre lías le confiere redondez sin resultar pesado, manteniendo un perfil vibrante y enfocado. El final es largo y limpio, ideal para maridar con platos mediterráneos ligeros o pescados frescos.

Un vino que representa una expresión refinada y moderna del terruño mallorquín, perfecto para quienes buscan un blanco con carácter y frescura.

“A mí me recuerda a los parajes costeros, a las olas del mar rompiendo en las rocas, y encontramos hinojo, flor de naranjo, acacia, limón y lima kaffir, citronela y fruta tropical fresca como la piña”, comenta Carles Rosselló. “Una giró ros indígena, mallorquina y con envejecimiento”. Precio: 25 euros