Hoy os traemos un clásico de la repostería francesa del que seguramente todos habéis oído hablar, la famosísima tarta Tatin. Recibe este nombre en honor a las hermanas Tatin, reposteras francesas que, según cuenta la historia, se equivocaron al preparar una receta y con el error les salió una tarta aún más rica.

Es una tarta bastante fácil de preparar, sola es deliciosa y acompañada de crema inglesa o helado de vainilla o canela es sencillamente espectacular.

Preparación de Tarta Tatin clásica

  1. Ponemos el zumo en un bol y reservamos.
  2. Pelamos las manzanas, las descorazonamos, las cortamos en cuartos y según las vamos cortando las pasamos al bol con el zumo impregnándolas bien en éste para que no se oscurezcan.
  3. Reservamos una cucharada de azúcar y el resto lo ponemos junto con el agua en un recipiente que podamos usar en el fuego y en el horno, puede ser una sartén de mango desmontable, una cacerola baja apta para horno. Si no tenéis podéis usar una sartén normal para caramelizar las manzanas y luego hornear la tarta en un molde que sí pueda ir al horno.
  4. Ponemos la sartén a fuego  medio-bajo (4/12) y removemos durante unos minutos hasta que se disuelva el azúcar y empiece a tomar un color rubio. Lamento que en las fotos no se aprecie bien, pero es que para estos menesteres yo lo que tengo es una sartén de Pyrex que justo es color caramelo.
  5. Cuando empiece a formarse el caramelo, retiramos la sartén del fuego y añadimos la mantequilla en cubitos. Removemos con una espátula y, sin parar de remover lo ponemos de nuevo al fuego hasta que se disuelva la mantequilla.
  6. Retiramos del fuego y acomodamos las manzanas procurando no dejar huecos.
  7. Volvemos a poner al fuego y dejamos que se cocinen las manzanas durante unos 20-25 minutos, lo justo para que al pincharlas con un palillo no opongan resistencia.
  8. Las apartamos del fuego y las dejamos templar mientras se calienta el horno. Si no tenéis una sartén apta para horno, en este momento las pasáis a un molde redondo que sí lo sea. Necesitaremos que esté a 200ºC.
  9. Cuando el horno esté a la temperatura, sacaremos la plancha de hojaldre de la nevera y la colocaremos sobre las manzanas caramelizadas. Si es necesario recortamos los sobrantes, la pinchamos por varios sitios para que el hojaldre no suba y la espolvoreamos con la cucharada de azúcar que habíamos reservado.
  10. Horneamos a 200ºC durante unos 20-22 minutos hasta que el hojaldre esté bien dorado.
  11. Sacamos del horno y dejamos enfriar unos 10-15 minutos. Pasado este tiempo le damos la vuelta sobre un plato como si fuera una tortilla.
  12. Servimos templada o fría, sola o con crema, helado…

Resultado

Como veis no es nada complicado, sobre todo si usáis un hojaldre comprado. La mayor dificultad puede ser la preparación del caramelo, que si nos pasamos se puede quemar y entonces no está rico.  Si no habéis hecho caramelo nunca, mi recomendación con esta receta es que añadáis la mantequilla justo cuando veáis que el azúcar empieza a tomar color dorado y así no tendréis ningún problema.

La versión más clásica de esta tarta es con manzanas, pero también está deliciosa con peras o con melocotones, sobre todo cuando están en temporada. Si optáis por experimentar con otras frutas más acuosas como la piña también os saldrá una tarta muy rica, pero en este caso, antes de cubrir la fruta con el hojaldre retirad parte del líquido que suelten éstas durante la cocción.

En cualquier caso, es una receta perfecta para un día que tengáis invitados, pues triunfaréis seguro. Eso sí, con el azúcar y la mantequilla que lleva, después de comer una buena caminata!