El verano está en pleno apogeo, las olas de calor se suceden e incluso al más cocinillas lo que menos le apetece es sudar la gota gorda delante del fuego encendido.

Y en estas condiciones, las sopas frías son una tabla de salvación contra los sofocos estivales. Se comen frías, están incluso más ricas si se hacen con antelación y, por lo general, no requieren más complejidad que la de meter los ingredientes en la batidora y darle a un botón.

5 sopas frías para pasar agosto la mar de agusto

Imagina la situación, llegas a casa muerto de calor y de hambre, abres la puerta de la nevera y, dentro, esperándote, un bol de cualquiera de estas sopas frías listo para que metas la cuchara.

Gazpacho de fresas

El tomate es la hortaliza que más papeles de protagonista consigue en los recetarios de sopas frías, pues la elevada cantidad de agua que contiene hace que sea un alimento idóneo para este tipo de preparaciones.

Aún así, algunas personas siguen renegando del tomate crudo y, para ellos, nada mejor que añadir alguna fruta que potencie o bien el dulzor o bien la acidez del tomate en función de los gustos de cada uno. En este caso la fruta elegida han sido las fresas, pero se admiten otras muchas como las cerezas, la sandía, el melocotón, las nectarinas, o incluso el melón…

Gazpacho andaluz o gazpacho tradicional

El gazpacho andaluz es uno de los platos insignia de nuestra gastronomía con el que pasa un poco como con la tortilla de patata en cuanto a que está el clan de los concebollistas y el clan de los sincebollistas. Aunque, si me preguntáis a mí, os diré que me gustan los dos por igual. Para mí, el secreto de un buen gazpacho está en usar unos buenos tomates y un buen aceite, el trocito de cebolla más o menos es completamente irrelevante.

Gazpacho de lechuga

Este gazpacho de lechuga es uno de mis favoritos porque es uno de los más refrescantes y de los más ligeros porque apenas lleva aceite.

Confieso que suelo tener una botella en la nevera y echo mano de ella muchas veces para la merienda, sirviéndome un buen vaso que me lo tomo cual batido con una pajita. Ni me molesto en los tropezones.

Salmorejo de tomates cherry

El salmorejo es la sopa que te puedes untar hasta en el bocata, porque con un buen salmorejo puedes olvidarte de la mayonesa y usarlo para untar los bocatas de jamón o, mejor aún, los de tortilla francesa o de patata.

Si algún día tienes curiosidad por saber qué sentirías estando un poquito más cerca del cielo, abre una barra de pan, tuéstala ligeramente, úntala de salmorejo y mete dentro una tortilla francesa.

Pipirrana de Jaén

Y si para las 4 sopas frías que hemos visto hasta ahora una de las claves del éxito era el uso de una batidora bien potente que nos permitiese dejar la crema con una textura finísima, con esta que vamos a terminar sucede todo lo contrario.

La pipirrana de Jaén no es otra sopa fría batida con algunos tropezones, es más bien una ensalada muy bien ilustrada con un soberbio aliño majado a mortero que se come con cuchara. En cuanto la pruebes, no habrá verano que no la hagas.

Y ahora ya sabes lo que viene después, elige, prueba y coméntanos cómo te han salido.