Hacer polos de limón cremosos en casa es tan fácil como mezclar bien los ingredientes oportunos y congelar la mezcla en moldes aptos para hacer polos, con su palito introducido para luego simplemente desmoldar y disfrutar. Hacer helados en casa - de cualquier tipo - es una opción perfecta para asegurarnos de que lo que tomamos dulce es natural y saludable, pudiéndonos permitir así más tentaciones como esta que, además, es cítrica y punzante, perfecta para refrescarse en verano. 

Ingredientes

  • Yogur griego, 200ml
  • Leche condensada, 100ml
  • Nata para montar, 200ml
  • Zumo de limón, 80 ml
  • Azúcar glas, 1 cucharada

Paso 1

Cortar los limones a la mitad y, con la ayuda de un exprimidor, extraer todo su zumo. Colar para que no queden impurezas y pesar 80ml de zumo de limón. 

Paso 2

Montar la nata con la ayuda de unas varillas. La nata tendrá que estar bien fría y lo óptimo es utilizar un recipiente metálico que haya estado también en la nevera previamente. Lo más fácil es utilizar unas varillas eléctricas para que monte más rápido con cuidado de no pasarnos y hacer mantequilla. Cuando la nata ya empiece a tomar cuerpo añadir el azúcar glas y seguir batiendo hasta que adquiera una textura firme. Llevar a la nevera y reservar. 

Paso 3

Mezclar la leche condensada con el yogur y el zumo de limón, probar y si resulta demasiado ácido añadir un poco más de azúcar removiendo bien para que éste se disuelva. 

Paso 4

Incorporar la nata montada a la mezcla, con movimientos envolventes para que se integre bien pero no pierda el aire. 

Paso 5

Disponer la mezcla en moldes para polos e introducir en el congelador, tras 15 minutos (o cuando haya cogido un poco de consistencia) incluir los palos (de madera o plástico) dentro del polo y ya dejar enfriar completamente para que se endurezca bien. Cuando se desmolden para disfrutar se podrá rallar un poco más de cáscara de limón. 

Trucos y sugerencias

Es buena idea untar los moldes ligeramente con un poco de mantequilla para después desmoldar bien los polos, sin problemas. Lo perfecto será calentar ligeramente el molde por fuera en agua caliente para no tener que tirar del palo con el riesgo de quedarnos con él en la mano. 

Esta misma receta se puede realizar con naranja, piña o cualquier otra fruta de la que extraigamos su jugo.