Como si en un auténtico refugio invernal nos encontráramos, Guito’s nos da la bienvenida con una acogedora decoración que se inspira en las casas nórdicas en las que la madera, los detalles rústicos y las mantas de pelo y lana cubren cada uno de sus rincones. De puertas adentro, en cocina, Íñigo Verdugo, chef y propietario, elabora recetas tradicionales de las gastronomías sueca y española, representando de esta manera su historia y a su familia.

Ficha y detalles del restaurante Guito’s

• Guito’s se ha convertido en el rincón por excelencia de Aravaca donde disfrutar de una velada “en familia”. Ese ha sido el objetivo de Íñigo Verdugo, crear un ambiente cálido y acogedor en el que compartir recetas tradicionales de diferentes lugares del mundo alrededor de una encantadora mesa.
• Lo mejor: La sopa de cebolla, el salmón marinado gravad lax, las albóndigas suecas y el estofado de reno.
• Dirección: Blanca de Castilla, 5. 28023 Aravaca, Madrid
• Horario: 12:00h a 17:00h y 20:00h a 23:00h. Cerrado domingos noche.
• Reservas: En el teléfono (+34) 91 833 60 87
• Precio: 35 euros.
• Nota: 3.5/5

Salmón en sus diferentes versiones, carnes a la parrilla de carbón de encina, los platos de cuchara más tradicionales (como el cocido, la fabada o los callos), guisos escandinavos imprescindibles como las albóndigas suecas o el estofado de reno, unos sabrosos moules frites -mejillones fritos- belgas o, como favorita, una sopa de cebolla galesa con la que irse a dormir con el estómago, y el corazón, bien contentos.

El secreto de la felicidad… queda en familia

Aravaca tiene un nuevo place to be, el espacio en el que el joven chef Íñigo Verdugo ha creado el restaurante que siempre tuvo en mente. Guito’s, apodo con el que a él mismo le llaman algunos de sus primos, es acogedor, es familiar, es hogar. Su estética inspirada en las casas escandinavas enamora desde el primer momento: amplios ventanales que dejan pasar la luz, mucha madera, elementos decorativos rústicos e industriales y mantas de cuadros por todas partes invitan a quedarse a saborear las recetas que tan bien huelen desde la cocina. Recetas de casa, recetas de siempre. Pero que van más allá del repertorio nacional gracias a la familia de Íñigo, de madre  sueca y padre español, a su formación en Francia (Le Cordon Bleu de París) y Estocolmo (de la mano del reputado chef Mathias Dahlgren, propietario del dos estrellas Michelin Rutabaga), y a sus experiencias alrededor de todo el mundo.

Pero hay una figura principal en toda esta historia, y esa es la de la abuela paterna del joven chef, una excelente cocinera que le transmitió a su nieto la pasión por el trabajo entre fogones, y de quien ha heredado algunas de sus mejores propuestas. La carta del restaurante Guito’s se ha convertido de esta forma en un viaje por diferentes países, en el cual encontramos desde una cremosas croquetas caseras de jamón o queso, hasta el estofado de reno con puré de patata, uno de los platos estrella del local.

Vamos por partes. Para comenzar, la propuesta de Guito’s nos muestra sus entrantes, donde los clásicos como el jamón ibérico de bellota, las anchoas de Santoña, una ensaladilla rusa con huevas de salmón y colitas de cangrejo, los huevos asados a baja temperatura con patatas panaderas o el pulpo a la gallega nos brindan opciones para todos los gustos y para compartir.

Sin embargo, y para este tiempo tan frío que nos está acompañando, en esta sección hay una clara protagonista, y no es otra que la exquisita sopa de cebolla con queso gratinado y pan tostado, una receta con la que reconfortar cuerpo y alma.

Seguimos con los arroces y pastas, entre los que encontramos los linguine Morena (un homenaje a los espaguetis con tomate y chorizo ibérico de su abuela paterna a la que llamaban Morena) o los canelones de rabo con salsa Mornay, alcachofas y salsa de vino.

Desde Suecia llegan cinco recetas que, en mi opinión, son las estrellas de la carta. Platos auténticos que nos brindan combinaciones diferentes de sabores, y que bien merecen ser degustadas. Desde el toast skagen, una  tradicional tosta de gambas de Estocolmo o los arenques a la crema con patatas paja, huevo duro, cebolla y eneldo; hasta los tres principales: un exquisito salmón marinado gravad lax con remolacha y patata, una perfecta combinación salado-dulce; las albóndigas suecas con puré de patata y grosellas rojas; o el estofado de reno con puré de patata, contundente, sabroso, único.

Completan la carta las diferentes propuestas con salmón, entre las que encontramos el sashimi con crema de rábano picante, pepino y soja, o a la provenzal, con mantequilla de eneldo; las carnes a la parrilla de carbón de encina en las que no falta un sencillo pero excelente solomillo de vaca gallega; una hamburguesa de ternera Guito’s con pan casero, queso de Mahón, mayonesa trufada y patatas fritas caseras; o los platos de cuchara del día a la hora de comer, como el marmitako, los callos con garbanzos, el cocido madrileño o la fabada con su compango.

El mejor pan de masa madre, para llevar

Heredando esta práctica de la cultura escandinava, Guito’s le otorga mucha importancia al pan, e Íñigo quiso formarse también en la elaboraciones de los mejores panes de masa madre, que ahora ofrece tanto en su restaurante como fuera de él, con la opción de llevárselos a casa. La mayoría de las piezas que tienen (hogaza, barra, chapata, multicereales…) se traen a diario de un pequeño obrador con horno de leña, pero aquí también elaboran alguno de ellos, como el típico pan de pipas sueco, gracias al aprendizaje que Verdugo experimentó en una panadería holmiense.

Cierran la propuesta los postres, y si pedimos recomendación no dudan en traernos la tarta fina de manzana con helado de vainilla, otra receta de toda la vida en casa de Íñigo. Encontramos también tarta de queso, de zanahoria, red velvet, coulant de chocolate con sorbete de frambuesa, un crumble de ruibarbo con crema inglesa (la versión dulce escandinava) o el banofee pie, para los más golosos.

De cara a primavera ya estamos impacientes por descubrir la transformación de la carta de Guito’s, que dejará de lado por unos meses algunas de sus recetas más contundentes para dar paso a otras más ligeras y frescas. Porque siempre es un placer “esconderse” del mundo por un ratito en un refugio tan encantador como éste y poder descubrir un poquito más la mejor gastronomía del Norte de Europa.