Imagen | amircannon (Instagram)

Ya hemos hablado de la importancia de planificar el menú semanal como una forma de ahorrar tiempo y dinero, así como una forma de comer de manera más saludable.

Y hablando de tiempo, este es cada vez más escaso en el día a día, entre trabajo y otras obligaciones, la mayoría de la gente apenas tiene tiempo para dedicárselo a la cocina, sobre todo aquellos que cada día tienen que invertir algunas horas de viaje entre su hogar y la localidad en la que trabajan. Eso hace que muchos, por necesidad, tengan que dedicar el fin de semana a cocinar lo que van a comer durante la semana o incluso durante varias semanas.

Meal prepping, preparar en un día la comida del mes entero

Y, obligaciones aparte, resulta que esto de cocinar a lo bestia un día para tener comida hecha para un montón de tiempo es algo que también se está poniendo de moda al otro lado del charco y no solo por necesidad, sino porque tiene algunas ventajas adicionales aparte del ahorro de tiempo en el día a día.

Entre estas ventajas tenemos:

  • Aprovechar descuentos por comprar en grandes cantidades.
  • Comer más sano, ya que podemos decidir los menús con la cabeza fría y el estómago lleno. De esta manera, cuando lleguemos a casa cansados y hambrientos tendremos una ración de comida saludable ya preparada esperándonos que nos ayudará a evitar la tentación de pedir comida basura o preparar algo menos saludable.
  • También nos será más fácil no excedernos con las raciones y evitaremos comer de más cuando sobre un poco y nos lo acabemos zampando ya sin hambre, por no tirarlo.
  • La limpieza diaria de la cocina se reducirá a la mínima expresión.
  • Ahorraremos energía, pues se gasta menos energía en cocinar muchas raciones a la vez y luego calentarlas que si cocinamos muchas veces pocas raciones.

Cómo organizarte para preparar en un día la comida del mes entero

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Planifica los menús y la compra antes de ponerte a cocinar

Parece obvio, pero es que es lo más importante. Tienes que saber qué es lo que quieres cocinar y cuántas raciones de cada plato. Una forma de hacerlo es echar un vistazo a los folletos con las ofertas del supermercado, así podremos elegir los ingredientes principales que nos salgan más a cuenta. Sobre eso elegiremos las recetas y, con ellas en la mano, repasaremos nevera y alacenas para ver qué tenemos ya y qué necesitamos.

Lo interesante es poder hacer la compra uno o dos días antes de cocinar.

Identifica los pasos en común que tienen las recetas

Algunas de las recetas que elijas tendrán pasos en común, por ejemplo, necesitarás hacer un sofrito para unas albóndigas que también te servirá como base para otras recetas como un pollo en salsa, el relleno de una empanada o un estofado de carne. Esos pasos comunes no tienes que hacerlos por duplicado, simplemente haces todo el sofrito que necesites y, cuando esté listo, lo separas para continuar cada receta por separado.

Si es posible, adelanta algo de trabajo los días previos

Por ejemplo, puedes tener patatas peladas en agua dentro de la nevera, desde un par de días antes de ponerte a cocinar, o cebollas peladas y picadas, o las verduras como acelgas, berzas o espinacas ya bien lavadas, escurridas y listas para utilizar.

Pon a remojo o a marinar los alimentos que así lo requieran

El día anterior a tu día de cocina, tienes que acordarte de poner a remojo las legumbres que vayas a preparar. También debes poner a desalar con tiempo suficiente carnes o pescados como el jamón que le vayas a echar a un caldo o el bacalao que vayas a preparar en salsa.

También hay recetas que requieren un adobo o marinado previo que tendrás que dejar listo con la antelación suficiente.

El día de cocinar, tómatelo con calma

Ese día no valen las prisas, se trata de ir cocinando según el plan previsto hasta que hayas terminado con todo. No es buena idea ponerse a ello si al final de la tarde tienes una cita importante, pues te pasarás el día con sensación de que vas con prisas y tienes que acelerar por si no llegas a tiempo y será peor.

Asegúrate de que tienes todos los táperes que necesitas

Es otra cosa obvia, pero de lo que se trata es de que al final del día todas las raciones queden convenientemente separadas para luego ir tirando de ellas según las necesitas. Echa cuentas, en algunos casos hasta puede salirte rentable utilizar envases de usar y tirar, sobre todo si tienes que comer fuera de casa y no tienes donde lavar el táper después de comer.

Es importante que los recipientes sean del tamaño de las raciones que vas a preparar, para que siempre los guardes llenos y no tengas el aire de medio táper vacío ocupando espacio en el congelador.

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Y asegúrate también de que tienes espacio en la nevera y en el congelador

Lo que vayas a consumir en los tres o cuatro días posteriores al de cocina podrás guardarlo en la nevera, el resto tendrán que ser cosas que se puedan congelar, así que tendrás que tener en cuenta la capacidad del mismo para calcular el número de raciones que puedes cocinar.

Si vives solo y tienes un congelador normal, no tendrás problema en cocinar un día para todo el mes, pero si sois una familia más grande y no tenéis un congelador lo suficientemente grande, entonces tendréis que organizar días de cocina con más frecuencia.

Etiqueta las raciones correctamente

Anota el contenido del táper, la fecha en la que lo has cocinado y, si tienes adolescentes en casa que de vez en cuando tengan que calentarse el táper ellos solos, las instrucciones para calentarlos.

Puedes congelar alimentos a falta del toque final

Por ejemplo, la pizza quedará mejor si congelas por un lado la masa y por otro la salsa de tomate y el día que quieras comer pizza solo tienes que descongelar, poner el queso y los toppings que prefieras y hornear.

También puedes congelar salsa boloñesa para el día que quieras comer macarrones que quedarán mucho mejor si los cueces en el momento, aunque hay quien los congela ya cocidos con la salsa, personalmente creo que cualquier plato de pasta gana muchísimo si se cuece en el momento.

Como excepción, la lasaña, que esa sí congela fenomenal y podemos hacerlo de dos formas, podemos congelarla antes de hornear, para hornearla cuando la vayamos a comer o podemos congelarla ya horneada para luego calentarla en el microondas. Con la segunda forma ahorramos más tiempo, pero con la primera conseguimos mejores resultados,así que eso a gusto del consumidor.

Aprovecha todos los recursos a tu alcance

Crock Pot y toda clase de ollas eléctricas y Thermomix o similares son pinches de lujo en días para cocinar así, así que tenlas en cuenta a la hora de planificar las recetas. Incluso si no tienes nada de esto, seguro que algún familiar estaría encantado de prestártela por un fin de semana a cambio de algún táper.

Reparte el trabajo con tus amigos, haz trueque

Si tienes amigos que también utilizan el sistema de cocinar un día para muchos, podéis hacerlo en equipo, así cada uno cocina las recetas que mejor le salen y luego se hace intercambio de tápers.

Recuerda dejar algo para cenar esa noche

En toda esa vorágine de cocina, tápers, etiquetas y guardarlo todo, recuerda dejar algo fuera para cenar esa noche, no vaya a ser que cuando te entre el hambre después de haberte pasado el día en la cocina, tengas que ponerte a hacer una tortilla o prepararte un sándwich para salir del paso.

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