Hace algunas semanas que no os traigo ninguna receta para túper y esta ensalada en bote tampoco es que sea una receta, pero es el truco perfecto para llevarse una ensalada de un sitio a otro, bien sea al trabajo o a un picnic. Todos sabemos lo que ocurre si aliñamos la ensalada con antelación, el aspecto y la textura de algunos ingredientes pasado un tiempo es muy poco apetecible.

Ingredientes

La otra opción, la de llevar el aliño por separado tampoco es muy práctica, pues los envases monodosis son carísimos y llevarnos el aliño preparado en un frasco supone el riesgo de que se abra en la bolsa durante el camino y ya os podéis imaginar el desastre. ¿La solución? Preparar una ensalada en bote con los ingredientes que más nos apetezcan, que normalmente serán los que haya por la nevera en ese momento, para qué nos vamos a engañar, pero teniendo cuidado de ordenarlos siguiendo unas reglas para que todo aguante en perfecto estado hasta la hora de comer.

Preparación de una Ensalada en bote para llevar

Se trata de colocarlo todo en un bote de cristal o un túper alto y estrecho de manera que los ingredientes más sensibles como la lechuga o el tomate no estén en contacto con el aliño y compactar bien el resto de capas para que no se mezclen con el movimiento del transporte.

La forma de colocar las capas es muy sencilla:

En el fondo siempre pondremos el aliño, yo le he puesto dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y dos cucharaditas de vinagre. No le he puesto sal porque la ensalada ya lleva otros ingredientes que aportan sal.

Sobre el aliño las verduras encurtidas y los alimentos duros como maíz, guisantes, pepinillos, zanahorias, alubias, garbanzos, cebolla, aceitunas…

Sobre estos pondremos ingredientes más ligeros que no queramos que absorban el aliño como arroz hervido, pepinillos frescos, atún desmigado, pollo asado o cocido, salmón.

Y terminaremos con el tomate y la lechuga u otras verduras de hoja como las espinacas, los canónigos, la rúcula… Antes de meter estas en el bote debemos asegurarnos de que las capas inferiores están bien compactadas, eso nos asegurará que  la lechuga permanezca a salvo durante el camino -siempre y cuando no llevemos el bote boca abajo-.

A la hora de comer, muy fácil, si podemos hacerlo en un plato, basta con volcar el contenido del bote sobre él y al vaciarse el aliño bañará al resto de ingredientes. Si tenemos que comerla directamente del bote, un buen meneo con energía y a disfrutar.

Resultado

El truco también nos sirve para tener alguna ensalada en bote ya lista en la nevera. Si se hacen con ingredientes frescos se conservan en la nevera hasta 3 o 4 días y son cómodas para echar mano de ellas a la hora de cenar o cuando llegamos a casa muertos de hambre.