No hay nada como un buen plato de albóndigas para levantar el ánimo y calentar el cuerpo. Esta receta de albóndigas de calamares y langostinos es muy sabrosa y saludable. Las albóndigas quedan jugosas sobre una salsa de cebolla muy ligera.

Ingredientes

Para las albóndigas

  • Calamares, 500 g
  • Langostino crudos, 200 g
  • Huevo, 1
  • Miga de pan o pan de molde sin corteza, 100 g
  • Leche, 3 cucharadas
  • Ajo, 1 diente
  • Perejil fresco picado, 1 cucharada
  • Sal, 1 cucharadita
  • Pimienta, una pizca
  • Harina, para rebozar
  • Aceite de oliva virgen extra, para freír

Para la salsa

  • Cebolleta, 1
  • Ajo, 2 dientes
  • Harina, 1 cucharada colmada
  • Vino blanco, 80 g
  • Caldo de pescado, 500 g
  • AOVE, 3 cucharadas del aceite de freír las albóndigas
  • Perejil, para espolvorear
  • Sal, 1 cucharadita

Elaboración de las albóndigas de calamares y langostinos

01: Picar los ingredientes y elaborar la masa

Ponemos la miga de pan o el pan de molde a remojo en la leche.

Limpiamos bien los calamares y los picamos con un robot potente. Ya sabéis que yo les suelo dejar la piel cuando los cocino para potenciar el sabor de la receta, pero si lo preferís les podéis quitar la piel.

Pelamos y troceamos los langostinos; mejor trocearlos a mano para que no queden hechos puré.

En un cuenco batimos el huevo y añadimos los dos dientes de ajo prensados, el perejil fresco picado, la miga de pan remojada y escurrida, los calamares picados y los langostinos troceados. Salpimentamos y removemos bien hasta integrar todos los ingredientes.

02: Dar forma a las albóndigas y freír

Vamos a dar forma a las albóndigas. Y dado que la masa resultante no es muy firme te aconsejo que te ayudes de un vasito o bol pequeño. Ponemos una cucharada de harina en el interior y añadimos una cucharada sopera colmada de masa. Volteamos la albóndiga dentro del recipiente y de este modo esta se irá impregnando de harina y cogiendo la forma adecuada.

Freímos las albóndigas en abundante aceite hasta que tomen un poco de color y queden selladas. En este proceso las albóndigas se aplastan un poco pero cogen la consistencia adecuada y son perfectamente manejables. Reservamos en un plato mientras elaboramos la salsa.

03: Elaborar la salsa

Ponemos en una sartén o cazuela tres cucharadas del aceite de freír las albóndigas. Añadimos el ajo prensado y la cebolleta bien picada. Cuando están casi transparentes añadimos la harina y removemos para tostarla.

Incorporamos el vino blanco y el caldo de pescado y ponemos a fuego fuerte para que se evapore el alcohol. Añadimos las albóndigas y bajamos el fuego. Dejamos que cueza el conjunto unos minutos hasta que la salsa tenga la consistencia adecuada. Espolvoreamos con el perejil fresco picado. Probamos y rectificamos de sal. Retiramos del fuego.

04: Servir

Servimos las albóndigas calentitas sobre su salsa y acompañadas de un buen pan porque el conjunto es muy sabroso y la salsa invita a untar sin parar.

Por supuesto, otras guarniciones que van fenomenal son las patatas cocidas o fritas, el puré de patatas, el siempre socorrido arroz blanco o incluso unos ramitos de coliflor hervida o una menestra de verduras si lo que quieres es una guarnición que sea un poco más ligera.

Resultado

El resultado de estas albóndigas de calamares y langostinos es un “platazo” lleno de sabor que gustará sobre todo a los niños y en general a toda la familia.

Es una buena opción para llevar de tupper o para cocinar la víspera de una celebración porque es un plato perfecto para preparar con antelación. Además congela muy bien, por lo que una vez que nos ponemos a ello merece la pena hacer más cantidad y tener así un buen “fondo de congelador”.