La de Baby Grill es la última aventura del grupo de restauración Rubaiyat y lo que han hecho con ella, ha sido recuperar un espacio que había cerrado sus puertas, sumándolo así a sus más de ocho restaurantes repartidos por Brasil, Buenos Aires, Ciudad de México, Chile y España. 

La historia del grupo Rubaiyat: carne de calidad con ganado propio

Pero la historia de Rubaiyat viene de lejos. En 1951, Belarmino Fernández Iglesias, fundador del grupo, se muda a Brasil desde una aldea en Galicia. Pasadas las viscisitudes del tiempo, con empeño y trabajo duro, la familia consigue hacerse en nombre en el país carioca.

Desde 1968, también son propietarios de la Hacienda Rubaiyat, donde crían las reses, pollos 'label rouge' y cochinillos que luego abastecerán sus restaurantes. Y es que, a día de hoy, pocos establecimientos pueden jactarse de servir carne que ellos mismos crían en libertad, con una alimentación natural... lo que les ha valido el reconocimiento del público y la crítica, tanto en Brasil, como en España con su sede de Rubaiyat (Juan Ramón Jiménez, 37) desde 2006. 

Carnes sí, pero también vinos. Y es que este 2019, dos años después del fallecimiento de Berlarmino, la familia ha adquirido la bodega Pazo de Rivas, en homenaje a los orígenes de su fundador y una fundación que se dedica a la formación de hosteleros entre los vecinos de la comarca de Sober. 

Baby Grill, precios comedidos y el mismo sabor que Rubaiyat

La zona cada día está más interesante. Sin apenas movernos unos pocos metros de distancia, podemos disfrutar de Sacha, La Bomba Bistrot que acaba de adquirir un espacio aledaño para dedicarlo al I+D de su cocina, El Telégrafo, Asgaya, El Qüenco de Pepa, Rubaiyat... En un momento en el que zonas como el Retiro o la siempre atestada Ponzano siguen -y vuelven a ponerse- de moda, vale la pena centrar el foco en esos que siempre han estado ahí y que, sin duda, son sinónimo de buen comer y de calidad. 

De esta forma renace Baby Grill, considerado el hermano pequeño de Rubaiyat, por su menor tamaño y sus precios mucho más comedidos. Y se nos antoja como el perfecto lugar en el que disfrutar con amigos, con buena cocina y sin necesidad de dejarse el bolsillo en ello.

El espacio se ha recuperado a modo de taberna, en el que una gran barra de madera preside el espacio, que se completa con mesas altas y bajas al fondo. Pero sin duda, la joya de la corona es la coqueta terraza que han montado en plena calle Juan Hurtado de Mendoza, rodeada de vegetación, luz y con la promesa de que funcionará durante todo el año, gracias a que está climatizada. 

Y os aseguro que esta es la mejor zona. El otro día, en esta primavera anticipada que estamos viviendo, disfrutamos de una comida en su terraza mientras el sol nos acompañaba como comensal invitado a la mesa.

La mejor forma de comenzar una comida o cena en Baby Grill, es hacerlo con alguno de sus cócteles, entre los que destacan los sabores brasileños de sus icónicas caipirinhas de fresca, maracuyá o limón, un spritz con toques exóticos o el negroni Rubaiyat, además de una pequeña selección de vinos por copas.

La propuesta gastronómica en Baby Grill se ha pensado para ser disfrutada en una cena o comida informal, a base de tapas y algunos platos míticos de la casa madre, en los que se ven las raíces brasileñas del grupo y su ganadería, pero también guiños a la cocina española. 

La carta arranca con una buena selección de platos de tapeo con referencias como unos muy buenos dados de tapioca que se preparan con queso y se acompañan con mermelada de tomate, o el tradicional pan de queso brasileño, a los que añaden sabores patrios como un pulpo a feira o croquetas de jamón, entre otros.

Baby Grill - empanada de solomillo

El menú continúa con platos para tomar como entrantes con una selección de ensaladas, el siempre apetecible chorizo criollo o la empanada de solomillo y un carpaccio de setas Portobello con aceite de trufa y piñones.

Los platos principales se mueven entre clásicos de Rubaiyat como una excelente picanha fileteada o un entrecote, con la posibilidad de acompañarlos con farofa -hecha con harina de mandioca- de huevos, mini verduras a la parrilla -muy bien cocinadas, al dente- o las clásicas patatas fritas.

Baby Grill - hamburguesa

A ello le suman un par de platos de pasta, capellini con tomate, mozarella y albahaca y capelli de calabaza con mantequilla de salvia, un pescado del día y pollito de grano. Mención merecen también las hamburguesas, preparadas con carnes de su finca, como la de pan de queso, la de wagyu o la opción veggie de quinoa.

¿Y de postre? Se puede pedir su mousse de chocolate o la panqueca con dulce de leche o si prefieres algo más ligero, decantarte por sus helados que saben a gloria en la terraza o por un plato de piña con ralladura de lima. 

No conviene olvidar que Baby Grill presenta una opción de dos menús, uno por 16,50 y otro por 22,50, que incluyen entrante, plato y postre a elegir entre los hits de su carta.