En muchas ocasiones os insistimos de la importancia de cocinar con termómetro para que nuestras recetas salgan perfectas y hace algún tiempo os hablamos de este utensilio que desde nuestro punto de vista es fundamental en la cocina, e incluso os pusimos algunos ejemplos.

Esta vez, aparte de recordar que merece la pena invertir algún eurito en un artilugio de estos, os vamos a contar cómo elegir el mejor termómetro de cocina barato teniendo en cuenta algunos que hemos probado y que se pueden encontrar fácilmente en el mercado tanto en tiendas físicas como on-line.

Termómetro de cocina barato: Termómetro de asados de Casa

Termómetros de cocina low-cost

No fue el primero que me compré, pero sí el más básico y el más económico, lo adquirí en una tienda Casa y de precio no llegó a los 5 euros. Llevo usándolo unos 4 años y, teniendo en cuenta que es un termómetro para carnes, sigue cumpliendo perfectamente su función a día de hoy. Además de para carnes, es mi favorito para comprobar si los bizcochos están hechos.

Ventajas

  • Es un termómetro de cocina barato.
  • No necesita ningún tipo de pila para su funcionamiento.
  • La sonda -el pincho- es suficientemente largo como para llegar al centro de piezas grandes de carne.
  • Los dibujos nos dan una orientación de las temperaturas óptimas para cada carne.

Inconvenientes

  • El rango de temperaturas que abarca va desde los 0ºC a los 120ºC, por lo que no nos valdrá para comprobar temperaturas del aceite en frituras, o temperaturas del azúcar cuando queramos hacer almíbar o caramelo. Es decir, es un termómetro específico para carnes y cocciones a baja temperatura.
  • Hay que tener muchísimo cuidado de no dejarlo tirado por cualquier cajón, porque cada vez que metes la mano para buscar otra cosa, con lo primero que te encuentras es con el pincho.
  • La medida de la temperatura depende un poco de nuestro ojo.

Termómetro de cocina barato: Termómetro espátula de Ibili

Termómetros de cocina low-cost

Ha sido el último en llegar a mi cocina y llevo solo unos meses usándolo. Lo vi de casualidad en una tienda, rondaba los 10 euros y como me hizo gracia la posibilidad de poder usarlo como espátula o cuchara de silicona, me animé a comprarlo. También estoy contenta con el resultado y, aunque tiene alguna cosa que no me gusta, en general se está convirtiendo en mi favorito.

Es un termómetro digital que funciona con una pila de botón que viene incluida. Su funcionamiento es muy simple, tiene un botón para encender en la parte superior y, el mismo botón, sirve para apagarlo.

Ventajas

  • El display -la pantalla- es grande y los números se leen rápidamente.
  • Abarca un rango amplio de temperaturas que va desde los -50ºC hasta los 300ºC, por lo que podemos utilizarlo tanto para aceites de frituras como para cualquier tarea de repostería.
  • Al usarlo con la espátula o la cuchara, la punta no toca el fondo del recipiente -que si está al fuego será la zona más caliente-, sino que nos mide la temperatura en el interior de la masa fluida, que es donde realmente nos interesa.
  • Al poder guardarlo dentro de alguno de los accesorios no hay riesgo de pinchazos cuando metamos la mano en el cajón.

Inconvenientes

  • Lo que menos me gusta y la razón por la que no vale para todo es que la sonda es demasiado corta si se compara con otros termómetros de este tipo, por lo que si queremos medir la temperatura en el interior de una pieza grande de carne, puede no ser suficiente.

Termómetro de cocina barato: Fantast de Ikea

Termómetros de cocina low-cost

Fue el primero que me compré porque sobre el papel es muy completo, pero después de tener que devolver dos porque fallaron en algo que me fastidió bastante, decidí no repetir -el que veis en la foto se lo he tomado prestado a un familiar-. Su precio actual es de 8.99 € en las tiendas de Ikea. Funciona con una pila AAA.

Ventajas

  • Es termómetro y tiene temporizador.
  • Tiene imán en la parte trasera para poder pegarlo en la nevera y una pieza metálica abatible para poder apoyarlo en la encimera.
  • Mide grados Celsius y Fahrenheit.
  • Tiene avisador acústico que suena cuando se alcanza la  temperatura que le hayamos marcado.
  • La sonda es suficientemente larga como para llegar al centro de piezas grandes sin problema.
  • Gracias al cable, en teoría, es posible dejar la sonda insertada en la pieza que está en el horno mientras se asa.

Inconvenientes

  • La temperatura máxima son 130ºC para la sonda y, en teoría, 220ºC para el cable, pero los dos que yo tuve murieron porque el cable se quemó a una temperatura bastante inferior.
  • Hay que tener cuidado al guardar el pincho, sobre todo porque lo normal es tener el temporizador pegado a la nevera con el imán y la sonda con el cable por algún cajón.

Conclusiones

Si os tengo que recomendar un termómetro de cocina barato, de los que he probado mi favorito es el segundo, lo cierto es que cualquiera de los tres son buenas opciones si buscamos un termómetro de cocina low-cost, incluso el de Ikea siempre y cuando tengamos claro que el cable es poco útil, pues todo lo demás funciona perfecto. De todas maneras, si alguien lo tiene y le funciona bien que nos lo cuente, porque también pudo ser algún lote puntualmente defectuoso y en la actualidad se haya corregido el problema.

Eso sí, si pretendemos usarlo para repostería entonces la mejor opción es la segunda.