Hace ya unos meses que mi hermana me trajo unos caramelos violetas -de violetas- que me había comprado en Madrid. Le prometí que haría una tarta con ellos pero hasta esta semana no había encontrado tiempo. En lugar de la típica tarta, he preparado estos deliciosos vasitos de mousse de queso y gelatina de caramelos violeta porque en casa somos más de presentaciones individuales que de grandes tartas; yo creo que es porque nos da menos cargo de conciencia.

Ingredientes para elaborar los vasitos de mousse de queso y gelatina de caramelos violeta

Para la base

  • Galletas, 60 g
  • Mantequilla, 30 g

Mousse de mascarpone:

  • Caramelos violeta, 80 g
  • Nata para montar 35%, 250 ml
  • Queso crema, 100 g (*)
  • Leche, 75 ml
  • Hojas de gelatina, 3 (*)
  • * En esta ocasión he utilizado queso Mascarpone, pero puedes utilizar cualquier queso crema, tipo Philadelphia.

Gelatina de caramelos violeta:

  • Agua, 100 ml
  • Caramelos de violeta, 60 g
  • Hojas de gelatina, 2

Es un postre perfecto para una comida especial. Estos vasitos son muy vistosos y al triturar los caramelos y utilizarlos como azúcar en polvo se mantiene perfectamente el característico sabor de los caramelos violetas.

Elaboración de los vasitos de mousse de queso y gelatina de caramelos violeta

01: Preparación de la base

Trituramos las galletas con un robot de cocina o metemos las galletas en una bolsa de congelación y aplastamos con un rodillo de cocina, botella o similar. Mezclamos con la mantequilla en pomada. Removemos bien y formamos una especie de masa arenosa. Con esta cantidad de mantequilla queda una base bastante ligera pero lo suficientemente consistente. En las tartas se utiliza más mantequilla para hacer la base y que quede bien firme, pero a mí en los vasitos me gusta que quede algo más suelta.

Ponemos unas cucharaditas de la masa de galletas en el fondo de los vasitos. Presionamos bien, yo he utilizado un corcho para ayudarme.

Introducimos los vasitos en la nevera unos 15/20 minutos, mientras preparamos el resto de la receta.

02: Preparación de la mousse de queso

Trituramos con un robot de cocina los caramelos hasta hacerlos polvo, este será nuestro azúcar aromatizado. Reservamos.

Ponemos en remojo las hojas de gelatina en agua fría durante unos 5 minutos.

Ponemos en un cazo la leche al fuego y agregamos el queso mascarpone. Removemos con varillas. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina ya hidratada y escurrida, mezclándola hasta que se disuelva completamente. Dejamos enfriar.

Montamos la nata y le añadimos 80 g del polvo de caramelos violetas en dos veces para que no se nos baje. Reservamos en la nevera.

Una vez tibia la mezcla de queso y leche, la añadimos a la nata con movimientos envolventes. Vertemos esta mezcla en los vasitos sobre la base de galleta. Debemos echar la mezcla poco a poco y con cuidado para que no se levante la capa de galletas. Reservamos en la nevera hasta que la mezcla cuaje, al menos dos horas.

03: Preparación de la gelatina de caramelos violeta

Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.

Calentamos el agua y echamos 60 g de polvo de caramelos violeta hasta que se disuelvan. Removemos con varillas.

Apartamos del fuego y le ponemos la gelatina previamente hidratada en agua fría y escurrida. Mezclamos muy bien y dejamos enfriar un poco.

Vertemos sobre la mousse con cuidado, mejor dejando caer el líquido sobre el dorso de una cuchara para que no levante la capa de mousse. Lo metemos de nuevo al frigorífico para que cuaje y solidifique durante unas dos horas. Mejor toda la noche.

04: Servir

Sacamos del frigorífico y decoramos jugando con contrastes de color. He puesto un montoncito de chocolate blanco rallado, un caramelo violeta, un arándano y una hojita de menta. Degustamos los vasitos bien fríos.

Resultado

Estos vasitos de mousse de queso con gelatina de caramelos violeta no necesitan mucha decoración, ya que con el color tan llamativo de la gelatina ya resultan atractivos por sí solos.

Como base de los vasitos hemos utilizado un triturado de galletas, pero también le va muy bien una base “de migas”, como por ejemplo, unas magdalenas o unos sobaos desmenuzados.

Con estas cantidades han salido 6 vasitos pero si doblas las cantidades puedes hacer una tarta con un molde de unos 22 cm de diámetro; de hecho preparar la tarta es menos laborioso, pero me parecen más lucidos los envases individuales, bien sean vasos, copas o moldes pequeños.