Creo que ya lo he dicho alguna que otra vez, soy ciclista y muchos piensan que es normal que cuando alguien me pregunta qué deporte es el más aconsejable, les diga ciclismo, pero no es porque yo lo haga, precisamente los que practicamos este deporte a cierto nivel, sabemos perfectamente sus defectos, y también sus virtudes, el mejor ejemplo es el del padre que recomienda a su hijo no dedicarse (por ejemplo) al periodismo porque se vive muy mal, pese a que para él sea su razón de ser. Esto es igual, solo que yo lo recomiendo, como deporte y por salud.

Si recomiendo el ciclismo es porque estoy convencido que es el deporte más saludable para tus músculos, tu corazón y para perder peso, sobre todo esto último, y las razones son bien sencillas, vamos a analizarlas.

1 – Es bueno para tus músculos porque a diferencia de correr, y aunque los grupos musculares que se ejercitan sean menos, no hay un choque contra el suelo como cuando se corre, por lo tanto los músculos o las articulaciones no sufren, no tienen que fortalecerse previamente, ni hay una exposición agresiva a los movimientos. Si hablamos de la natación por ejemplo, sería perfecto porque se trabajan más músculos y el agua amortigua cualquier golpe, pero el problema de la natación es la pereza que da ir a una piscina y dar vueltas y vueltas en un mismo sitio.

2 – Es bueno para tu corazón porque nos permite regular la intensidad desde las 80 pulsaciones hasta las 190 sin ser un experto ni haber entrenado nunca, sin embargo a la hora de correr, el mero hecho de empezar a trotar suave ya dispara la pulsaciones hasta las 120 o más sin estar entrenado, y eso puede ser un problema a la hora de empezar. El ciclismo permite regular esto y apretar sólo cuando estés preparado, adaptando el ritmo cardiaco a lo que queramos, perder grasa, ganar potencia, ect. Y no, no hace falta llevar pulsómetro, al menos al empezar, aunque como todo, es aconsejable.

3 – Es bueno para perder peso porque el ciclismo es un deporte de fondo, es decir, que precisamente por lo que hemos comentado antes, al poder regular la intensidad, lo que importa es la resistencia y no la potencia, y es en el trabajo de resistencia, donde se queman grasas, si, aunque resulte raro, ir más despacio quema mejor las grasas que yendo rápido.

Y luego están las razones más subjetivas, pero dignas de mención, que es un deporte al aire libre y por tanto más gratificante, que estás en contacto con la naturaleza, que puedes hacerlo perfectamente acompañado y hablando con otros, que tiene un componente de aventura…. hay razones suficientes

Bien, ¿y los problemas? Tener un bici, no todo el mundo tiene, o si tiene, es esa vieja bici del pueblo que no sabe ya ni funciona… y si, una bici, apesar de que las hay baratas, es un gasto, que si no se usa, es caro. Otro problema es el trayecto urbano hasta llegar a una zona tranquila donde poder pedalear a gusto, ya sea por carretera tranquila, carril bici que no esté lleno de carritos de bebé y abuelos paseadores, o un simple camino de campo. Salvados estos problemas y decidido, sólo te falta empezar a montar, pero claro, todo tiene su ciencia y su secreto, y en el próximo artículo compartiré un pequeño planing de entrenamiento y unos consejos de nutrición que lo acompañen para perder pese y ponernos en forma, ese concepto que va más allá de un cuerpo sano, pero esa, es otra historia que ya os contaré.

Aquí tenéis la 2º entrega de “Perder peso haciendo ciclismo” 🙂

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