Una taberna de Murcia ha captado la atención del diario británico The Guardian. "Para el ojo inexperto parece un bar de barrio cualquiera: encimeras metálicas, estantes con encurtidos y vino y gente del barrio charlando a gritos. Sin embargo, las reseñas enmarcadas de los periódicos insinúan algo más", escribe en este artículo el periodista Adam Turner.
El establecimiento al que se refiere es Café Bar Verónicas, en el número 13 de la Plaza San Julián, al lado del modernista Mercado de Abastos de Verónicas. Está dirigido por Samuel Ruiz y su esposa, Isabel Torrecillas.
"El joven chef tatuado podría ser el español Anthony Bourdain", dice Turner sobre Samuel. El cocinero comenzó su trayectoria a los 19 años en el icónico restaurante elBulli junto a Ferran Adrià y continuó su formación en Joël Robuchon (París) y Dos Palillos (Barcelona).
Antes de abrir Café Bar Verónicas también triunfó con la taberna japonesa Kome, que revolucionó la escena gastronómica murciana. "No tenían redes sociales. Ni página web. Nada. Pero la gente seguía haciendo cola en la calle", puede leerse en el texto de The Guardian sobre aquel otro local del chef.
Cocina de barrio reinventada
La propuesta de Café Bar Verónicas consiste en una mezcla de bar tradicional murciano con una cocina que destaca por la calidad del producto local y la aplicación de técnicas gastronómicas modernas. Acumula cientos de reseñas positivas que califican sus recetas como "extraordinarias".
La carta apuesta por platos populares reinterpretados, como la ensaladilla con mayonesa de azafrán y anchoa, el caballito de cigala (versión vanguardista de un icono murciano), el bocata de calamares, el de oreja, los mejillones a la marinera o uno de sus nuevos platos, el pincho de pollo en adobo.
También destacan sus postres creativos como el tiramisú casero, el flan con nuez garrapiñada, y su versión del famoso café asiático cartagenero. Todo ello con precios razonables para democratizar la experiencia del bar: el ticket medio ronda los 20-30 euros por persona.
Café Bar Verónicas, reconocido con un Solete de la Guía Repsol, abre sólo de martes a sábado en horario de mediodía (de 11:00 a 16:00), ofreciendo rápidos y delicados servicios donde prima la concentración y la eficacia, fieles al estilo aprendido en los grandes restaurantes donde trabajó Samuel.
El ambiente se caracteriza por la cercanía, el trato amable del equipo y el dinamismo propio de los bares de barrio. El espacio es pequeño y bullicioso, pensado para atender a una clientela diversa: vecinos, trabajadores del mercado, parejas y aficionados al tapeo contemporáneo.
